martes, 1 de enero de 2013

Relación dosis-efecto. (III)

También conviene mencionar que las estimaciones tabuladas se basan en promedios de población y no son aplicables necesariamente a cualquier individuo; es decir, la susceptibilidad a determinados tipos de cáncer (por ejemplo, cánceres de tiroides y mama) es mucho mayor en niños que en adultos, y la suscepti- bilidad a determinados cánceres aumenta también en asociación con algunas alteraciones hereditarias, como el retinoblastoma y el síndrome de carcinoma de células nevoides basales (UNSCEAR 1988, 1994; NAS 1990). A pesar de estas diferen- cias de susceptibilidad, se han propuesto estimaciones basadas en poblaciones para usarlas en casos de indemnización como base para calibrar la probabilidad de que un cáncer que aparezca en una persona irradiada con anterioridad pueda haber sido causado por la exposición en cuestión (NIH 1985). Evaluación del riesgo con dosis bajas. Hasta ahora, los estudios epidemiológicos para determinar si los riesgos de cáncer deri- vados de exposiciones a radiación de bajo nivel varían realmente en función de la dosis del modo pronosticado por las estimaciones anteriores no han llegado a conclusiones definitivas. Las radiación de fondo natural no presentan aumentos de las tasas de cáncer atribuibles a ella de modo definitivo (NAS 1990; UNSCEAR 1994); por el contrario, algunos estudios han suge- rido incluso una relación inversa entre niveles de radiación de fondo y tasas de cáncer, lo que algunos observadores interpretan como demostración de la existencia de efectos beneficiosos (u horméticos) de la irradiación de bajo nivel, acordes con las respuestas adaptativas de determinados sistemas celulares (UNSCEAR 1994). Ahora bien, la importancia de la relación inversa es cuestionable, puesto que no ha persistido tras controlar los efectos de variables que pudieran inducir a confu- sión (NAS 1990). De manera similar, en los trabajadores expuestos actualmente a la ración —salvo determinados grupos de mineros en galerías de roca viva (NAS 1994; Lubin, Boice y Edling 1994)— ya no se detectan aumentos de las tasas de cánceres distintos de la leucemia (UNSCEAR 1994), gracias a los avances en protección radiológica; por lo demás, las tasas de leucemia en estos trabajadores son coherentes con las estima- ciones antes tabuladas (IARC 1994). En resumen, podemos concluir que los datos disponibles en la actualidad son cohe- rentes con las estimaciones tabuladas (Tabla 48.5), que indican que menos del 3 % de los casos de cáncer en la población general son atribuibles a radiación natural de fondo (NAS 1990; IARC 1994), aunque hasta el 10 % de los cánceres de pulmón pueden atribuirse al radón de los recintos cerrados (NAS 1990; Lubin, Boice y Edling 1994).

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