sábado, 26 de julio de 2008

Pruebas de laboratorio

El recuento de neutrófilos periféricos aumenta a 20.000 o más células por microlitro en pacientes con envenenamiento grave. La hemoconcentración inicial, resultante de la extravasación de plasma (especies de Crotalus y D. russelii de Birmania) va seguida de anemia causada por hemorragia o, rara vez, por hemólisis. La trombocitopenia es habitual tras la mordedura de crótalos (p. ej., C. rhodostoma, Crotalus viridis helleri) y algunos vipéridos (p. ej., Bitis arietans y D. russelii), pero es poco habitual tras la mordedura de especies Echis. Muy útil para determinar la desfibrogenación inducida por el veneno es la sencilla prueba de coagulación sanguínea total. Se colocan unos cuantos mililitros de sangre venosa en un tubo de ensayo de vidrio nuevo, limpio y seco, se deja reposar durante 20 minutos a temperatura ambiente y se inclina para comprobar si la sangre se ha coagulado o no. La sangre no coagulada indica envenenamiento sistémico y puede servir para el diagnóstico de una especie en particular (por ejemplo, especies Echis en Africa). Los pacientes con rabdomiólisis generalizada exhiben un marcado aumento de la concentración sérica de creatinquinasa, mioglobina y potasio. La orina de color marrón o negra indica rabdomiólisis generalizada o hemólisis intravascular. Las concentraciones de enzimas séricas, como la creatin-fosfoquinasa y la aspartato aminotransferasa aumentan moderadamente en pacientes con envenenamiento local grave, probablemente debido a lesiones musculares en el lugar de la mordedura. La orina debe analizarse para determinar el contenido de sangre/hemoglobina, mioglobina y proteínas, hematuria microscópica y recuento de hematíes.

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