domingo, 31 de julio de 2011

El método de ingeniería

Con este método, las mediciones del nivel sonoro con factor de ponderación A o las que utilizan otras redes de ponderación se complementan con mediciones que utilizan filtros de banda de octava o de tercio de banda octava. El número de puntos de medición y las gamas de frecuencias se deciden en función de los objetivos de medición. También es preciso registrar factores temporales. Este método es útil para evaluar la interferencia con la comunicación hablada calculando los niveles de interferencia conversacional (Speech Interference Levels, SIL), así como para implantar programas de control técnico del ruido y realizar esti- maciones de los efectos auditivos y no auditivos del ruido.

sábado, 30 de julio de 2011

Sistemas de iluminación

El interés por la iluminación natural ha aumentado recientemente. Y no se debe tanto a la calidad de este tipo de iluminación como al bienestar que proporciona. Pero como el nivel de iluminación de las fuentes naturales no es uniforme, se necesita un sistema de iluminación artificial. Los sistemas de iluminación más utilizados son los siguientes:

viernes, 29 de julio de 2011

Distribución de la luz; deslumbramiento Parte II

En general, se produce más deslumbramiento cuando las fuentes de luz están montadas a poca altura o en grandes habita- ciones, porque las fuentes de luz así ubicadas pueden entrar fácilmente en el ángulo de visión que provoca deslumbramiento.
3. Distribución de luminancias entre diferentes objetos y super- ficies: cuanto mayores sean las diferencias de luminancia entre los objetos situados en el campo de visión, más brillos se crearán y mayor será el deterioro de la capacidad de ver provocado por los efectos ocasionados en los procesos de adaptación de la visión. Los valores máximos recomendados de disparidad de luminancias son:
• Tarea visual: superficie de trabajo = 3:1.
• Tarea visual: alrededores = 10:1.
4. Tiempo de exposición: incluso las fuentes de luz de baja lumi- nancia pueden provocar deslumbramiento si se prolonga demasiado la exposición.

Evitar el deslumbramiento es un propósito relativamente sencillo y puede conseguirse de diferentes maneras. Una de ellas, por ejemplo, es colocar rejillas bajo las fuentes de iluminación, o utilizar difusores o reflectores parabólicos que puedan enfocar la luz apropiadamente, o instalar las fuentes de luz de modo que no interfieran con el ángulo de visión. A la hora de diseñar el ambiente de trabajo, la correcta distribución de la luminancia es tan importante como la propia iluminación, pero también es importante considerar que una distribución de luminancias excesivamente uniforme dificulta la percepción espacial y tridi- mensional de los objetos.

jueves, 28 de julio de 2011

Distribución de la luz; deslumbramiento Parte I

Los factores esenciales en las condiciones que afectan a la visión son la distribución de la luz y el contraste de luminancias. Por lo que se refiere a la distribución de la luz, es preferible tener una buena iluminación general en lugar de una iluminación locali- zada, con el fin de evitar deslumbramientos. Por esta razón, los accesorios eléctricos deberán distribuirse lo más uniformemente posible con el fin de evitar diferencias de intensidad luminosa. El constante ir y venir por zonas sin una iluminación uniforme causa fatiga ocular y, con el tiempo, esto puede dar lugar a una reducción de la capacidad visual.
Cuando existe una fuente de luz brillante en el campo visual se producen brillos deslumbrantes; el resultado es una disminu- ción de la capacidad de distinguir objetos. Los trabajadores que sufren los efectos del deslumbramiento constante y sucesiva- mente pueden sufrir fatiga ocular, así como trastornos funcio- nales, aunque en muchos casos ni siquiera sean conscientes de ello.
El deslumbramiento puede ser directo (cuando su origen está en fuentes de luz brillante situadas directamente en la línea de visión) o reflejado (cuando la luz se refleja en superficies de alta reflectancia). En el deslumbramiento participan los factores siguientes:
1. Luminancia de la fuente de luz: la máxima luminancia tolerable
por observación directa es de 7.500 cd/m2. En la
Figura 46.11 se recogen algunos de los valores aproximados de luminancia para varias fuentes de luz.
2. Ubicación de la fuente de luz: el deslumbramiento se produce cuando la fuente de luz se encuentra en un ángulo de
45 grados con respecto a la línea de visión del observador. Las figuras siguientes ilustran maneras y métodos de evitar el deslumbramiento directo y reflejado (véase la Figura 46.12).

miércoles, 27 de julio de 2011

Factores que afectan a la visibilidad de los objetos

El grado de seguridad con que se ejecuta una tarea depende, en gran parte, de la calidad de la iluminación y de las capacidades
visuales. La visibilidad de un objeto puede resultar alterada de muchas maneras. Una de las más importantes es el contraste de luminancias debido a factores de reflexión, a sombras, o a los colores del propio objeto y a los factores de reflexión del color. Lo que el ojo realmente percibe son las diferencias de luminancia entre un objeto y su entorno o entre diferentes partes del mismo objeto. En la Tabla 46.6 se muestran los contrastes entre colores por orden descendente.
La luminancia de un objeto, de su entorno y del área de trabajo influyen en la facilidad con que puede verse un objeto. Por consiguiente, es de suma importancia analizar minuciosamente el área donde se realiza la tarea visual y sus alrededores. Otro factor es el tamaño del objeto a observar, que puede ser adecuado o no, en función de la distancia y del ángulo de visión del observador. Los dos últimos factores determinan la disposi- ción del puesto de trabajo, clasificando las diferentes zonas de acuerdo con su facilidad de visión. Podemos establecer cinco zonas en el área de trabajo (véase la Figura 46.10).
Un factor adicional es el intervalo de tiempo durante el que se produce la visión. El tiempo de exposición será mayor o menor en función de si el objeto y el observador están estáticos, o de si uno de ellos o ambos se están moviendo. La capacidad del ojo para adaptarse automáticamente a las diferentes iluminaciones de los objetos también puede influir considerablemente en la visibilidad.

martes, 26 de julio de 2011

Filtración de partículas Parte I

La filtración es un método útil para eliminar líquidos o sólidos en suspensión, pero hay que tener en cuenta que no elimina gases ni vapores. Los filtros pueden capturar partículas por obstrucción, impacto, intercepción, difusión y atracción electrostática. La filtración en un sistema de aire acondicionado es necesaria por muchas razones. Una de ellas es evitar la acumulación de suciedad que pueda reducir la eficacia del intercambio de calor. El sistema también puede sufrir corrosión a causa de ciertas partí- culas (ácido sulfúrico y cloruros). También se necesita filtración para evitar desequilibrios en el sistema de ventilación debidos a la formación de depósitos en las palas de los ventiladores y al envío de información falsa a los controles por obstrucción de los sensores.
Los sistemas de filtración de aire interior se sirven de al menos dos filtros colocados en serie. El primero, un prefiltro o filtro primario, retiene sólo las partículas más grandes. Debe cambiarse a menudo para que el filtro siguiente dure más tiempo. El filtro secundario es más eficaz que el primero y puede filtrar esporas fúngicas, fibras sintéticas y, en general, polvo más fino que el recogido por el filtro primario. Los filtros deben ser suficientemente eficaces para eliminar partículas irritantes y tóxicas.
La elección de un filtro se basa en su eficacia, en su capacidad para acumular polvo, en su pérdida de carga y en el nivel exigido de pureza del aire. La eficacia de un filtro se mide por las normas ASHRAE 52-76 y Eurovent 4/5 (ASHRAE 1992; CEN 1979). Su capacidad de retención se define como la masa del polvo que retiene por el volumen del aire filtrado y se utiliza para filtros que sólo retienen partículas grandes (filtros de eficacia media y baja). Para medir su capacidad de retención, se hace pasar a través del filtro polvo aerosol sintético, de concen- tración y granulometría conocidas. La parte retenida en el filtro se calcula por gravimetría.

lunes, 25 de julio de 2011

Técnicas de depuración del aire

Es conveniente elegir y diseñar con precisión los métodos de depuración del aire para cada tipo concreto de contaminante. Una vez instalado, el mantenimiento periódico evitará que el propio sistema se convierta en una nueva fuente de contaminación. A continuación se describen seis métodos empleados para eliminar contaminantes del aire.

domingo, 24 de julio de 2011

Control del ambiente

Los ambientes interiores de edificios no industriales suelen tener muchas fuentes de contaminación que, además, tienden a estar dispersas. El sistema más empleado para corregir o prevenir los problemas de contaminación en interiores es, por consiguiente, la ventilación, ya sea general o de dilución. Lo que se hace es mover
y dirigir el flujo de aire para capturar, retener y transportar los contaminantes desde su fuente hasta el sistema de ventilación. Por añadidura, la ventilación general también permite el control de las características térmicas del ambiente interior acondicio- nando y recirculando el aire (véase más adelante, en este mismo capítulo, la sección “Objetivos y principios de la ventilación general y de la ventilación de dilución”).
A fin de diluir la contaminación interna, sólo es aconsejable aumentar el volumen de aire exterior si el sistema es de tamaño apropiado y no se provoca falta de ventilación en otras zonas ni se impide el correcto acondicionamiento del aire. Para que un sistema de ventilación sea lo más eficaz posible, es conveniente instalar extractores localizados en las fuentes de contaminación; el aire mezclado con contaminación no deberá volver a utili- zarse; los ocupantes deberán situarse junto a los difusores de aire
y las fuentes de contaminación junto a los extractores; los contaminantes deberán expulsarse por la vía más corta posible, y los recintos que tengan fuentes de contaminación localizadas deberán mantenerse a presión negativa en relación con la presión atmosférica exterior.
La mayoría de las deficiencias de ventilación parecen ir ligadas a una cantidad inadecuada de aire exterior. Con todo, una distribución inadecuada del aire de renovación también puede dar lugar a problemas de calidad del aire. Por ejemplo, en habitaciones con techos muy altos, que reciban aire caliente
(menos denso) desde arriba, pueden ocurrir problemas de estra- tificación y entonces la ventilación no podrá diluir la contaminación presente en la habitación. La ubicación y colocación de los difusores y retornos de aire en relación con los ocupantes y las fuentes de contaminación es una cuestión que requiere especial atención a la hora de diseñar el sistema de ventilación.

sábado, 23 de julio de 2011

Dióxido de nitrógeno

Se han desarrollado diversos métodos para detectar el dióxido de nitrógeno, NO2, en el aire interior utilizando monitores pasivos y tomando muestras para un análisis posterior, pero estos métodos han mostrado problemas de sensibilidad que probablemente se resolverán en el futuro. El método más conocido es el tubo de Palmes, que tiene un límite de detección de 300 ppb. En el marco no industrial, se deberán tomar muestras durante un mínimo de cinco días para obtener un límite de detección de 1,5 ppb, tres veces superior al valor del blanco para una exposición de una semana. También se han desarrollado monitores portátiles con detección en tiempo real basados en la reacción quimicolumínica entre el NO2 y el reactivo luminol, pero los resultados obtenidos con este método pueden modificarse por la temperatura y su linealidad y sensibilidad dependen de las características de la solución de luminol utilizada. Los monitores con sensores electro- químicos poseen una sensibilidad mayor, pero pueden sufrir inter- ferencias por los compuestos que contienen azufre (Freixa 1993).



viernes, 22 de julio de 2011

Análisis de gases

Los métodos activos son los más utilizados para el análisis de gases, y se llevan a cabo utilizando soluciones absorbentes o sólidos adsorbentes, o tomando directamente una muestra de aire con una bolsa u otro contenedor inerte y hermético. Para prevenir la pérdida de parte de la muestra y aumentar la exactitud de la determinación, el volumen de la muestra debe ser menor y la cantidad de absorbente o adsorbente utilizado debe ser mayor que para otros tipos de contaminación. También debe tenerse cuidado al transportar y almacenar la muestra (conservándola a baja temperatura y reduciendo el tiempo transcurrido hasta su análisis). Los métodos de lectura directa se utilizan con gran frecuencia para medir gases, por la considerable mejora de las prestaciones de los monitores modernos, más sensibles y precisos que antes. Debido a su facilidad de uso y al nivel y el tipo de información que proporcionan, están sustituyendo de forma progresiva a los métodos tradicionales de análisis. En la Tabla 44.13 se muestran los niveles mínimos de detección para los diversos gases estudiados considerando el método de muestreo y el análisis utilizado.
Monóxido y dióxido de carbono, contaminantes habituales del aire interior, se determinan utilizando monitores que los detectan directamente por medios electroquímicos o infrarrojos, aunque los detectores por infrarrojos no son muy sensibles. También pueden determinarse tomando muestras de aire directamente con bolsas inertes y analizando la muestra mediante cromatografía de gases con un detector de ionización de llama, que transforma los gases a metano por medio de una reacción catalítica antes de su detección. Los detectores de conductividad térmica suelen ser suficientemente sensibles para determinar concentraciones habituales de CO2.

jueves, 21 de julio de 2011

Procedimientos analíticos

El número de contaminantes del aire interior es elevado y éstos se encuentran presentes en concentraciones bajas. La metodología disponible hasta ahora se basa en la adaptación de métodos utilizados para controlar la calidad del aire atmosférico o del exterior y la del aire del medio ambiente industrial. La adaptación de estos métodos para el análisis del aire interior implica cambiar el rango de la concentración buscada, cuando el método lo permite, utilizando tiempos de muestreo más largos y cantidades mayores de absorbentes o adsorbentes. Todos estos cambios son apro- piados cuando no conllevan una pérdida de fiabilidad o preci- sión. La determinación de una mezcla de contaminantes suele ser cara y los resultados obtenidos imprecisos. En muchos casos, lo único que se garantizará será la obtención de un perfil de contaminación que indicará el nivel de contaminación durante los intervalos de muestreo, en comparación con el aire limpio, con el aire atmosférico o con otros espacios de interior. Los monitores de lectura directa se utilizan para controlar el perfil de contami- nación, pero pueden no ser adecuados si son demasiado ruidosos
o grandes. Actualmente se están diseñando monitores más pequeños y más silenciosos con una mayor precisión y sensibi- lidad. En la Tabla 44.12 se muestra un esquema del estado actual de los métodos utilizados para medir los diferentes tipos de contaminantes.

miércoles, 20 de julio de 2011

Anemómetros de aspas giratorias

La medición se realiza contando el número de vueltas de las aspas durante un cierto período de tiempo. De esta forma, se obtiene la velocidad media del aire durante ese período de tiempo de una manera discontinua. Los anemómetros presentan dos principales desventajas:
1. Son muy sensibles a la dirección del aire y tienen que orientarse estrictamente en la dirección del flujo de aire. Cuando la dirección del aire varía o se desconoce, tienen que realizarse mediciones en tres direcciones perpendiculares.
2. El rango de medición se extiende de unos 0,3 m/s a 10 m/s. Las limitaciones de este instrumento con velocidades de aire bajas tienen importancia cuando, por ejemplo, se trata de analizar una situación de estrés térmico en la que no debe superarse una velocidad de 0,25 m/s. Aunque el rango de medición puede ampliarse más allá de 10 m/s, rara vez es inferior a 0,3
o incluso a 0,5 m/s, lo que limita en gran medida las posibilidades de utilización de este aparato en ambientes próximos al bienestar, en donde las velocidades máximas permitidas son de 0,5 o incluso de 0,25 m/s.

martes, 19 de julio de 2011

Velocidad del aire

La velocidad del aire debe medirse sin tener en cuenta la dirección del flujo de aire. De lo contrario, la medición tendrá que realizarse en tres ejes perpendiculares (x, y y z ) y calcular la velocidad global por la suma de vectores:


El rango de medida recomendado por la norma ISO 7726 se extiende de 0,05 a 2 m/s. La exactitud exigida es del 5 %. Debe medirse como el valor medio de 1 o 3 minutos.
Existen dos tipos de instrumentos para medir la velocidad del aire: los anemómetros de aspas giratorias y los termoanemó- metros.

lunes, 18 de julio de 2011

Temperatura radiante media (II)

Aquí se describirá sólo la primera de estas técnicas.
El termómetro de esfera negra consiste en una sonda térmica, cuyo elemento sensible está situado en el centro de una esfera completamente cerrada, fabricada con un metal que sea un buen conductor del calor (cobre) y pintada de negro mate para que su coeficiente de absorción en la zona infrarroja se aproxime a 1,0. La esfera se coloca en el lugar de trabajo y se somete a intercambios por convección y radiación. La temperatura del globo (tg) depende así de la temperatura radiante media, la temperatura del aire y la velocidad del aire.
Para un globo negro estándar de 15 cm de diámetro, la temperatura media de radiación puede calcularse a partir de la tempe- ratura del globo utilizando la siguiente ecuación:
En la práctica, es muy importante que la emisividad del globo se mantenga próxima a 1,0 volviéndola a pintar de negro mate siempre que sea necesario.
La principal limitación de este tipo de globo es su largo tiempo de respuesta (del orden de 20 a 30 minutos, dependiendo del tipo de globo utilizado y de las condiciones ambientales). La medi- ción es válida sólo si las condiciones de la radiación se mantienen constantes durante ese período de tiempo, y eso no siempre es posible en los entornos industriales, en cuyo caso la medición no será exacta. Los anteriores tiempos de respuesta corresponden a globos de 15 cm de diámetro con termómetros de mercurio convencionales. Pueden acortarse utilizando sensores de menor capacidad térmica o reduciendo el diámetro del globo, en cuyo caso la ecuación anterior deberá modificarse para tener en cuenta esta diferencia en el diámetro.
Para el cálculo del índice WBGT se utiliza directamente la temperatura del globo negro. Es por tanto esencial utilizar un globo de 15 cm de diámetro. No obstante, pueden utilizarse otros índices basados en la temperatura radiante media, en cuyo caso podrá utilizarse un globo de menor tamaño para reducir el tiempo de respuesta, siempre que se modifique la anterior ecuación para tener este hecho en cuenta. La norma ISO 7726
(1985) permite una exactitud de 2 ºC en la medición de tr entre
10 y 40 ºC, y 5 ºC fuera de ese rango.

domingo, 17 de julio de 2011

Tuberías

El agua fluye a través de una red de tuberías, normalmente suspendidas del techo, dotadas de rociadores cada cierta distancia. Las tuberías de los sistemas de rociadores deben poder resistir una presión de trabajo no inferior a 1.200 kPa. En los sistemas de tuberías al aire, las fijaciones deben ser atornilladas, de pestaña, de junta mecánica o soldada.

sábado, 16 de julio de 2011

Válvulas de control

Las válvulas de control deben mantenerse siempre en posición abierta. A menudo, la supervisión de las válvulas de control se realiza con un sistema automático de alarma, mediante disposi- tivos que, cuando detectan una válvula cerrada, activan una señal de aviso en el panel de control del sistema de alarma contra incendios. Si no es posible realizar este tipo de control, deben bloquearse las válvulas en la posición abierta.

viernes, 15 de julio de 2011

Suministro de agua

Un sistema automático de rociadores debe disponer de agua en cantidad, presión y volumen suficientes para garantizar un funcionamiento fiable en cualquier momento. Si el suministro municipal de agua no reúne estos requisitos, deberá instalarse un depósito o bomba que asegure el suministro.

jueves, 14 de julio de 2011

Seguridad en centrales nucleares (OIEA Safety Series nº 75, INSAG-3)

El objetivo es proteger a los seres humanos y al medio ambiente de cualquier tipo de emisión de materiales radiactivos. A tal fin, es necesario aplicar una serie de medidas en las fases de diseño, construcción, funcionamiento y desmantelamiento de las centrales nucleares.
La seguridad de las centrales nucleares depende fundamentalmente del principio de “defensa en profundidad”: es decir, de la existencia simultánea de varios sistemas y mecanismos diferentes diseñados para compensar errores y deficiencias técnicas o humanas. En concreto, los materiales radiactivos están separados del medio ambiente por una serie de barreras sucesivas. En los reactores de producción de energía nuclear, la última de estas barreras es la estructura de contención (inexistente en la central de Chernóbil, pero presente en Three Mile Island). Para evitar que se rompan estas barreras y limitar las consecuencias de posibles rupturas, deben aplicarse tres medidas de seguridad a lo largo de toda la vida operativa de la central: control de la reacción nuclear, refrigeración del combustible y contención del material radiactivo.
Otro principio esencial de la seguridad es el “análisis de la experiencia”: es decir, la utilización de información resultante de todo tipo de sucesos ocurridos en otras centrales para aumentar la seguridad de la central. Así, el análisis de los accidentes de Three Mile Island y Chernóbil ha conducido a la introducción de modificaciones para garantizar que no se produzcan acci- dentes similares en otros lugares.
Por último, cabe señalar que se han realizado importantes esfuerzos para potenciar una cultura de la seguridad, es decir,una cultura que responda de forma continuada a las necesidades de la seguridad en la organización, la actividad y la práctica de la central, así como en los comportamientos personales. Para aumentar la visibilidad de los incidentes y accidentes en centrales nucleares, se ha desarrollado una escala internacional de accidentes nucleares (INES), idéntica en principio a las utilizadas para medir la gravedad de fenómenos naturales como terremotos y vientos (Tabla 39.30). Ahora bien, dicha escala no permite evaluar la seguridad de una central o establecer compa- raciones a escala internacional.



miércoles, 13 de julio de 2011

Principios de prevención y directrices Principios de seguridad y directrices

Uso industrial y médico de fuentes de radiación Aunque es cierto que todos los accidentes graves de radiación notificados se han producido en centrales nucleares, también el uso de fuentes de radiación en otros contextos ha provocado accidentes con consecuencias graves para los trabajadores o para la población en general. La prevención de este tipo de accidentes es esencial, en particular dado el desalentador pronóstico en caso de exposición a dosis elevadas. La prevención depende de una adecuada formación de los trabajadores y del mantenimiento de un exhaustivo inventario de los ciclos de vida de las fuentes de radiación, lo que incluye información tanto sobre su naturaleza como sobre su ubicación. La OIEA ha elaborado una serie de directrices y recomendaciones de seguridad para la utilización de fuentes de radiación en la industria, la medicina y la investigación (Safety Series nº 102); se trata de aplicar principios similares a los que se exponen más adelante para las centrales nucleares.

martes, 12 de julio de 2011

Efectos psicosociales

La aparición de problemas psicológicos crónicos más o menos graves después de haber sufrido traumas está firmemente estable- cida y ha sido estudiada sobre todo en poblaciones sometidas a catástrofes ambientales como inundaciones, erupciones volcánicas y terremotos. El estrés postraumático es una afección grave, duradera e incapacitadora (APA 1994).
La mayoría de nuestros conocimientos sobre los problemas psicológicos y el estrés provocados por accidentes de radiación proceden de los estudios realizados tras el accidente de Three

Mile Island. En el año que siguió al accidente, se observaron efectos psicológicos inmediatos en la población expuesta, en particular las madres de niños pequeños mostraron mayor sensi- bilidad, ansiedad y depresión (Bromet y cols. 1982). Además, se detectaron más problemas de depresión y ansiedad en los traba- jadores de la central que en los de otra central de energía
(Bromet y cols. 1982). En los años siguientes (es decir, tras la reapertura de la central), alrededor de una cuarta parte de la población estudiada presentó problemas psicológicos relativa- mente importantes. No se observaron diferencias en la frecuencia de los problemas psicológicos entre el resto de la población estudiada y las poblaciones de control (Dew y Bromet 1993). Los problemas psicológicos fueron más frecuentes en las personas que vivían cerca de la central y no disponían de una red de apoyo social, las que tenían un historial anterior de problemas psiquiátricos o las que habían desalojado sus casas en el momento del accidente (Baum, Cohen y Hall 1993).
También se están realizando estudios sobre las poblaciones expuestas al accidente de Chernóbil: el estrés parece ser un aspecto importante de salud pública (por ejemplo, trabajadores de la limpieza y de socorro, y personas que viven en una zona contaminada). Ahora bien, todavía no hay datos fiables sobre la naturaleza, la gravedad, la frecuencia y la distribución de los problemas psicológicos entre las poblaciones objetivo. Entre los factores que deben tenerse en cuenta al evaluar las consecuencias psicológicas y sociales del accidente sobre los habitantes de áreas contaminadas se encuentran las duras condiciones socioeconómicas existentes, la diversidad de los sistemas de compensación disponibles, los efectos de la evacuación y el reasentamiento
(unas 100.000 personas se reinstalaron en los años posteriores al accidente) y los efectos del descenso de la calidad de vida
(por ejemplo, modificación de la alimentación).