lunes, 31 de enero de 2011

VIBRACIONES

La vibración es un movimiento oscilatorio. Este capítulo resume las respuestas humanas a las vibraciones de cuerpo completo, las transmitidas a las manos y las causas del mareo, incluido por el movimiento.

domingo, 30 de enero de 2011

Lo que sabemos Cáncer

Estudios epidemiológicos sobre leucemia infantil y exposición residencial a líneas aéreas de tendido eléctrico parecen indicar un ligero aumento del riesgo, y se han notificado riesgos excesivos de leucemia y tumores cerebrales en profesiones “eléctricas”. Recientes estudios con métodos de valoración de la exposición mejorados han reforzado en general la evidencia de una relación. No obstante, aún no están claras las características de la exposición —por ejemplo, en lo referente a la frecuencia de los campos magnéticos y la intermitencia de la exposición— y no se sabe mucho acerca de posibles factores de confusión o de modificación de los efectos. Además, la mayoría de los estudios sobre riesgo profesional apuntan a una forma especial de leucemia, la leucemia mieloide aguda, mientras que otros encuentran una mayor incidencia de otra forma, la leucemia linfática crónica. Los escasos estudios notificados sobre cáncer en animales no han sido de mucha ayuda para la valoración del riesgo y, a pesar de los numerosos estudios celulares experimentales realizados, no se ha presentado ningún mecanismo plausible y comprensible que permita explicar un efecto carcinogénico.

sábado, 29 de enero de 2011

CAMPOS ELECTRICOS Y MAGNETICOS Y CONSECUENCIAS PARA LA SALUD

En los últimos años se ha acrecentado el interés por los efectos biológicos y posibles consecuencias para la salud de los campos eléctricos y magnéticos débiles de baja intensidad. Se han presentado estudios sobre los campos magnéticos y el cáncer, sobre la reproducción y sobre las reacciones neurológicas y de comportamiento. Seguidamente se facilita un resumen de lo que sabemos, lo que aún requiere ser investigado y, en particular, sobre qué política es la apropiada, es decir, si ésta no debe implicar ningún tipo de restricciones de la exposición, si se debería evitar pruden- temente, o si son necesarias costosas intervenciones.

viernes, 28 de enero de 2011

Dosis efectiva

La dosis efectiva E es la suma de las dosis equiva- lentes ponderadas en todos los tejidos y órganos del cuerpo. Es una magnitud utilizada en seguridad radiológica, de manera que su empleo no es adecuado para medir grandes dosis absorbidas suministradas en un período de tiempo relativamente corto. Viene dada por:


donde wT es la factor de ponderación tisular y HT es la dosis equi- valente del tejido T. La dosis efectiva se mide en J kg–1. El nombre especial de la unidad de dosis efectiva es el sievert (Sv).

jueves, 27 de enero de 2011

Efecto biológico determinista.

Se trata de un efecto biológico causado por la radiación ionizante y cuya probabilidad de apari- ción es cero con dosis absorbidas pequeñas, pero que aumentará aceleradamente hasta uno (probabilidad 100 %) cuando la dosis absorbida supere un nivel determinado (el umbral). La induc- ción de cataratas es un ejemplo de efecto biológico estocástico. Dosis efectiva. La dosis efectiva E es la suma de las dosis equivalentes ponderadas en todos los tejidos y órganos del cuerpo. Es una magnitud utilizada en seguridad radiológica, de manera que su empleo no es adecuado para medir grandes dosis absorbidas suministradas en un período de tiempo relativamente corto. Viene dada por:

miércoles, 26 de enero de 2011

Constante de desintegración ().

Esta cantidad representa la probabilidad por unidad de tiempo de que ocurra una transformación nuclear para un radionucleido dado. La constante de desintegración se mide por segundo. Está relacionada con el período de semidesintegración t½ de un radionucleido por:

martes, 25 de enero de 2011

Instrumentos de medida (I)

Entre los instrumentos de medida del ruido cabe citar los sonómetros, los dosímetros y los equipos auxiliares. El instrumento básico es el sonómetro, un instrumento electrónico que consta de un micrófono, un amplificador, varios filtros, un circuito de elevación al cuadrado, un promediador exponencial y un medidor calibrado en decibelios (dB). Los sonómetros se clasi- fican por su precisión, desde el más preciso (tipo 0) hasta el más impreciso (tipo 3). El tipo 0 suele utilizarse en laboratorios, el


tipo 1 se emplea para realizar otras mediciones de precisión del nivel sonoro, el tipo 2 es el medidor de uso general, y el tipo 3, el medidor de inspección, no está recomendado para uso industrial. Las Figuras 47.2 y 47.3 ilustran un sonómetro.
Los sonómetros también incluyen dispositivos de ponderación de frecuencias, que son filtros que permiten el paso de la mayoría de las frecuencias pero que discriminan otras. El filtro más utilizado es la red de ponderación A, desarrollada para simular la curva de respuesta del oído humano a niveles de escucha moderados. Los sonómetros ofrecen asimismo diversas respuestas de medición: la respuesta “lenta”, con una constante de tiempo de 1 segundo; la respuesta “rápida” con una constante de tiempo de 0,125 segundos; y la respuesta “impulsivo” que tiene una respuesta de 35 ms para la parte creciente de la señal y una constante de tiempo de 1.500 ms para la parte decreciente de la señal.

lunes, 24 de enero de 2011

MEDICION DEL RUIDO Y EVALUACION DE LA EXPOSICION

Para prevenir los efectos perjudiciales del ruido para los trabajadores, es preciso elegir con cuidado instrumentos, métodos de medición y procedimientos que permitan evaluar el ruido al que se ven expuestos aquéllos. Es importante evaluar correctamente los diferentes tipos de ruido (continuo, intermitente o de impulso), distinguir los ambientes ruidosos con diferentes espectros de frecuencias, y considerar asimismo las diversas situaciones laborales, tales como talleres de forja, salas de compresores de aire, procesos de soldadura por ultrasonidos, etc. Los principales objetivos de la medición del ruido en ambientes laborales son a) identificar a los trabajadores sometidos a exposiciones excesivas y cuantificar éstas y b) valorar la necesidad de implantar controles técnicos del ruido y demás tipos de control indicados. Otras apli- caciones de la medición del ruido son la evaluación de la eficacia de determinados controles del ruido y la determinación de los niveles de ruido de fondo en las cabinas audiométricas.

domingo, 23 de enero de 2011

Efectos extraauditivos

Como factor de estrés biológico, el ruido puede afectar a todo el sistema fisiológico. Actúa de la misma manera que otros factores de estrés, haciendo que el cuerpo responda de un modo que puede ser perjudicial a largo plazo. En los tiempos primitivos, cuando llegaba el momento de afrontar un peligro, el cuerpo pasaba por una serie de cambios biológicos, preparándose para pelear o salir corriendo (la clásica respuesta de “luchar o escapar”). Existen pruebas de que estos cambios aún persisten con la exposición a un nivel de ruido alto, aunque la persona se crea “adaptada” al ruido.
La mayoría de estos efectos parecen transitorios, pero con la exposición continuada algunos han demostrado ser crónicos en animales de laboratorio. Varios estudios de trabajadores indus- triales apuntan en la misma dirección, mientras que otros estu- dios no muestran efectos significativos (Rehm 1983; van Dijk
1990). Las pruebas son probablemente más claras en el caso de los efectos cardiovasculares, como el aumento de la presión arte- rial o los cambios en la química sanguínea. Una importante serie de estudios de laboratorio demostró la existencia de niveles crónicos de hipertensión arterial en animales a consecuencia de la exposición a un nivel de ruido de 85 a 90 dBA, que no volvieron a la normalidad al cesar la exposición (Peterson y cols.
1978, 1981 y 1983).
Los estudios de química sanguínea muestran aumentos de los niveles de las catecolaminas adrenalina y noradrenalina debidos a la exposición al ruido (Rehm 1983) y en una serie de experimentos realizados por investigadores alemanes se halló una conexión entre la exposición al ruido y el metabolismo del magnesio en seres humanos y animales (Ising y Kruppa 1993). El razonamiento actual sostiene que es muy probable que la aversión al ruido sirva de mediación psicológica para los efectos extraauditivos del ruido, por lo que resulta muy difícil obtener relaciones de respuesta a dosis. (Ver una descripción completa de este problema en Ising y Kruppa 1993.)
Como los efectos extraauditivos del ruido tienen la mediación del sistema auditivo, lo que significa que es necesario oír el ruido para que se produzcan efectos perjudiciales, un protector auditivo correctamente colocado debe reducir la probabilidad de que se produzcan estos efectos del mismo modo que lo hace con la pérdida auditiva.

sábado, 22 de enero de 2011

Lámparas de sodio de baja presión

El tubo de descarga de arco tiene un tamaño similar al tubo fluorescente, pero está hecho de un vidrio contrachapado especial con una capa interior resistente al sodio. El tubo de descarga de arco tiene forma de “U” estrecha y va dentro de una envoltura exterior al vacío para asegurar la estabilidad térmica. Durante el cebado, el gas neón del interior de la lámpara produce un intenso resplandor rojo.
La radiación característica del vapor de sodio a baja presión es de un amarillo monocromático. Es un color próximo a la sensibilidad máxima del ojo humano y las lámparas de sodio de baja presión son las más eficaces que existen, a casi 200 lúmenes/vatio. Ahora bien, su aplicación viene limitada por la condición de que la discriminación de los colores no tenga importancia visual, como en el caso de las carreteras principales, los pasos subterráneos y las calles residenciales.
En muchas situaciones estas lámparas están siendo reemplazadas por lámparas de sodio de alta presión. Su menor tamaño ofrece mejor control óptico, particularmente en el alumbrado de carreteras, donde existe cada vez mayor preocupación por el excesivo resplandor del cielo.

viernes, 21 de enero de 2011

Lámparas de haluro metálico

Es posible mejorar el color y el rendimiento lumínico de las lámparas de descarga de mercurio añadiendo diferentes metales al arco de mercurio. La dosis es pequeña en cada lámpara y, a efectos de precisión en la aplicación, es más conveniente manejar los metales en polvo, en forma de haluros, que se disgrega cuando la lámpara se calienta y libera el metal.
Una lámpara de haluro metálico puede utilizar varios metales diferentes, cada uno de los cuales emite un color característico específico. Entre ellos cabe citar:

• disprosio — verde-azul de banda ancha
• indio — azul de banda estrecha
• litio — rojo de banda estrecha
• escandio — verde-azul de banda ancha
• sodio — amarillo de banda estrecha
• talio — verde de banda estrecha
• estaño — rojo-naranja de banda ancha
No existe una mezcla estándar de metales, por lo que puede ser que las lámparas de haluro metálico de diferentes fabricantes no sean compatibles en aspecto o funcionamiento. En las lámparas de menor vataje, de 35 a 150 W, existe una compatibilidad física y eléctrica más próxima a una norma común. Las lámparas de haluro metálico necesitan equipo de control, pero la falta de compatibilidad significa que es necesario combinar bien cada lámpara con su equipo para que las condiciones de cebado y funcionamiento sean correctas.

jueves, 20 de enero de 2011

Lámparas de mercurio de alta presión

Las descargas de alta presión son más compactas y tienen mayores cargas eléctricas; por consiguiente, requieren tubos de descarga de arco hechos de cuarzo para soportar la presión y la temperatura. El tubo de descarga de arco va dentro de una envoltura exterior de vidrio con una atmósfera de nitrógeno o argón- nitrógeno para reducir la oxidación y el chisporroteo. La bombilla filtra eficazmente la radiación ultravioleta del tubo de descarga de arco (véase la Figura 46.7).

A alta presión, la descarga de mercurio es principalmente radiación azul y verde. Para mejorar el color, un revestimiento fosfórico aplicado a la bombilla añade luz roja. Existen versiones de lujo con mayor contenido de rojo, que proporcionan un mayor rendimiento lumínico y reproducen mejor el color.
A todas las lámparas de descarga de alta presión les cuesta alcanzar su pleno rendimiento. La descarga inicial se realiza a través del gas conductor interior y el metal se evapora a medida que aumenta la temperatura de la lámpara. A presión estable, la lámpara no se vuelve a cebar inmediatamente sin un equipo de control especial. Se produce una demora mientras la lámpara se enfría suficientemente y se reduce la presión, de modo que basta la tensión de alimentación normal o el circuito de ignición para restablecer el arco.
Las lámparas de descarga tienen una característica de resistencia negativa, por lo que es necesario el equipo de control externo para regular la corriente. Existen pérdidas debidas a los componentes del estos equipos de control, de modo que el usuario deberá tener en cuenta el vataje total al estudiar los costes de explotación y la instalación eléctrica. Las lámparas de mercurio de alta presión constituyen una excepción, y uno de sus tipos contiene un filamento de tungsteno que actúa como dispositivo limitador de corriente y además agrega colores cálidos a la descarga verde/azul. Con lo cual, las lámparas incandescentes pueden reemplazarse directamente.
Aunque las lámparas de mercurio tienen una larga vida útil, de alrededor de 20.000 horas, su rendimiento lumínico dismi- nuye hasta aproximadamente el 55 % del inicial al final de este período y, por consiguiente, su vida económica puede ser menor.

miércoles, 19 de enero de 2011

Los sistemas de ventilación y el control de los climas en interiores (V)

la colocación de divisiones totales o parciales en el espacio de trabajo. Hay muchos medios de corregir esta situación. Uno de ellos es dejar un espacio abierto en el borde inferior de los tabiques que dividen los cubículos. Otros son la instalación de ventiladores suplementarios y la colocación de rejillas difusoras en el suelo. El uso de ventiloconvectores de inducción ayuda a mezclar el aire y permite el control individualizado de las condiciones térmicas de un espacio determinado. Sin restar importancia a la calidad del aire per se ni a los medios de controlarla, hay que tener en cuenta que para conseguir un ambiente interior confortable debe existir un equilibrio entre los diferentes elementos que afectan al mismo. Cualquier medida que se tome —aunque sea positiva— que afecte sólo a uno de los elementos, sin tener en cuenta el resto, puede romper el equilibrio y dar lugar a nuevas quejas por parte de los ocupantes del edificio. En las Tablas 45.3 y 45.4 se ilustra cómo algunas de estas medidas, cuya finalidad es mejorar la calidad del aire interior, provocan el fallo de otros elementos de la ecuación, de modo que la regulación del ambiente de trabajo puede afectar a la calidad del aire interior.
La calidad del ambiente general de un edificio que se encuentra en la fase de diseño dependerá, en gran medida, de las personas encargadas de su gestión, pero sobre todo de que se adopte una actitud positiva con respecto a los ocupantes del edificio. Para los propietarios del mismo, los ocupantes son los sensores más fiables para calibrar el correcto funcionamiento de las instalaciones destinadas a crear un ambiente interior de calidad.

martes, 18 de enero de 2011

Los sistemas de ventilación y el control de los climas en interiores (IV)

Si el aire fluye a velocidad reducida a través de un número significativo de estos terminales (sucede cuando los termostatos de diferentes zonas alcanzan la temperatura deseada) y se reduce automáticamente la potencia de los ventiladores que impulsan el aire, pueden surgir dificultades. Por ejemplo, que el flujo total de aire que circula por el sistema sea menor, en algunos casos mucho menor, o incluso que se interrumpa totalmente la “entrada” de aire fresco del exterior. La colocación de sensores que controlen el flujo de aire exterior en el punto de entrada del sistema puede asegurar el mantenimiento de un flujo mínimo de aire fresco en todo momento.

lunes, 17 de enero de 2011

Estrategia de la toma de muestras: Qué

Los contaminantes en cuestión deben ser identificados de antemano y, considerando los diferentes tipos de información que pueden obtenerse, debe decidirse si realizar determinación de emisión o de inmisión.
Las determinaciones de la emisión para la calidad del aire interior permiten conocer la influencia de diferentes fuentes de contaminación, de las condiciones climáticas, de las características del edificio y de la intervención humana, lo que nos permite controlar o reducir las fuentes de emisiones y mejorar la calidad del aire interior. Existen diferentes técnicas para realizar este tipo de determinación: colocar un sistema de captación junto a la fuente de emisión, definir un área de trabajo limitada
y estudiar las emisiones como si representaran las condiciones reales de trabajo, o trabajar en condiciones forzadas aplicando sistemas de control que se basan en el espacio de la cabeza.
Las determinaciones de la inmisión nos permiten establecer el nivel de contaminación del aire interior en las diferentes áreas del edificio divididas en compartimentos, haciendo posible la creación de un mapa de la contaminación de toda la estructura. Utilizando estas determinaciones, identificando las diferentes áreas en las que las personas han realizado sus actividades y calculando el tiempo que han pasado realizando esa tarea, será posible establecer los niveles de exposición. Otra forma de llevarlo a cabo es hacer que los trabajadores lleven dispositivos de control durante el trabajo.
Si el número de contaminantes es amplio y variado puede ser más práctico seleccionar algunas sustancias indicativas de forma que la determinación sea representativa y no demasiado cara.

domingo, 16 de enero de 2011

Estrategia de la toma de muestras

El control analítico de la calidad del aire interior debe considerarse como un último recurso cuando la inspección previa de exploración no proporciona resultados positivos, o si son necesarios una evaluación o un control de los ensayos iniciales. Suponiendo un cierto conocimiento previo de las fuentes de contaminación y de los tipos de contaminantes, las muestras, incluso cuando sea un número limitado, deben ser representativas de los diversos espacios estudiados. La toma de muestras debe planificarse para responder las preguntas ¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? y ¿Cuándo?

sábado, 15 de enero de 2011

Planificación de las lecturas

Para mejorar la calidad del aire interior puede utilizarse el procedimiento tradicional en el campo del control ambiental en el lugar de trabajo, que consiste en identificar y cuantificar un problema, proponer medidas correctoras, asegurarse de que se ponen en práctica estas medidas y valorar su eficacia después de un período de tiempo. Se trata de un procedimiento habitual que no siempre es el más adecuado, ya que a menudo no es necesaria una evaluación tan exhaustiva mediante la toma de numerosas muestras. Las medidas exploratorias, que pueden variar desde una inspección visual al análisis del aire ambiente por métodos de lectura directa, y que pueden proporcionar una concentración aproximada de contaminantes, son suficientes para resolver muchos de los problemas existentes. Una vez que se han tomado las medidas correctoras, pueden evaluarse los resultados con una segunda determinación, y sólo cuando no exista una clara evidencia de mejoría se realizará una inspección más exhaustiva (con determinaciones en profundidad) o un estudio analítico completo (Fondo Sueco para el Ambiente de Trabajo 1988).
Las principales ventajas de este procedimiento sobre el método más tradicional son el coste, la velocidad y la eficacia, pero requiere personal competente, con experiencia, y la utilización del equipo apropiado. En la Figura 44.5 se resumen los objetivos de las diferentes fases de este procedimiento.

viernes, 14 de enero de 2011

Aislamiento térmico de la ropa

En el cálculo del flujo de calor por convección, radiación y evaporación se aplica un factor de corrección para tener en cuenta la ropa utilizada. En el caso de prendas de algodón, los dos factores de reducción FclC y FclR pueden calcularse como:

m2   /W  o  en  clo.  Un  aislamiento  de  1  clo  corresponde  a
0,155 m2/W y se consigue, por ejemplo, con un traje de calle normal (camisa, corbata, pantalones, chaqueta, etc.).
En la norma ISO 9920 (1994) se indica el aislamiento rmico proporcionado por diferentes combinaciones de prendas. En el
caso de prendas protectoras especiales que reflejan el calor o limitan la permeabilidad al vapor en condiciones de calor, o absorben y aíslan en condiciones de estrés por calor, deben aplicarse factores de corrección individuales. En cualquier caso, hasta la fecha el problema sigue sin comprenderse bien y las predicciones matemáticas son muy aproximadas.

jueves, 13 de enero de 2011

Evaporación

Sobre todas las superficies húmedas existe una capa de aire satu- rado con vapor de agua. Si la atmósfera no está saturada, el vapor se difunde desde esta capa a la atmósfera. La capa tiende a regenerarse absorbiendo el calor de evaporación (0,674 vatios hora por gramo de agua) de la superficie húmeda, que se enfría. Si toda la piel está cubierta de sudor, la evaporación es máxima
(E max ) y depende sólo de las condiciones ambientales, de acuerdo con la siguiente expresión:

donde:
he es el coeficiente de intercambio por evaporación (W/m2 kPa) Psk,s es la presión saturada del vapor de agua a la temperatura de la piel (expresado en kPa)
Pa es la presión parcial de vapor de agua en el ambiente (expre- sada en kPa)
Fpcl  es el factor de reducción del intercambio por evaporación debido a la ropa.

miércoles, 12 de enero de 2011

Radiación

Todos los cuerpos emiten radiación electromagnética cuya intensidad depende de su temperatura absoluta T (en grados Kelvin: K) elevada a la cuarta potencia. La piel, con una temperatura que puede oscilar entre 30 y 35 °C (303 y 308 K), emite este tipo de radiación en la zona infrarroja. Además recibe la radiación emitida por las superficies vecinas. El flujo térmico intercambiado por radiación, R (in W/m2 ), entre el cuerpo y su entorno puede describirse con la siguiente expresión:


donde:

 es la constante universal de radiación (5,67 × 10-8 W/m2 K4)
 es la emisividad de la piel que, para la radiación infrarroja, es igual a 0,97 e independiente de la longitud de onda, y para la radiación solar es aproximadamente igual a 0,5 en las personas de raza blanca y 0,85 en las personas de raza negra AR/AD es la fracción de la superficie corporal que participa en los intercambios, siendo del orden de 0,66, 0,70 o 0,77, dependiendo de si la persona está en cuclillas, sentada o de pie FclR es el factor de reducción de los intercambios de calor por radiación debido a la ropa
Tsk (en K) es la temperatura media de la piel
Tr (en K) es la temperatura media radiante del ambiente; esto es, la temperatura uniforme de una esfera negra mate de gran diámetro que rodearía a la persona e intercambiaría con ella la misma cantidad de calor que con el entorno real.
La anterior expresión puede sustituirse por una ecuación simplificada similar a la de los intercambios por convección:


martes, 11 de enero de 2011

Sistemas de transporte en edificios

Los sistemas de transporte deben tenerse en cuenta en la fase de diseño e integrarse en el sistema de protección global del edificio. Los peligros asociados a dichos sistemas deben contemplarse en cualquier planificación o estudio contra incendios.
Los sistemas de transporte de los edificios, como los ascen- sores y escaleras mecánicas, hacen posible la vida en los edificios altos. Los huecos de los ascensores pueden contribuir a la propagación del humo y las llamas. Por otro lado, un ascensor es una herramienta necesaria en las operaciones de lucha contraincendios en los edificios altos.
Los sistemas de transporte pueden agravar los problemas de seguridad, ya que el hueco del ascensor actúa como una chimenea debido al tiro natural del humo caliente y los gases del incendio. Esto suele dar lugar a un ascenso del humo y de los productos de combustión desde los niveles inferiores del edificio
a los superiores.
Los edificios con muchos pisos presentan nuevos y diferentes problemas a los equipos de protección contra incendios, como el uso del ascensor en las emergencias. En caso de incendio resulta peligroso utilizar los ascensores por varias razones:
1. Los ocupantes pueden estar pulsando el botón de un ascensor en un descansillo a la espera de que llegue un ascensor que puede no responder en absoluto y perder así un tiempo valioso para huir.
2. Los ascensores no dan prioridad a ninguna llamada, y una de ellas puede ser la del piso del incendio.
3. Los ascensores no pueden ponerse en marcha hasta que no se han cerrado sus puertas, y el pánico puede producir aglomeraciones en el ascensor y bloquear las puertas, impidiendo su cierre.
4. La electricidad puede fallar en cualquier momento durante el incendio, dejando a las personas atrapadas en el ascensor

lunes, 10 de enero de 2011

Comportamiento humano en caso de incendio (II)

La actividad previa a la declaración del incendio es un factor importante. Cuando una persona está realizando una actividad habitual, como comer en un restaurante, su comporta- miento posterior estará considerablemente condicionado por ella.
La percepción de una señal puede depender de la actividad previa al incendio. Existen diferencias entre el hombre y la mujer, siendo la mujer más receptiva a ruidos y olores, aunque en pequeña medida. También existen diferencias de papel en las respuestas iniciales a la señal. En incendios en el hogar, si la mujer percibe la señal y la investiga, el hombre al ser informado posiblemente irá a “echar un vistazo” y postergará otras acciones. En locales de mayor tamaño, la señal puede ser un aviso de alarma. Se ha observado que, cuando la información llega de otras personas, no propicia la adopción de un compor- tamiento efectivo.
Las personas pueden percatarse o no de que se ha producido un incendio. Su comportamiento dependerá de que consigan definir su situación correctamente.

Una vez detectado el incendio, se inicia la fase de “preparación”. Las características de los ocupantes pueden influir mucho en la forma en que se desarrolla esta fase. La fase de “preparación” incluye, por orden cronológico, los siguientes pasos:
“instruir”, “explorar” y “abandonar el lugar”.
La fase “actuar”, que es la fase final, depende del papel, el tipo de ocupación, el comportamiento y la experiencia anterior de la persona y puede dar lugar a una evacuación precoz o a una extinción efectiva.

domingo, 9 de enero de 2011

Comportamiento humano en caso de incendio (I)

La forma en que una persona reacciona en caso de incendio depende del papel que asume, de la experiencia anterior, de la educación, la personalidad, la percepción de amenaza de la situa- ción, las características físicas, las vías de escape disponibles y la actuación de las demás personas que comparten con ella esa experiencia. Entrevistas y estudios realizados a lo largo de
30 años han confirmado que los episodios de comportamiento desadaptado o de pánico se producen raras veces y en condiciones específicas. El comportamiento en caso de incendio suele estar determinado por el análisis de la información, que genera acciones de cooperación y altruistas.
El comportamiento humano pasa por varias fases, y hay varias alternativas para pasar de una a otra. De forma resumida, un incendio presenta tres fases generales:
1. La persona percibe las señales iniciales y las investiga o malinterpreta.
2. Una vez que el incendio ya es visible, la persona intenta obtener más información, ponerse en contacto con otras personas o abandonar el lugar.
3. Después, la persona intenta luchar contra el incendio, inte- raccionar con otros o escapar.

sábado, 8 de enero de 2011

Efectos estocásticos: Cáncer

• Cáncer. El efecto de la irradiación sobre el riesgo de desarrollar cáncer se ha estudiado en los pacientes de radioterapia y en los supervivientes de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. El UNSCEAR (1988, 1994) resume periódicamente los resultados de estos estudios epidemiológicos. La duración típica del período de latencia es de 5 a 15 años a partir de la fecha de exposición, en función del órgano y del tejido expuesto. En la Tabla 39.28 se indican los cánceres para los que se ha confirmado una asociación con radiación ionizante. Se ha demos trado una presencia excesiva de cáncer entre los supervivientes de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, con exposiciones superiores a 0,2 Sv.
• Tumores benignos seleccionados. Adenomas tiroideos benignos.

viernes, 7 de enero de 2011

Efectos estocásticos: Mutación

Son de tipo probabilístico (es decir, su frecuencia aumenta con la dosis recibida), pero su gravedad es independiente de la dosis. Los principales efectos estocásticos son los siguientes:

• Mutación. Se ha observado en experimentos con animales, pero ha sido difícil de documentar en seres humanos.

jueves, 6 de enero de 2011

Efectos deterministas (II)

En acontecimientos límite, murieron nueve de los 60 trabajadores expuestos en centros de procesamiento de combustible nuclear o en reactores de investigación (Rodrigues 1987). Los fallecidos recibieron de 3 a 45 Gy, en tanto que los supervivientes recibieron de 0,1 a 7 Gy. Entre los supervivientes se observaron los efectos siguientes: síndrome de radiación agudo (efectos gastrointestinales y hematológicos), cataratas bilaterales y necrosis de miembros con amputación.
En Chernóbil, el personal de la central, así como el personal de emergencia que no llevaba equipos de protección especiales, sufrió una alta exposición a radiación beta y gamma en las primeras horas o días después del accidente. Hubo que hospita- lizar a 500 personas; 237 que recibieron irradiación total presen- taron síndrome de radiación agudo y 28 murieron a pesar del tratamiento (Tabla 39.27) (UNSCEAR 1988). Otras recibieron irradiación parcial de miembros, que en algunos casos afectó a más del 50 % de la superficie del cuerpo: muchos años después, siguen padeciendo trastornos dérmicos múltiples (Peter, Braun- Falco y Birioukov 1994).


¿Qué quiere decir dosis? - Dosis colectiva

La dosis colectiva refleja la exposición de un grupo o una población y no de un individuo, y resulta útil para evaluar las consecuencias de la exposición a radiación ionizante a escala de población o de grupo. Se calcula sumando las dosis individuales recibidas, o bien multiplicando la dosis individual media por el número de individuos expuestos o de la población afectada. La dosis colectiva se mide en man-Sieverts (man Sv).