domingo, 31 de enero de 2010

Mantenimiento: Trabajo de reparación

Trabajo de reparación: El trabajo de reparación consta de las fases siguientes: localización del fallo; arreglo del fallo y/o sustitución de componentes; nueva puesta en servicio de la sección reparada de la instalación. Cada una de estas fases exige procedimientos específicos.

sábado, 30 de enero de 2010

Aspectos del problema relacionados con la sanidad pública: Poblaciones potencialmente expuestas

Desde el punto de vista de la exposición a radiaciones ionizantes,hay dos poblaciones de interés: las poblaciones expuestas por motivos de trabajo y la población en general. El Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR 1993) estima que, en todo el mundo, 4 millones de trabajadores se vieron expuestos a radiaciones ionizantes en el trabajo durante el período comprendido entre 1985 y 1989; de ellos, aproximadamente el 20 % trabajaban en la producción, utilización y procesamiento de combustible nuclear (Tabla 39.25). Se ha estimado que los Estados miembros del OIEA poseían 760 fuentes de radiación en 1992, de los cuales 600 eran aceleradores de electrones y 160 fuentes de radiación gamma.
El número de instalaciones nucleares por país es un buen indicador del potencial de exposición de la población en general (Figura 39.10, página 39.38).

viernes, 29 de enero de 2010

Aspectos del problema relacionados con la sanidad pública: Evolución en el tiempo

Evolución en el tiempo
El Radiation Accident Registry de EE.UU. (Oak Ridge, Estados Unidos) es un registro mundial de los accidentes por radiación con participación de personas que se han producido desde el año 1944. Para ser incluido en este registro, un accidente debe ser objeto de un informe publicado y haber generado una exposición total del cuerpo humano superior a 0,25 Sievert (Sv), una exposición cutánea superior a 6 Sv o una exposición de otros tejidos y órganos superior a 0,75 Sv (para la definición de dosis, véase el recuadro de la página 39.37). Así, quedan excluidos del registro accidentes interesantes para la sanidad pública, pero que dieron como resultado niveles inferiores de exposición (para la discusión sobre las consecuencias de la exposición, véase más adelante).
El análisis de los datos de 1944 a 1988 pone de manifiesto un claro aumento tanto en la frecuencia de los accidentes por radiación como en el número de individuos expuestos a partir de 1980 (Tabla 39.24). Es probable que el aumento del número de personas expuestas se deba al accidente de Chernóbil, y concretamente a los cerca de 135.000 habitantes iniciales de la zona prohibida, en un radio de 30 km del lugar del accidente. Los accidentes de Goiânia (Brasil) y Juárez (México) se produjeron también en este período y ocasionaron una exposición significativa de gran cantidad de personas (Tabla 39.22).




jueves, 28 de enero de 2010

Reactores de investigación

En estas instalaciones, los riesgos son similares a los que plantean las centrales nucleares, pero menos graves, dada la menor genera- ción de energía. Se han registrado diversos acontecimientos límite con irradiación significativa del personal (Rodrigues 1987).



Accidentes relacionados con el empleo de fuentes de radiación en la industria y en la medicina (excluidas las centrales nucleares) (Zerbib 1993)

El accidente más común de este tipo son las pérdidas de fuentes de radiación para gammagrafías utilizadas en la industria (por ejemplo, para la inspección radiográfica de juntas y solda- duras). No obstante, los usos médicos también pueden generar pérdidas de fuentes de radiación (Tabla 39.22). Pueden darse dos situaciones distintas: es posible que alguien recoja y conserve la fuente durante varias horas (por ejemplo en el bolsillo) y después notifique el hallazgo y la restituya; o puede recogerla y llevársela a casa. Mientras que en el primer caso se producen quemaduras parciales, en el segundo puede tener lugar una irradiación fuerte de varias personas. La recuperación de fuentes de radiación de los equipos de radioterapia ha provocado varios accidentes con exposición de trabajadores de la chatarra. En dos casos, los accidentes de Juárez y de Goiânia, la población en general también resultó expuesta (véase la Tabla 39.22 y el recuadro de la página 39.35). El accidente de Juárez se descubrió de la forma más casual
(OIEA 1989b). El 16 de enero de 1984, un camión de barras de acero que entró en el laboratorio científico de Los Alamos (Nuevo México, Estados Unidos) activó un detector de radia- ciones. Tras una investigación posterior, se descubrió la presencia de cobalto 60 en las barras y se siguió la pista de esta sustancia hasta una fundición mexicana. El 21 de enero, se determinó que la fuente de material radiactivo era una chata- rrería de Juárez, altamente contaminada. Gracias a una vigi- lancia sistemática de las carreteras y autopistas con detectores, se identificó un camión altamente contaminado. Finalmente, se estableció que la primera fuente de radiación era un aparato de radioterapia que había estado en un centro médico hasta diciembre de 1983, momento en que se desmontó y se llevó a la chatarrería. En la chatarrería, la cápsula protectora del cobalto-60 se rompió, liberando los gránulos de cobalto. Algunos de ellos cayeron en el camión utilizado para transportar desechos y otros se dispersaron por la chatarrería en operaciones posteriores, mezclándose con los demás residuos.
Se han producido algunos accidentes relacionados con la entrada de trabajadores en zonas industriales de radiación (por ejemplo para la preservación de alimentos, esterilización de productos médicos o polimerización de sustancias químicas). En todos los casos, los accidentes se debieron a un inadecuado o nulo respeto de los procedimientos de seguridad, o a la descone- xión o mal estado de los sistemas de seguridad y de alarma. En dichos accidentes, las dosis de irradiación externa a que se vieron expuestos los trabajadores fueron lo bastante altas para causar la muerte. Las dosis se recibieron en pocos segundos o minutos (Tabla 39.23).
Por último, el personal médico o científico que elabora o manipula fuentes de radiación puede verse expuesto a radia- ción por contaminación de la piel o heridas, o por inhalación o ingestión de materiales radiactivos. Este tipo de accidente también es posible en centrales nucleares.