domingo, 31 de mayo de 2009

Trabajo con tensión: Generalidades:

El trabajo con tensión es el que se realiza dentro de una zona en que hay paso de corriente. La norma EN 50179 proporciona una guía sobre las dimensiones de la zona de trabajo con tensión. Se aplicarán medidas protectoras ideadas para prevenir descargas eléctricas, arcos y cortocircuitos.

sábado, 30 de mayo de 2009

Trabajo sin tensión: Protección contra partes activas adyacentes

Cuando haya partes de una instalación eléctrica en la proximidad del lugar de trabajo que no sea posible desactivar, es preciso tomar medidas protectoras adicionales. Los trabajadores no comenzarán el trabajo sin haber recibido permiso de la persona nombrada para controlar el trabajo, quien a su vez deberá recibir autorización de la persona nombrada para controlar la instalación eléctrica. Una vez realizado el trabajo, los trabajadores abandonarán el lugar de trabajo, serán guardadas las herramientas y el equipo, y a continuación se quitarán los sistemas de puesta a tierra y en cortocircuito. La persona nombrada para controlar el trabajo notificará entonces a la persona nombrada para controlar la instalación eléctrica que la instalación está disponible para la reconexión.

jueves, 28 de mayo de 2009

Reglamento para el transporte seguro de materiales radiactivos, 1985 (modificado en 1990)

Agencia Internacional de la Energía Atómica, Viena, 1990 (STI/PUB/866). Su objetivo es establecer normas de seguridad que ofrezcan un nivel aceptable de control del riesgo de radiación a personas, bienes y medio ambiente asociado al transporte de material radiactivo.

miércoles, 27 de mayo de 2009

TRANSPORTE DE MATERIALES PELIGROSOS: SUSTANCIAS QUIMICAS Y RADIACTIVAS (II)

En los veinte años transcurridos de 1971 a 1990, 15 personas perecieron en las carreteras del Reino Unido por causa de sustancias químicas peligrosas, frente a la media anual de 5.000 muertos en accidentes. Ahora bien, pequeñas cantidades de materiales peligrosos pueden ocasionar daños significativos. Entre los ejemplos en varios países pueden citarse los siguientes:
• un avión se estrelló cerca de Boston, EE.UU., a causa de un escape de ácido nítrico;
• más de 200 personas murieron debido a la explosión de un camión cisterna que transportaba propileno cerca de un camping en España;
• en un accidente de tren en el que se vieron envueltos
22 vagones de sustancias químicas en Mississauga, Canadá, se rompió una cisterna que contenía 90 toneladas de cloro; se produjo una explosión y un gran incendio. No se produjeron víctimas mortales, pero hubo que evacuar a 250.000 personas;
• una colisión ferroviaria junto a la autopista en Eccles, Reino Unido, provocó tres muertos y 68 heridos y fue seguida de un grave incendio de los productos petrolíferos transportados que no ocasionó víctimas;
• un camión cisterna de gasolina quedó sin control en Herrborn, Alemania, quemando gran parte de la ciudad;
• en Peterborough, Reino Unido, un vehículo que transportaba explosivos ocasionó la muerte a una persona y casi destruye un centro industrial,
• en Bangkok, Tailandia, explotó un camión cisterna de gasolina
y produjo la muerte a gran número de personas.
La mayoría de los incidentes graves son provocados por gases
o líquidos inflamables (en parte debido a los volúmenes transportados), con algunos incidentes causados por gases y emana- ciones tóxicas (incluidos los productos de la combustión).
Los estudios realizados en el Reino Unido han arrojado los siguientes datos relativos al transporte por carretera:
• frecuencia de accidentes durante el transporte de materiales peligrosos: 0,12  10–6/km;
• frecuencia de escapes durante el transporte de materiales peli- grosos: 0,027  10–6/km,
• probabilidad de un escape tras un accidente de tráfico: 3,3 %. Estas incidencias no son sinónimo de accidentes con materiales peligrosos en que intervienen vehículos, y pueden constituir sólo una pequeña proporción de éstos. Existe asimismo la categoría de accidentes relacionados con el transporte por carretera de materiales peligrosos.

martes, 26 de mayo de 2009

TRANSPORTE DE MATERIALES PELIGROSOS: SUSTANCIAS QUIMICAS Y RADIACTIVAS (I)

La industria y la economía de los países dependen, en parte, del gran número de materiales peligrosos que se transportan desde el proveedor hasta el usuario y, en última instancia, hasta la planta de eliminación de residuos. Los materiales peligrosos se transportan por carretera, ferrocarril, vías navegables, aire, gasoductos y oleoductos, y en su gran mayoría llegan a destino con seguridad
y sin incidentes. La magnitud y el alcance del problema pueden ilustrarse con la industria del petróleo. En el Reino Unido, se distribuyen anualmente unos 100 millones de toneladas de productos a través de tuberías, carretera, ferrocarril y vías nave- gables. Aproximadamente un 10 % de las personas que trabajan en la industria química británica están relacionadas con la distribución (es decir, con el transporte y el almacenamiento).
Un material peligroso puede definirse como “una sustancia o material cuyo transporte puede plantear un riesgo desproporcionado para la salud, la seguridad o los bienes”. La expresión “riesgo desproporcionado” engloba un amplio espectro de consi- deraciones sanitarias, ambientales y en materia de incendios. Son materiales peligrosos los explosivos, los gases inflamables, los gases tóxicos, los líquidos altamente inflamables, los líquidos inflamables, los sólidos inflamables, las sustancias peligrosas en contacto con la humedad, las sustancias oxidantes y los líquidos tóxicos.
Los riesgos consisten directamente en la posibilidad de escapes, combustiones y otros incidentes durante el transporte de la sustancia o sustancias. Los accidentes más graves se producen en el transporte por carretera y ferrocarril y “pueden afectar tanto a los trabajadores como a la población en general”. El peligro existe tanto cuando los materiales se están cargando o descargando, como en ruta. La población de riesgo comprende las personas que viven cerca de la carretera o del ferrocarril, y las que van en otros vehículos o trenes que se vean implicados en un accidente grave. Entre las zonas de riesgo se encuentran los puntos de detención temporal, como las zonas de maniobras del ferrocarril o las zonas de estacionamiento de camiones en las áreas de servicio de las carreteras. Los riesgos marítimos se concentran en la entrada y salida de puerto de los barcos, y en la carga y descarga en él; también presenta riesgos el tráfico costero y el tráfico angosto, así como por las vías de navegación interior.
El tipo de incidentes que pueden producirse en relación con el transporte, tanto en tránsito como en instalaciones fijas, incluye el sobrecalentamiento químico, los derrames, los escapes, las emisiones de vapor o gas, los incendios y las explosiones. Dos de los sucesos fundamentales que ocasionan incidentes son las coli- siones y los incendios. En los camiones cisterna, otras causas de escape pueden ser fugas en válvulas o un exceso de llenado. En general, tanto en carretera como en ferrocarril, los incendios no provocados por choques son mucho más frecuentes que los provocados por éstos. Los incidentes asociados al transporte pueden producirse en zonas rurales, industriales o residenciales, y pueden implicar a vehículos o trenes solos o vigilados. En muy pocos casos la causa principal del incidente es un accidente.
El personal de emergencia debe ser consciente de la posibilidad de exposición y contaminación de los seres humanos a sustancias peligrosas en los accidentes de ferrocarril, en carre- teras y terminales de carga, en buques (tanto oceánicos como interiores) y sus correspondientes almacenes. Los gasoductos y oleoductos (tanto de larga distancia como de sistemas locales de distribución) pueden constituir un peligro si se producen daños o escapes, ya sea aisladamente o en asociación con otros inci- dentes. Los incidentes de transporte suelen ser más peligrosos que los que tienen lugar en instalaciones fijas. Puede ocurrir que los materiales implicados sean desconocidos, que las señales de aviso queden ocultas por un vuelco, humos o escombros, y que no haya especialistas o que éstos hayan sido víctimas del incidente. El número de personas expuestas depende de la densidad de población, tanto de día como de noche, de la proporción de personas dentro y fuera de las casas y del sector de población que pueda considerarse particularmente vulnerable. Además de la población que normalmente se encuentra en la zona, corre también peligro el personal de los servicios de emergencia que acuden al accidente. No es raro que, en un incidente de transporte de sustancias peligrosas, una proporción significativa de las víctimas pertenezcan a dichos servicios.