sábado, 15 de diciembre de 2012

Microorganismos asociados a la calidad del aire interior y sus efectos sobre la salud (III)

Se conocen poco los efectos sobre la salud de los COVM producidos durante el crecimiento y la esporulación de los mohos, o de sus equivalentes bacterianos. Aunque muchos COVM parecen tener una toxicidad relativamente baja (Sorenson 1989), datos aislados indican que pueden provocar cefaleas, molestias y, quizá, respuestas respiratorias agudas en el ser humano.
Las bacterias presentes en el aire interior generalmente no representan un peligro para la salud, ya que en la flora predominan los microorganismos grampositivos de la piel y de las vías respiratorias altas. Sin embargo, los recuentos elevados de estas bacterias indican exceso de población y mala ventilación. La presencia de un gran número de tipos gramnegativos o de Actinomycetales en el aire indica que existen superficies o materiales húmedos, desagües o, en particular, humidificadores de sistemas CVAA en los que están proliferando. Se ha demostrado que algunas bacterias gramnegativas (o endotoxinas extraídas de sus paredes) provocan síntomas de fiebre por humidificadores. En ocasiones, el crecimiento en humidificadores ha sido suficiente- mente intenso para la producción de aerosoles que contenían una cantidad suficiente de células alergénicas, causando síntomas similares a los de la neumonía aguda de AAE (véase la Tabla 44.15).
En raras ocasiones, los sistemas de recirculación pueden dispersar bacterias patógenas como Mycobacterium tuberculosis en los núcleos de gotitas procedentes de individuos infectados por un medio ambiente cerrado. Aunque el patógeno Legionella pneu- mophila ha sido aislado de humidificadores y sistemas de aire acondicionado, la mayoría de los brotes de legionelosis se han asociado a aerosoles originados en torres de refrigeración o duchas.

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