domingo, 31 de marzo de 2013

Elección del muestreador de aire y estrategia de muestreo (II)

Además de los efectos claramente demostrados de los aler- genos particulados, la investigación epidemiológica indica que puede haber algunos factores no alergénicos asociados a hongos, que afectan al aparato respiratorio. Las micotoxinas producidas por especies individuales de mohos podrían desempeñar un papel importante, pero también es posible que intervengan factores más generales. En el futuro, el enfoque global para investigar la carga micótica en el aire interior probablemente será: a) valorar qué especies alergénicas y tóxicas están presentes mediante el muestreo de hongos viables, y b) obtener una medida de la cantidad total de material micótico al que las personas están expuestas en un medio ambiente de trabajo. Como se comentó anteriormente, para obtener esta última información podrían realizarse recuentos totales durante un día de trabajo. En cualquier caso, en el futuro próximo podrían adoptarse de forma más general métodos recientes desarrollados para el análisis del 1,3--glucano o ergosterol (Miller 1993). Ambas sustancias son componentes estructurales de los hongos, por lo que proporcionan una medida de la cantidad de material micótico (es decir, su biomasa). Se ha descrito una relación entre los niveles de 1,3--glucano en el aire interior y los síntomas del síndrome del edificio enfermo (Miller 1993).

sábado, 30 de marzo de 2013

Elección del muestreador de aire y estrategia de muestreo (I)

El muestreador que se vaya a utilizar depende en gran medida de la experiencia del investigador, pero la elección es importante por motivos cuantitativos y cualitativos. Por ejemplo, las placas agar de los muestreadores por impacto de una fase se “sobrecargan” con esporas con mucha mayor facilidad durante el muestreo que las placas de un muestreador de seis fases, dando lugar a un creci- miento excesivo de las placas incubadas y a graves errores cuantitativos y cualitativos en la valoración de la población de transmisión aérea. La forma en que funcionan los diferentes muestreadores, sus tiempos de muestreo y la eficacia con la que eliminan tamaños diferentes de partículas del aire ambiente, las extraen del flujo de aire y las recogen en una superficie o en un líquido, difieren considerablemente. Debido a estas diferencias, no es posible realizar una comparación válida entre los datos obtenidos utilizando un tipo de muestreador en una investigación con los obtenidos con otro tipo de muestreador en una investigación diferente.
La estrategia de muestreo y la elección del muestreador son muy importantes. No puede recomendarse ninguna estrategia de muestreo general; cada caso requiere su propio enfoque
(Wanner y cols. 1993). Un problema importante es que la distribución de microorganismos en el aire interior no es uniforme, ni en el espacio ni en el tiempo. Dependen profundamente del grado de actividad en una habitación, en particular, del trabajo de limpieza o construcción que levanta el polvo asentado. En consecuencia, existen importantes fluctuaciones en el número de microorganismos en intervalos de tiempo relativamente cortos. Además de los muestreadores de filtro y de los impactores líquidos, que se utilizan durante varias horas, la mayoría de los muestreadores de aire se emplean para obtener una muestra “rápida” en sólo unos minutos. Por consiguiente, deberán tomarse muestras en todas las condiciones de ocupa- ción y uso, incluido el muestreo con los sistemas CVAA encendidos y apagados. Aunque un muestreo extenso puede revelar el rango de concentraciones de esporas viables encontrado en un medio ambiente de interior, no es posible valorar de forma satis- factoria la exposición de las personas a microorganismos en el medio ambiente. Ni siquiera las muestras tomadas durante un día de trabajo con un muestreador de filtro personal proporcionan un cuadro adecuado, sino sólo un valor promedio, pero no revelan los picos de exposición.

viernes, 29 de marzo de 2013

Muestreadores de aire (II)

Otro enfoque para el muestreo es recoger microorganismos en un filtro de membrana colocado en una carcasa de filtro conectada a una bomba recargable de bajo volumen. El disposi- tivo completo puede sujetarse a un cinturón o arnés para recoger una muestra personal durante un día normal de trabajo. Después del muestreo, pueden extenderse pequeñas porciones de lavados del filtro y de diluciones de los lavados en diversos medios agar, incubarse y hacer recuentos de microorganismos viables. Una alternativa al muestreador de filtro es el impactor líquido, en el que las partículas en suspensión en el aire (el cual se hace pasar a través de chorros capilares), impactan y se acumulan en el líquido. A continuación, se tratan porciones del líquido recogido y de las diluciones preparadas a partir de él de la misma forma que en el caso de los muestreadores de filtro.
Una deficiencia importante de estos métodos de muestreo “viable” es que sólo valoran organismos realmente cultivables, y éstos pueden representar sólo un 1 o 2 % de las esporas totales presentes en el aire. Por lo demás, pueden realizarse recuentos totales (viables más no viables) utilizando muestreadores por impacto en los que las partículas se recogen en las superficies adherentes de varillas en rotación (muestreador por impacto de brazo rotatorio) o en la tapa de plástico o el porta de vidrio microscópico de diferentes modelos de muestreador por impacto de tipo hendidura. Los recuentos se realizan al microscopio, pero de esta forma sólo puede identificarse un número relativa- mente bajo de hongos, es decir, los que tienen esporas bien defi- nidas. Se ha mencionado el muestreador de filtración en relación con la valoración de microorganismos viables, pero éste también es un medio de obtener un recuento total. Una parte de los mismos lavados que se colocan en placas en medio agar puede teñirse y, así, se pueden contar los microorganismos al microscopio. También pueden realizarse recuentos totales de la misma forma a partir del líquido recogido en impactores líquidos.

jueves, 28 de marzo de 2013

Muestreadores de aire (I)

Los métodos de muestreo que permiten, bien de forma directa o bien de forma indirecta, el cultivo de bacterias y hongos de trans- misión aérea viables en agar gel nutritivo proporcionan la mejor oportunidad de identificar las especies, motivo por el cual se utilizan con gran frecuencia. El medio agar se incuba hasta que se desarrollan colonias a partir de las partículas biológicas atra- padas y se recuentan e identifican, o se subcultivan en otro medio para un nuevo examen. Los medios agar necesarios para bacte- rias son diferentes de los necesarios para hongos, y algunas bacte- rias, como Legionella pneumophila, sólo pueden aislarse en medios selectivos especiales. Para los hongos, se recomienda el uso de dos medios: un medio de objetivo general y un medio más selectivo para el aislamiento de hongos xerófilos. La identificación se basa en las características macroscópicas de las colonias y en sus carac- terísticas microscópicas o bioquímicas, y requiere unos conoci- mientos y una experiencia considerables.
Se ha revisado adecuadamente el rango de métodos de mues- treo disponibles (p. ej., Flannigan 1992; Wanner y cols. 1993), y en este estudio sólo se mencionan los sistemas más utilizados. Es posible realizar una valoración provisional recogiendo de forma pasiva los microorganismos que gravitan fuera del aire en placas de Petri abiertas que contienen medio agar. Los resul- tados obtenidos utilizando estas placas de asentamiento no son volumétricos, están influidos intensamente por la turbulencia atmosférica y favorecen la recogida de esporas grandes (pesadas)
o grupos de esporas o células. Por consiguiente, es preferible utilizar un muestreador de aire volumétrico. Un tipo muy utili- zado es el muestreador por impacto, en el que las partículas de transmisión aérea impactan sobre una superficie de agar. Se hace pasar aire a través de una hendidura sobre una placa agar en rotación (muestreadores por impacto de tipo hendidura) o a través de un disco perforado sobre la placa agar (muestreador por impacto de tipo criba). Aunque a menudo se utiliza el mues- treador de criba de una fase, algunos investigadores prefieren el muestreador Andersen de seis fases. A medida que el aire pasa en cascada a través de agujeros cada vez más pequeños en sus seis secciones apiladas de aluminio, las partículas se clasifican en diferentes placas agar de acuerdo con su tamaño aerodinámico. Por tanto, este muestreador revela el tamaño de las partículas a partir de las cuales se desarrollarán colonias cuando se incuben posteriormente las placas agar, e indica el lugar del sistema respiratorio en el que es más probable que se depositen los

diferentes organismos. Un muestreador popular que funciona por un principio diferente es el muestreador centrífugo Reuter. La aceleración centrífuga del aire a través de un ventilador produce el impacto de las partículas a alta velocidad en un medio agar colocado en una tira de plástico que recubre el cilindro de muestreo.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Métodos para evaluar la calidad del aire interior Muestreo de microorganismos en el aire

Al investigar la flora microbiana del aire en un edificio, por ejemplo, para intentar establecer la causa de problemas de salud entre sus ocupantes, es necesario obtener datos objetivos detallados y fiables. Dado que la idea más extendida considera que el estado microbiológico del aire interior debe reflejar el estado en el aire atmosférico (ACGIH 1989), deben identificarse de forma exacta los organismos y compararse con los existentes en el aire atmosférico en ese momento.

martes, 26 de marzo de 2013

Prácticas de trabajo en ambientes calurosos

El NIOSH (1986) proporciona una descripción detallada de las prácticas de trabajo en ambientes calurosos, incluidas las prác- ticas de medicina preventiva. En ISO CD 12894 (1993) se recomienda la vigilancia médica de las personas expuestas a ambientes calurosos o fríos. Debe siempre recordarse que un derecho humano básico, contemplado en la Declaración de Helsinki, es que, siempre que sea posible, las personas pueden retirarse de unas condiciones ambientales extremas sin necesidad de explica- ción. Cuando dicha exposición tiene lugar, los riesgos pueden reducirse considerablemente con unas prácticas de trabajo adecuadas.
Un principio razonable en la ergonomía ambiental y la higiene industrial es que los factores de estrés ambiental deben siempre intentar reducirse en su fuente. El NIOSH (1986) clasi- fica los métodos de control en cinco tipos (véase la Tabla 42.7).
Se han realizado numerosas investigaciones militares sobre las llamadas prendas protectoras NBC (nucleares, biológicas y químicas). En ambientes calurosos, los trabajadores no se pueden quitar la ropa y las prácticas de trabajo son muy importantes. Un problema similar ocurre con los trabajadores de las centrales nucleares. Los métodos de enfriamiento rápido de los trabaja- dores para que puedan volver al trabajo consisten en humedecer la superficie exterior de las prendas de vestir con agua y la aplica- ción de un chorro de aire frío sobre dicha superficie. Otras técnicas consisten en utilizar dispositivos activos de refrigeración y métodos para refrigerar algunas partes del cuerpo. En la actua- lidad se está empezando a utilizar la tecnología de las prendas militares en contextos industriales, pero aún así unas prácticas adecuadas de trabajo pueden reducir considerablemente el riesgo.

lunes, 25 de marzo de 2013

Indice de Oxford

Lind (1957) propuso un índice sencillo y directo de la exposición al calor limitada por el almacenamiento y basada en una suma ponderada de la temperatura de bulbo húmedo aspirado (Twb) y
la temperatura de bulbo seco (Tdb ):
WD = 0,85 Twb + 0,15 Tdb
Los tiempos de exposición permisible establecidos para los equipos de rescate de las minas se basaron en este índice. Aunque tiene muchas aplicaciones, no es adecuado cuando existe una importante radiación térmica.

domingo, 24 de marzo de 2013

Indice de temperatura de globo húmedo (Wet Globe Tempera- ture, WGT)

La temperatura de un globo negro húmedo del tamaño adecuado puede utilizarse como índice del estrés por calor. Tal índice se basa en el principio de que dicha temperatura se ve afectada tanto por la transferencia de calor seco como por la evaporación, como sería el caso de un hombre que suda. Así, la temperatura puede utilizarse, basándose en la experiencia previa, como índice del estrés por calor. Olesen (1985) describe el WGT como la temperatura de un globo negro de 63,5 mm de diámetro cubierto por una tela negra humedecida. La temperatura se lee una vez alcanzado el equilibrio al cabo de unos 10 o 15 minutos de exposición. El NIOSH (1986) describe el Botsball (Botsford 1971) como el instrumento más sencillo y fácil de leer. Se trata de una esfera de cobre de 3 pulgadas (76,2 mm) de diámetro cubierta por una tela negra que se mantiene con una humedad del 100 % gracias a un recipiente de agua que empapa automáticamente la tela. El componente sensor del termómetro está situado en el centro de esfera y la temperatura se lee en un dial (codificado en colores).

Existe una sencilla ecuación que relaciona WGT y WBGT:

WBGT = WGT +2 ºC
para condiciones moderadas de calor radiante y humedad
(NIOSH 1986), pero por supuesto esta relación se mantiene sólo en ciertas condiciones.



sábado, 23 de marzo de 2013

Límite fisiológico de exposición al calor (LFEC)

Dasler (1974, 1977) propone unos valores límites del WBGT basándose en la predicción de que se sobrepasen dos límites fisio- lógicos (a partir de datos experimentales) de estrés inadmisible. Los límites vienen dados por:

LFEC = (17,25 ×108 –12,97M ×106 +18,61M2 × 103 )×WBGT –5,36

Por tanto, este índice utiliza el índice directo WBGT en la zona de urgencia ambiental (véase la Figura 42.4), donde puede producirse almacenamiento de calor.


viernes, 22 de marzo de 2013

Descripción de los términos utilizados en ISO 7933 (1989b).


jueves, 21 de marzo de 2013

Peligros de reactividad (inestabilidad)

Los materiales capaces de liberar energía por sí mismos (p. ej., por autorreacción o polimerización) y las sustancias susceptibles de erupción violenta o reacciones explosivas presentan un peligro de reactividad al entrar en contacto con el agua, con otros agentes de extinción o con otros materiales.
La violencia de la reacción puede aumentar si se aplica calor o presión, si la sustancia entra en contacto con determinados materiales formando una combinación combustiblexidante o si entra en contacto con sustancias incompatibles, contaminantes sensibilizantes o catalizadores.
El peligro de reactividad viene determinado y expresado en términos de facilidad, velocidad y cantidad de energía liberada. Se puede dar una información adicional tal como el peligro de radiactividad o la prohibición del uso de agua u otro medio de extinción en la lucha contra incendios.
La etiqueta de material peligroso es un rombo dividido a su vez en cuatro rombos más pequeños (véase la Figura 41.11).
El rombo superior indica el peligro para la salud, el de la izquierda el peligro de inflamabilidad, el de la derecha el peligro de reactividad y el inferior otros peligros, como la radiactividad o la reactividad especial con el agua.
En esta señalización puede incluirse un código de color, bien para el fondo o para el número que indica el peligro. Los códigos de color son: azul para el peligro para la salud, rojo para el peligro de inflamabilidad, amarillo para el peligro de reacti- vidad y fondo blanco para el peligro especial.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Peligro de inflamabilidad

Se trata de la facilidad de combustión del material. Un mismo material se comporta de forma diferente a este respecto según las circunstancias (p. ej., materiales que pueden entran en combus- tión en unas determinadas condiciones pueden no hacerlo si éstas se modifican). La forma y características inherentes de los mate- riales influyen en el peligro de inflamabilidad, que se determina del mismo modo que en el caso anterior.

martes, 19 de marzo de 2013

Peligros para la salud

Los peligros para la salud comprenden todos los daños posibles que un material puede ocasionar a una persona por contacto o absorción. Hay peligros para la salud debidos a las propiedades específicas del material o a los productos tóxicos producidos por la combustión o la descomposición del material. El nivel de peligro se asigna tomando como base al máximo peligro posible en caso de incendio o emergencia similar, e indica si los bomberos tienen que trabajar con ropa de protección especial o con equipos de respiración o simplemente con la ropa normal.
El grado de peligro para la salud de un material se determina en una escala de 4 a 0, en donde 4 indica el máximo peligro y
0 un peligro mínimo o inexistente.

lunes, 18 de marzo de 2013

Identificación de materiales peligrosos

Cada país tiene su propia normativa de etiquetado para el almacenamiento, manipulación y transporte de materiales peligrosos, en la que pueden intervenir varios departamentos. El cumplimiento de la normativa local es esencial, pero también sería deseable utilizar un sistema de identificación de materiales peligrosos reconocido internacionalmente y de aplicación universal. En Estados Unidos, el NFPA ha desarrollado un sistema a tal fin. Estas etiquetas, que se adhieren a los depósitos de materiales peli- grosos, incluyen información sobre la naturaleza y el grado de peligrosidad para la salud del material, su inflamabilidad y su reactividad . Además, en ellas pueden incluirse los peligros especiales que puedan presentar para el cuerpo de bomberos. Para más información sobre el grado de peligrosidad, consúltese el NFPA 704, Standard System for the Identification of the Fire Hazards of Materials (1990a), que clasifica los peligros en: peligros para la salud , peligros de inflamabilidad y peligros de reactividad (inestabilidad) .


domingo, 17 de marzo de 2013

Efectos hereditarios (I)

Los efectos hereditarios de la irradiación, aunque bien documentados en otros organismos, no se han observado todavía en seres humanos. Por ejemplo, el estudio intensivo de más de 76.000 hijos de supervivientes japoneses de la bomba atómica, llevado a cabo a lo largo de cuatro decenios, no ha logrado desvelar efectos hereditarios de la radiación en esta población, medidos por desenlaces indeseados de la gestación, muertes neonatales, procesos malignos, reordenaciones cromosómicas equilibradas, aneuploidia de los cromosomas sexuales, alteraciones de los feno- tipos de proteínas del suero o eritrocitos, cambios en la relación de sexos o alteraciones del crecimiento y del desarrollo (Neel, Schull y Awa 1990). Por lo tanto, las estimaciones de los riesgos de efectos hereditarios de la radiación deben basarse en gran medida en la extrapolación a partir de hallazgos en ratones de laboratorio y otros animales de experimentación (NAS 1990; UNSCEAR 1993).
De los datos experimentales y epidemiológicos disponibles se deduce que la dosis necesaria para doblar la tasa de mutaciones hereditarias en células embrionarias humanas debe ser de 1,0 Sv como mínimo (NAS 1990; UNSCEAR 1993). En consecuencia, se estima que menos del 1 % de las enfermedades determinadas genéticamente en la población humana pueden atribuirse a la irradiación de fondo natural (Tabla 48.6).

Manipulación de materiales peligrosos

En un accidente, los bomberos pueden desconocer los peligros asociados a los materiales utilizados en la industria y una descarga accidental o una manipulación o un almacenamiento inadecuados de materiales peligrosos pueden provocar situaciones de riesgo que pongan seriamente en peligro su salud o provoquen un incendio o explosión. No es fácil recordar en esos momentos todos los peligros de cada material. Para ello se han desarrollado medios de identificación rápida de riesgos con etiquetas o marcas.

sábado, 16 de marzo de 2013

CONSECUENCIAS DE LAS CATASTROFES: LECCIONES DESDE UNA PERSPECTIVA MEDICA

América Latina y el Caribe no se han ahorrado su cuota de catás- trofes naturales. Casi todos los años, sucesos catastróficos provocan muertos, heridos y un enorme perjuicio económico. Se estima que, en esta zona, las catástrofes naturales más graves de los dos últimos decenios ocasionaron pérdidas de bienes que afectaron a casi 8 millones de personas y provocaron unos 500.000 heridos y unos 150.000 muertos. Se trata de cifras basadas esencialmente en fuentes oficiales. (Es bastante difícil obtener información precisa sobre las catástrofes repentinas, pues existen múltiples fuentes pero no un sistema normalizado de información.) La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que cada año, por término medio, las catástrofes en América Latina y el Caribe cuestan 1.500 millones de dólares de EE.UU. y se cobran 6.000 vidas humanas(Jovel 1991).
En la Tabla 39.33 se recogen las principales catástrofes naturales que se abatieron sobre países de esta región del mundo en el período de 1970 a 1993. Hay que señalar que no se incluyen las catástrofes lentas, como sequías e inundaciones.

viernes, 15 de marzo de 2013

Principios de protección contra incendios (II)

Si los edificios de Kader hubiesen estado equipados con rocia- dores automáticos de agua y con alarmas de incendios en buen estado, la pérdida de vidas humanas podría no haber sido tan grande. Si las salidas del edificio Uno hubieran estado mejor diseñadas, se podrían haber evitado cientos de heridos al saltar de los pisos tercero y cuarto. Si hubieran existido separaciones o sectorizaciones horizontales y verticales, el incendio podría no haberse propagado tan rápidamente a todo el edificio. Si los elementos de acero de la estructura hubieran estado revestidos, los edificios podrían no haberse derrumbado.
En palabras del filósofo George Santayana, “quienes olvidan el pasado están condenados a repetirlo”. En muchos aspectos, el incendio de Kader de 1993 fue, lamentablemente, una repeti- ción del incendio de Triangle Shirtwaist de 1911. Mirando al futuro, tenemos que hacer todo lo necesario, como sociedad global, para impedir que la historia vuelva a repetirse.

jueves, 14 de marzo de 2013

Principios de protección contra incendios (I)

Entre los principios de protección contra incendios que han sido objeto de una mayor atención a raíz del incendio de Kader se encuentran el diseño de las salidas, la formación de los ocupantes en seguridad contra incendios, los sistemas de detección automá- tica y de supresión, las separaciones o sectorizaciones contra incendios y la integridad estructural. Estas enseñanzas no son nuevas. Se aprendieron hace más de 80 años con el incendio de Triangle Shirtwaist y, más recientemente, en otros incendios fatales de lugares de trabajo, como: la fábrica de procesamiento de pollos de Hamlet, Carolina del Norte, EE.UU., en el que pere- cieron 25 trabajadores; la fábrica de muñecas en Kuiyong, China, con 81 trabajadores muertos; y la central eléctrica de Newark, New Jersey, EE.UU., donde fallecieron los 3 trabajadores de la central (Grant y Klem 1994; Klem 1992; Klem y Grant 1993).
En particular, los incendios de Carolina del Norte y New Jersey demuestran que la mera existencia de códigos y normas actualizados, como el Código de salvamento del NFPA, no impide la pérdida de vidas humanas. Para que surtan efecto, estos códigos
y normas deben también adoptarse y aplicarse rigurosamente.
Las autoridades nacionales, estatales y locales deben analizar la aplicación de las normas en materia de construcción y de incendios para determinar si es necesario adoptar nuevos códigos o actualizar los existentes. Al llevar a cabo esta revisión, deberían comprobar también si se ha implantado un plan de revisión e inspección de edificios para garantizar el respeto de las normas. Por último, hay que proceder a una inspección periódica de seguimiento de los edificios existentes, para garan- tizar que se mantiene el más alto nivel de protección contra incendios a lo largo de toda la vida del edificio.
También los propietarios y gestores de edificios deben ser conscientes de su responsabilidad a la hora de garantizar un entorno laboral seguro para sus trabajadores. Como mínimo, deberían aplicarse los conocimientos actuales en protección contra incendios, tal como se reflejan en los códigos y normas, para minimizar la posibilidad de un incendio catastrófico.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Integridad estructural del edificio

La diferencia más notable entre el incendio de Triangle y el de Kader reside en el efecto del fuego sobre la integridad de la estructura. Aunque el incendio de Triangle destruyó los tres pisos superiores de un edificio de diez, su estructura permaneció intacta. En cambio, los edificios de Kader se derrumbaron con relativa facilidad, porque los soportes estructurales de acero no estaban revestidos contra incendios y no podían resistir altas temperaturas. En la inspección de los restos del incendio no se encontró evidencia alguna de que los elementos de acero pudieran haber estado revestidos contra el fuego.
Obviamente, el derrumbe de un edificio en un incendio representa una gran amenaza tanto para sus ocupantes como para los bomberos. Desde luego, no está claro que el colapso de los edificios de Kader incidiera directamente en el número de víctimas mortales, pues éstas posiblemente habían fallecido ya cuando el edificio se vino abajo. Si los trabajadores de los pisos superiores del edificio Uno hubieran tenido una protección contra los productos de la combustión y el calor cuando trataban de escapar, el derrumbe del edificio habría contribuido más directamente en la pérdida de vidas humanas.

martes, 12 de marzo de 2013

Formación en seguridad contra incendios y otros factores

Otro factor que contribuyó a la enorme pérdida de vidas humanas en los incendios de Triangle y Kader fue la falta de una formación adecuada en seguridad contra incendios y los rígidos procedimientos de seguridad de ambas empresas.
Tras el incendio en el edificio Kader, los supervivientes notifi- caron que los ejercicios de evacuación y la formación en segu- ridad contra incendios habían sido mínimos; los guardias de seguridad sí habían recibido, al parecer, una formación elemental. La fábrica de Triangle Shirtwaist no contaba con ningún plan de evacuación y no se llevaban a cabo ejercicios de evacuación. Es más, los supervivientes de Triangle informaron tras el incendio que, por motivos de seguridad, se les solía detener cuando salían del edificio al final del día. Según varias acusaciones de los supervivientes de Kader, también en este caso los mecanismos de seguridad entorpecieron la salida; estas acusaciones aún se están investigando. Sea como fuere, la falta de un plan de evacuación bien entendido parece haber sido un importante factor de la elevada mortalidad del incendio de Kader. En el capítulo 31 del Código de salvamento se contemplan los ejercicios de evacuación y la formación contra incendios.
La ausencia de sistemas fijos de protección automática contra incendios también influyó en el resultado de los incendios de Triangle y Kader. Ninguna de las dos instalaciones contaba con rociadores automáticos de agua, aunque los edificios de Kader sí disponían de un sistema de alarma de incendio. Según el Código de salvamento, deben instalarse alarmas de incendios en aquellos edificios cuyas dimensiones, organización u ocupación hacen improbable que los propios ocupantes adviertan inmediata- mente un incendio. Por desgracia, según los informes, las alarmas no llegaron a funcionar en el edificio Uno, lo que provocó un considerable retraso en la evacuación. No se produ- jeron fallecimientos en los edificios Dos y Tres, en los que el sistema de alarma funcionó bien.
Los sistemas de alarma de incendios deben diseñarse, insta- larse y mantenerse siguiendo las normas establecidas en docu- mentos como NFPA 72, el Código nacional de alarma de incendio (NFPA 72, 1993). Los sistemas de rociado de agua deben diseñarse e instalarse con arreglo a documentos como NFPA 13, Installation of Sprinkler Systems y mantenerse de acuerdo con NFPA 25, Inspection, Testing, and Maintenance of Water-Based Fire Protection Systems (NFPA 13, 1994; NFPA 25, 1995).
Los materiales iniciales de combustión en ambos incendios, Triangle y Kader, fueron similares. El incendio de Triangle se inició en contenedores de restos textiles y se propagó rápidamente a telas y ropas combustibles, antes de prender en los muebles, algunos de los cuales estaban impregnados de aceite de máquinas. El material inicial de combustión de la fábrica Kader consistió en telas de poliéster y algodón, plásticos y otros mate- riales utilizados para la fabricación de juguetes de trapo, muñecas de plástico y productos similares. Son materiales que prenden con gran facilidad, que pueden contribuir a un rápido crecimiento del fuego y que tienen un alta tasa de liberación de calor.
Probablemente, la industria manipulará siempre materiales difíciles de proteger contra el fuego, pero los fabricantes debe- rían tener en cuenta estas características y tomar las precau- ciones necesarias para minimizar los riesgos que entrañan