Los desplazamientos oscilatorios de un objeto implican, alternati- vamente, una velocidad en una dirección y después una velocidad en dirección opuesta. Este cambio de velocidad significa que el objeto experimenta una aceleración constante, primero en una dirección y después en dirección opuesta. La magnitud de una vibración puede cuantificarse en función de su desplazamiento, su velocidad o su aceleración. A efectos prácticos, la aceleración suele medirse con acelerómetros. La unidad de aceleración es el metro por segundo al cuadrado (m/s2). La aceleración debida a la gravedad terrestre es, aproximadamente, de 9,81 m/s2.
La magnitud de una oscilación puede expresarse como la distancia entre los extremos alcanzados por el movimiento (valor pico-pico) o como la distancia desde algún punto central hasta la desviación máxima (valor pico). Con frecuencia, la magnitud de la vibración se expresa como el valor promedio de la aceleración del movimiento oscilatorio, normalmente el valor cuadrático medio o valor eficaz (m/s2 r.m.s.). Para un movimiento de una sola frecuencia (senoidal), el valor eficaz es el valor pico dividido por 2.
Para un movimiento senoidal, la aceleración, a (en m/s2), puede calcularse a partir de la frecuencia, f (en ciclos por segundo), y el desplazamiento, d (en metros):
a= (2pf) 2d
Puede usarse esta expresión para convertir medidas de acelera- ción en desplazamientos, pero solo tiene precisión cuando el movimiento se produce a una sola frecuencia.
A veces se utilizan escalas logarítmicas para cuantificar magnitudes de vibración en decibelios. Cuando se utiliza el nivel de referencia de la Norma Internacional 1683, el nivel de acele- ración, La, viene dado por la expresión La = 20 log10(a/a0), en donde a es la aceleración medida (en m/s2 r.m.s.) y a0 el nivel de referencia de 10-6 m/s2. En algunos países se utilizan otros niveles de referencia.