domingo, 28 de julio de 2013

Elaboración de un informe

Se debe cumplimentar un impreso normalizado que se presenta a la persona adecuada dentro de la organización y, en su caso, a la policía local. Se han elaborado y publicado varias muestras de impresos que se pueden adaptar a las necesidades de una organi- zación (Unison 1991; MSF 1993; SEUI 1995). La agregación y el análisis de los informes de incidentes presta información epide- miológica que permite identificar los factores de riesgo de violencia en el lugar de trabajo concreto y señalar la dirección que deberán tomar las acciones preventivas oportunas.

sábado, 27 de julio de 2013

Parte posterior al incidente

Todas las personas implicadas o que hayan sido testigos del inci- dente deben participar en la elaboración de un parte tan pronto como sea posible, o en una sesión de “apoyo en casos de trauma- crisis” impartida por un profesional cualificado del personal propio o por un consultor externo. Ello no sólo facilita apoyo emocional y permite identificar a aquellas personas que necesitan apoyo individual, sino que proporciona detalles más precisos sobre lo ocurrido. Si fuera necesario, además de la sesión de apoyo se creará un grupo de ayuda mutua (CAL/OSHA 1995).

viernes, 26 de julio de 2013

Limpieza del lugar de trabajo

Debe repararse todo daño causado en el lugar de trabajo y eliminar los escombros; deberán revisarse los equipos afectados para garantizar la completa recuperación de la seguridad y la limpieza en el lugar de trabajo (SEUI, 1995).

jueves, 25 de julio de 2013

Asistencia a la víctima

Se deben facilitar los primeros auxilios y la asistencia médica que sean precisos a todos los heridos tan rápidamente como sea posible. Con eventuales fines forenses (por ejemplo, presentación de demandas penales o civiles contra el agresor), se deben describir con detalle las lesiones y, si es posible, fotografiarlas.

miércoles, 24 de julio de 2013

Otros trastornos

Algunos estudios indican que en los trabajadores afectados de VWF la pérdida de audición es mayor de lo esperado en función del envejecimiento y de la exposición al ruido por el uso de herra- mientas vibrantes. Se ha sugerido que los sujetos con VWF pueden presentar un riesgo adicional de deterioro auditivo debido a vasoconstricción simpática refleja, inducida por vibra- ción, de los vasos sanguíneos que irrigan el oído interno. Además de trastornos periféricos, algunas escuelas rusas y japonesas de medicina del trabajo han comunicado otros efectos adversos para la salud que afectan al sistema endocrino y al sistema nervioso central de trabajadores expuestos a vibración (Griffin 1990). El cuadro clínico denominado “enfermedad de las vibraciones”, incluye signos y síntomas relacionados con la disfunción de los centros autónomos del cerebro (p. ej., fatiga persistente, dolor de cabeza, irritabilidad, perturbaciones del sueño, impotencia, anomalías electroencefalográficas). Se trata de hallazgos que han de interpretarse con cautela; hacen falta más trabajos de investi- gación epidemiológica y clínica cuidadosamente diseñados para confirmar la hipótesis de una asociación entre trastornos del sistema nervioso central y la exposición a vibraciones transmi-

tidas a las manos.


martes, 23 de julio de 2013

Trastornos vasculares Fenómeno de Raynaud

Giovanni Loriga, médico italiano, comunicó por primera vez en 1911 que los cortadores de piedra que utilizan martillos neumáticos en bloques de mármol y piedra en algunas serrerías de Roma, sufrían ataques de blanqueado de los dedos, semejantes a la respuesta vasospástica digital al frío o al estrés emocional descrita por Maurice Raynaud en 1862. Observaciones similares fueron realizadas por Alice Hamilton (1918) en cortadores de piedra en Estados Unidos, y más tarde por varios otros investiga dores. En la literatura se han utilizado diversos sinónimos para describir trastornos vasculares inducidos por vibraciones: dedo muerto o blanco, fenómeno de Raynaud de origen profesional, enfermedad vasospástica traumática y, más recientemente, dedo blanco inducido por vibración (VWF). Clínicamente, el VWF se caracteriza por episodios de dedos blancos o pálidos causados por oclusión espástica de las arterias digitales. Los ataques suelen desencadenarse por el frío y duran de 5 a 30 o 40 minutos. Durante un ataque puede experimentarse pérdida completa de sensibilidad táctil. En la fase de recuperación, normalmente acelerada por calor o masaje local, puede aparecer enrojeci- miento de los dedos afectados a causa de un aumento reactivo del flujo sanguíneo en los vasos cutáneos. En los pocos casos avan- zados, los ataques vasospásticos digitales graves y repetidos pueden conducir a alteraciones tróficas (ulceración o gangrena) en la piel de las puntas de los dedos. Para explicar el fenómeno de Raynaud inducido por el frío en trabajadores expuestos a vibra- ciones, algunos investigadores invocan un reflejo vasoconstrictor simpático central exagerado causado por exposición prolongada
a vibraciones perjudiciales, mientras que otros tienden a enfatizar el papel de las alteraciones locales inducidas por las vibraciones en los vasos digitales (p. ej., engrosamiento de la pared muscular, daño endotelial, alteraciones del receptor funcional). En el Taller de Estocolmo 86 (1987), se propuso una escala de gradación para la clasificación del VWF, (Tabla 50.5). También se dispone de un sistema numérico para los síntomas de VWF desarrollado por Griffin y basado en puntuaciones para el blanqueado de las dife- rentes falanges (Griffin 1990). Para diagnosticar objetivamente el VWF se utilizan varias pruebas de laboratorio. La mayoría de ellas se basan en la provocación de frío y en la medida de la temperatura de la piel del dedo o del flujo y la presión de la sangre digital antes y después de enfriar los dedos y las manos. Estudios epidemiológicos han demostrado que la prevalencia de VWF varía ampliamente desde 1 a 100 por cien. Se ha descu- bierto que el VWF está relacionado con el uso de herramientas de percusión para el trabajo de metales, amoladoras y otras herramientas rotativas, martillos percusores y perforadores utili- zados en excavación, maquinaria vibrante empleada en el trabajo forestal y otras herramientas y procesos motorizados. El VWF está reconocido como enfermedad de origen profesional en muchos países. Desde 1975–80 se comunicó un descenso de la incidencia de nuevos casos de VWF entre trabajadores forestales tanto en Europa como en Japón, tras la introducción de sierras de cadena con sistemas antivibración y la aplicación de medidas administrativas que reducen el tiempo de utilización de las sierras. No se dispone aún de hallazgos similares para otros tipos de herramientas.

lunes, 22 de julio de 2013

Musculares

Los trabajadores expuestos a vibraciones pueden quejarse de debilidad muscular y dolor en las manos y brazos. En algunos individuos la fatiga muscular puede causar discapacidad. En algunos estudios de seguimiento de leñadores se ha comunicado una disminución de la fuerza de agarre de la mano. Se han suge- rido lesión mecánica directa o daño del nervio periférico como posibles factores etiológicos de los síntomas musculares. También se han comunicado otros trastornos relacionados con el trabajo en trabajadores expuestos a vibraciones, como tendinitis y tenosi- novitis en las extremidades superiores, y contractura de Dupu- ytren, una enfermedad del tejido fascial de la palma de la mano. Tales trastornos parecen tener relación con factores de estrés ergonómicos derivados del trabajo manual pesado, y la asocia- ción con vibración transmitida a las manos no es concluyente.

domingo, 21 de julio de 2013

Neurológicos

Los trabajadores que manejan herramientas vibrantes pueden sufrir hormigueo y adormecimiento de dedos y manos. Si la exposición a las vibraciones continúa, estos síntomas tienden a empeorar y pueden interferir con la capacidad de trabajo y las actividades de su vida diaria. Los trabajadores expuestos a vibraciones pueden presentar umbrales vibratorios, térmicos y táctiles más elevados en los reconocimientos clínicos. Se ha suge- rido que la exposición continua a las vibraciones no solo puede deprimir la excitabilidad de los receptores de la piel sino también inducir alteraciones patológicas en los nervios de los dedos, tales como edema perineural, seguido de fibrosis y pérdida de fibra nerviosa. Estudios epidemiológicos de trabajadores expuestos a vibraciones señalan que la prevalencia de trastornos neurológicos periféricos varía desde un pequeño porcentaje hasta más del
80 por ciento, y que la pérdida de sensibilidad afecta a usuarios de una amplia variedad de tipos de herramientas. Parece ser que la neuropatía por vibración se desarrolla con independencia de otros trastornos inducidos por las vibraciones. En el Taller de Estocolmo (Stockholm Workshop) 86 (1987) se propuso una escala del componente neurológico de síndrome de HAV, consis- tente en tres fases según los síntomas y los resultados del reconocimiento clínico y las pruebas objetivas (Tabla 50.4). Se requiere un diagnóstico diferencial cuidadoso para distinguir la neuropatía por vibraciones de neuropatías por compresión, tales como el síndrome del túnel carpiano (CTS), un trastorno debido a compresión del nervio mediano a su paso por un túnel anatómico de la muñeca. El CTS parece ser un trastorno común en algunos grupos profesionales que utilizan herramientas vibrantes, tales como los perforadores, los chapistas y los trabajadores forestales. Se cree que los factores de estrés ergonómicos que actúan sobre la mano y la muñeca (movimientos repetitivos, agarre con fuerza, malas posturas), unidos a las vibraciones, pueden causar CTS en trabajadores que manejan herramientas vibrantes. La electroneu- romiografía, que mide las velocidades de los nervios sensoriales y motores, ha demostrado ser útil para diferenciar el CTS de otros trastornos neurológicos.


sábado, 20 de julio de 2013

Fuentes y exposición profesional (II)

La emisión de las fuentes más importantes utilizadas en numerosos procesos industriales se debe a excitación térmica y puede determinarse de modo aproximado utilizando las leyes físicas de la radiación del cuerpo negro si se conoce la tempera- tura absoluta de la fuente. La emisión total (M, en Vm-2) de un cuerpo negro radiante (Figura 49.4) se expresa mediante la ley de Stefan-Boltzmann:

viernes, 19 de julio de 2013

Fuentes y exposición profesional (I)

La exposición a la IR se debe a diversas fuentes naturales y artifi- ciales. La emisión espectral de estas fuentes puede limitarse a una sola longitud de onda (como en el láser) o distribuirse sobre una amplia banda de longitudes de onda En general, los diferentes mecanismos que intervienen en la generación de radiación óptica son los siguientes:
• excitación térmica (radiación del cuerpo negro);
• descarga gaseosa,
• amplificación de la luz por emisión estimulada de radiación
(láser), siendo el mecanismo de descarga gaseosa menos impor- tante en la banda de IR.


jueves, 18 de julio de 2013

Conceptos y magnitudes

Las longitudes de onda de la radiación infrarroja (IR) están comprendidas entre 780 nm y 1 mm. Según la clasificación de la Comisión Internacional de Iluminación (CIE), esta banda se subdivide en IRA (de 780 nm a 1,4 m), IRB (de 1,4 ma3 m)
e IRC (de 3 m a 1 mm). Tal subdivisión se ajusta de manera aproximada a las características de absorción dependiente de la longitud de onda de la IR en el tejido y a los diferentes efectos biológicos resultantes.
La cantidad y la distribución temporal y espacial de la radiación infrarroja se expresan mediante diferentes magnitudes y unidades radiométricas. Debido a las propiedades ópticas y fisiológicas, especialmente del ojo, normalmente se hace una distin- ción entre fuentes “puntuales”, es decir, pequeñas, y fuentes
“extendidas”. El criterio para esta distinción es el valor en radianes del ángulo () medido en el ojo, subtendido por la fuente. Este ángulo puede calcularse como un cociente, divi- diendo la dimensión D1 de la fuente luminosa por la distancia de visión r. Las fuentes extendidas son aquéllas que subtienden un ángulo de visión en el ojo mayor que min, cuyo valor es normalmente de 11 milirradianes. Para todas las fuentes extendidas hay una distancia de visión en que  es igual a min; a distancias de visión mayores se puede tratar la fuente como puntual. En lo que a protección contra la radiación óptica se refiere, las magni- tudes más importantes relativas a las fuentes extensas son la radiancia (L, expresada en Wm-2sr-1) y la radiancia integrada en el tiempo (LP en J m-2sr-1), que expresan el “brillo” de la fuente.
A efectos de valorar el riesgo para la salud, las magnitudes más importantes relativas a las fuentes puntuales o extensas, a distan- cias de la fuente tales que min, son la irradiancia (E, expresada en Wm-2), que es equivalente al concepto de tasa de dosis de exposición, y la exposición radiante (H, en Jm-2), que equivale al concepto de dosis de exposición.

En algunas bandas del espectro, los efectos biológicos debidos
a la exposición dependen mucho de la longitud de onda. Por lo tanto, es preciso utilizar magnitudes espectrorradiométricas adicionales (por ejemplo, la radiancia espectral, L , expresada en Wm-2 sr-1 nm-1) para ponderar los valores físicos de la emisión de la fuente con el espectro de acción aplicable relacionado con el efecto biológico.



miércoles, 17 de julio de 2013

RADIACION INFRARROJA

La radiación infrarroja es la parte del espectro de radiación no ionizante comprendida entre las microondas y la luz visible. Es parte natural del entorno humano y por lo tanto las personas están expuestas a ella en pequeñas cantidades en todas las situa- ciones de la vida diaria, por ejemplo en el hogar o durante las actividades recreativas realizadas al sol. No obstante, puede producirse una exposición muy intensa debido a ciertos procesos técnicos en el lugar de trabajo.
Muchos procesos industriales implican el curado térmico de distintos tipos de materiales. Normalmente, las fuentes de calor utilizadas o el propio material calentado emiten niveles tan altos de radiación infrarroja que un gran número de trabajadores corren el riesgo de resultar expuestos.

martes, 16 de julio de 2013

Radiación gamma (III)

La acumulación tiene lugar cuando un haz ancho de rayos gamma interactúa con la materia. La intensidad medida en puntos dentro del material aumenta en relación con el valor esperado en “buena geometría” (haz estrecho) a causa de los rayos gamma que se dispersan por los lados del haz directo en el interior del dispositivo de medición. El grado de acumulación depende de la geometría del haz, del material y de la energía de los rayos gamma.

lunes, 15 de julio de 2013

Radiación gamma (II)

La Figura 48.12 ilustra el esquema de desintegración del molibdeno 99 (99Mo). Obsérvese que el núcleo de tecnecio 99 resultante (99Tc) tiene un estado excitado que dura un tiempo excepcionalmente prolongado (t½ = 6 h). Un núcleo excitado de este tipo se denomina isómero. La mayoría de los estados nucleares excitados tienen períodos de semidesintegra- ción comprendidos entre algunos picosegundos (ps) y 1 microsegundo (s).
La Figura 48.13 ilustra el esquema de desintegración del arsé- nico 74 (74As), que demuestra que algunos radionucleidos se desintegran en más de una forma.
Mientras que las partículas alfa y beta tienen alcances defi- nidos en la materia, los rayos gamma experimentan una atenua- ción exponencial (si se pasa por alto la acumulación que resulta de la dispersión dentro de un material) a medida que atraviesan la materia. Cuando puede prescindirse de la acumulación, la atenuación de los rayos gamma viene dada por:
donde I(x) es la intensidad de los rayos gamma en función de la distancia x en el material y  es el coeficiente másico de atenua- ción. El coeficiente másico de atenuación depende de la energía de los rayos gamma y del material con el que interactúan los rayos gamma. Los valores del coeficiente másico de atenuación están tabulados en numerosos documentos de referencia. La Figura 48.14 muestra la absorción de rayos gamma en la materia en condiciones de buena geometría (puede ignorarse la acumulación).

domingo, 14 de julio de 2013

Radiación gamma (I)

La radiación gamma es radiación electromagnética emitida por un núcleo cuando experimenta una transición de un estado de energía más alta a un estado energético más bajo. El número de protones y neutrones del núcleo no varía en estas transiciones. El núcleo puede haber quedado en el estado de más energía después de una desintegración alfa o beta anterior. Es decir, los rayos gamma se emiten a menudo inmediatamente después de una desintegración alfa o beta. Los rayos gamma también pueden ser el resultado de la captura de un neutrón y de la dispersión inelástica de partículas subatómicas por núcleos. Los rayos gamma más energéticos se han observado en los rayos cósmicos.
En la Figura 48.11 se representa el esquema de desintegración del cobalto 60 (60Co). Muestra una cascada de dos rayos gamma emitidos para transformarse en níquel 60 (60Ni), con energías de 1,17 MeV y 1,33 MeV, después de la desintegración beta del 60Co.

sábado, 13 de julio de 2013

Partículas beta (III)

De manera similar a la desintegración con positrón y con captura de electrón, la desintegración con negatrón (–) ocurre en núcleos que tengan exceso de neutrones en comparación con núcleos estables del mismo número másico. En este caso, el núcleo emite un negatrón (electrón energético) y un antineu- trino. Una desintegración típica con negatrón se representa por:

donde el negatrón se representa por – y el antineutrino por . Aquí, el núcleo resultante gana un protón a expensas de un neutrón, pero tampoco cambia su número másico.
La desintegración alfa es una reacción de dos cuerpos, de manera que las partículas se emiten con energías cinéticas discretas. En cambio, la desintegración beta es una reacción de tres cuerpos, de forma que las partículas beta se emiten en un espectro de energías. La energía máxima del espectro depende del radionucleido que se desintegra. La energía beta media del espectro es de alrededor de un tercio de la energía máxima (véase la Figura 48.10).
Las energías beta máximas típicas oscilan desde 18,6 keV para el tritio (3H) a 1,71 MeV para el fósforo 32 (32P).
El alcance de las partículas beta en el aire es de unos 3,65 m por MeV de energía cinética. Se necesitan partículas beta de 70 keV de energía como mínimo para atravesar la epidermis. Las partículas beta son radiación de baja TLE.

viernes, 12 de julio de 2013

Características de los programas eficaces

Los PCA eficaces comparten las siguientes características y promueven una “cultura de seguridad” con respecto a todos los programas de seguridad (gafas de seguridad, cascos, comporta- mientos seguros en la elevación de cargas, etc.).

jueves, 11 de julio de 2013

Mantenimiento de registros

Los requisitos relativos a tipos de registros y tiempo de conservación varían según los países. En los países donde las cuestiones relativas a litigios y compensaciones a los trabajadores son impor- tantes, es preciso mantener los expedientes durante más tiempo del que exigen las reglamentaciones laborales, ya que suelen ser útiles a efectos legales. El objetivo del mantenimiento de los registros es documentar de qué modo se ha protegido a los trabajadores del ruido (Royster y Royster 1989 y 1990). Entre los expedientes especialmente importantes cabe citar los procedimientos de evaluación de ruido y sus resultados, la calibración audiométrica y sus resultados, las actuaciones de seguimiento en respuesta a los cambios auditivos de los trabajadores y la docu- mentación de adaptación de protectores auditivos y formación al respecto. Los registros deben citar los nombres de las personas que se ocuparon de las tareas del PCA así como de sus resultados.

miércoles, 10 de julio de 2013

Evaluaciones audiométricas

Cada persona expuesta debe someterse a un primer chequeo auditivo seguido de chequeos anuales para vigilar su estado audi- tivo y detectar cualquier cambio. Se utiliza una cabina audiométrica para definir los umbrales auditivos del trabajador a 0,5, 1, 2, 3, 4,6y8 kHz. Si el PCA es eficaz, los resultados audiométricos de los empleados no mostrarán cambios significativos asociados con daños auditivos inducidos por el ruido en el trabajo. Si se hallan cambios auditivos sospechosos, el técnico audiometrista y el audiólogo o médico que revise el expediente podrán aconsejar al empleado que lleve los PA más cuidadosa- mente, valorar si se necesitan PA mejor adaptados y motivar a la persona para que sea más diligente en la protección de su oído tanto dentro como fuera del trabajo. A veces pueden identificarse cambios auditivos provocados por causas no laborales, como la exposición a ruidos de aficiones o armas de fuego, o problemas médicos del oído. El control audiométrico sólo es útil si se mantiene un control de calidad de los procedimientos de pruebas
y si se utilizan los resultados para poner en marcha el seguimiento de las personas que presenten cambios auditivos significativos
(Royster 1985).


martes, 9 de julio de 2013

Protección auditiva

El empresario proporciona a los empleados protectores auditivos (tapones, orejeras y dispositivos semiinsertados) para que los lleven mientras existan niveles de ruido peligrosos en el lugar de trabajo. Como no se han desarrollado controles técnicos del ruido viables para muchos tipos de equipos industriales, los protectores auditivos son actualmente la mejor opción para prevenir la pérdida auditiva inducida por el ruido en estas situaciones. Como ya se ha indicado anteriormente, la mayoría de los trabajadores expuestos al ruido sólo tienen que conseguir una atenuación de 10 dB para quedar adecuadamente protegidos del ruido. Con la amplia selección de protectores auditivos disponibles hoy en día, es muy fácil conseguir una protección adecuada
(Royster 1985; Royster y Royster 1986) si se adaptan los protectores individualmente a cada trabajador para conseguir un sellado acústico con una comodidad aceptable y si se enseña al trabajador cómo llevar el protector correctamente para mantener dicho sellado, pero coherentemente siempre que exista un ruido peligroso.

lunes, 8 de julio de 2013

Estudios de iluminación (I)

Frecuentemente se utiliza una técnica de estudio fundamentada en una cuadrícula de puntos de medición que cubre toda la zona analizada. La base de esta técnica es la división del interior en varias áreas iguales, cada una de ellas idealmente cuadrada. Se mide la iluminancia existente en el centro de cada área a la altura del tablero de una mesa (típicamente a 0,85 metros sobre el nivel del suelo) y se calcula un valor medio de iluminancia. En la precisión del valor de iluminancia media influye el número de puntos de medición utilizados.
Existe una relación que permite calcular el número mínimo de puntos de medición a partir del valor del índice de local (Room Index, RI) aplicable al interior analizado.


domingo, 7 de julio de 2013

Deslumbramiento.

Cuando existe exceso de luminancia en el campo de visión se producen brillos y sus efectos en la visión pueden dividirse en dos grupos, denominados deslumbramiento inca- pacitante y deslumbramiento molesto.
Consideremos el ejemplo del deslumbramiento provocado por los faros de un vehículo que se nos aproxima en la oscuridad. Los ojos no pueden adaptarse al mismo tiempo a los faros del vehículo y al brillo de la carretera, muy inferior. Se trata de un ejemplo de deslumbramiento incapacitante, ya que la alta lumi- nancia de las fuentes de luz produce un efecto incapacitante debido a la dispersión de la luz en el medio óptico. El deslum- bramiento incapacitante es proporcional a la intensidad de la fuente de luz perjudicial.
El deslumbramiento molesto, que es más probable que se produzca en interiores, puede reducirse o incluso eliminarse por completo reduciendo el contraste entre la tarea y su entorno. Es preferible que las superficies de trabajo tengan acabados mate, de reflexión difusa, en lugar de acabados de reflexión especular, y la posición de cualquier fuente de luz perjudicial deberá quedar fuera del campo normal de visión. En general, se consigue un rendimiento visual correcto cuando la propia tarea es más brillante que su entorno inmediato, pero no demasiado.
A la magnitud de deslumbramiento molesto se le da un valor numérico y se compara con valores de referencia a fin de predecir si será aceptable. En el apartado de “Medición” se analiza el método de cálculo de los índices de deslumbramiento que se utiliza en el Reino Unido y en otros lugares.



sábado, 6 de julio de 2013

Características de la tarea.

. Entre ellas cabe citar:
• la configuración de los detalles;
• contraste del detalle con el fondo;
• luminancia del fondo,
• la especularidad del detalle.
Por lo que respecta a tareas específicas, es preciso responder a las siguientes preguntas:
• ¿Resulta fácil ver los detalles de la tarea?
• ¿Es probable que la tarea se realice durante períodos prolongados?
• Si se cometen errores al realizar la tarea, ¿serán graves sus consecuencias?
A fin de crear condiciones óptimas de iluminación en el lugar de trabajo, es importante analizar lo que se exige de la instala- ción de alumbrado. Lo ideal sería que la iluminación de tareas revelase las características de color, tamaño, relieve y superficie de una tarea, evitando al mismo tiempo la creación de sombras posiblemente peligrosas, brillos deslumbrantes y un entorno
“difícil” para la propia tarea.

viernes, 5 de julio de 2013

Características del observador.

Entre ellas cabe citar:

• la sensibilidad del sistema visual de la persona al tamaño, el contraste y el tiempo de exposición;
• las características de adaptación transitoria;
• la susceptibilidad al deslumbramiento;
• la edad,
• las características psicológicas y de motivación.

jueves, 4 de julio de 2013

Definición y descripción del ambiente térmico (I)

Un requisito exigible a cualquier sistema de calefacción o aire acondicionado que funcione correctamente es que tenga en cuenta el control de las variables que definen el ambiente térmico dentro de límites especificados en cada estación del año. He aquí las variables:
1. la temperatura del aire;
2. la temperatura media de las superficies interiores que delimitan el recinto;
3. la humedad del aire,
4. las velocidades y la uniformidad de las velocidades del aire dentro del recinto

miércoles, 3 de julio de 2013

SISTEMAS DE CALEFACCION Y AIRE ACONDICIONADO

Las necesidades de una persona determinada en relación con la calefacción dependerán de muchos factores, que pueden clasifi- carse en dos grupos principales: los relacionados con el entorno y los relacionados con factores humanos. Entre los primeros podríamos citar la geografía (altitud y latitud), el clima, el tipo de exposición que conlleva el espacio en el que se encuentra la persona, o las barreras que protegen a dicho espacio del ambiente exterior, etc. Entre los segundos se encuentran el consumo de energía por parte del trabajador, el ritmo de trabajo o la cantidad de esfuerzo necesario para realizarlo, la ropa o las prendas utilizadas contra el frío y los gustos o preferencias personales.
La necesidad de calefacción es estacional en muchas regiones, pero esto no significa que pueda prescindirse de la calefacción durante la estación fría. El frío afecta a la salud, al rendimiento físico y mental, a la precisión y, ocasionalmente, puede aumentar el riesgo de accidentes. El objetivo de un sistema de calefacción es mantener condiciones térmicas agradables que eviten o mini- micen los efectos perjudiciales para la salud.
Las características fisiológicas del cuerpo humano le permiten soportar grandes variaciones de las condiciones térmicas. Los seres humanos mantienen su equilibrio térmico por medio del hipotálamo, a través de los receptores térmicos de la piel; así la temperatura del cuerpo se mantiene entre 36 y 38 C, como puede verse en la Figura 45.10.
Los sistemas de calefacción requieren mecanismos de control muy precisos, especialmente en aquellos casos en los que los trabajadores realizan sus tareas sentados o en una posición fija que no estimula la circulación de la sangre hasta sus extremi- dades. Si el trabajo realizado permite una cierta movilidad, el control del sistema puede ser algo menos preciso. Finalmente, si el trabajo se realiza en condiciones anormalmente adversas, como en cámaras frigoríficas o en condiciones climáticas muy frías, pueden tomarse medidas complementarias de protección, tejidos especiales, regular el tiempo que se pasa en tales condi- ciones o suministrar calor por medio de sistemas eléctricos incorporados en el atuendo del trabajador.

martes, 2 de julio de 2013

Necesidades de ventilación a efectos de protección de la salud

Con un procedimiento similar al descrito en el apartado anterior, pero utilizando la ecuación (2) de la Figura 45.8, se obtendrá el valor de la corriente de ventilación necesaria para prevenir problemas de salud. Para calcular este valor es necesario identi- ficar la sustancia o el grupo de sustancias químicas críticas que nos propongamos controlar y calcular sus concentraciones en el aire; también es necesario considerar diferentes criterios de evaluación, teniendo en cuenta los efectos del contaminante y la sensibilidad de los ocupantes a los que deseamos proteger niños o ancianos, por ejemplo.
Lamentablemente, sigue siendo difícil calcular las necesidades de ventilación a efectos de protección de la salud, debido a la falta de información sobre algunas de las variables que forman parte de los cálculos, como las emisiones de contaminantes (G), los criterios de evaluación para espacios interiores (Cv) y otras.
Los estudios realizados en este campo demuestran que en los espacios que precisan ventilación para conseguir condiciones confortables, las concentraciones de sustancias químicas son bajas. Ahora bien, esos espacios pueden contener fuentes de contaminación peligrosas. Lo mejor en estos casos es eliminar, sustituir o controlar las fuentes de contaminación en lugar de diluir los contaminantes mediante la ventilación general.

lunes, 1 de julio de 2013

Necesidades de ventilación a efectos de confort

Los primeros pasos para el cálculo de las necesidades a efectos de confort consisten en decidir el nivel de calidad que se desea que tenga el aire en el interior del espacio ventilado (véase la Tabla 45.7), y en calcular la calidad del aire exterior disponible

El siguiente paso es calcular la carga sensorial, utilizando las Tablas 45.8, 45.9 y 45.10 para seleccionar las cargas en función de los ocupantes y sus actividades, del tipo del edificio y del nivel de ocupación por metro cuadrado de superficie. El valor total se obtiene sumando todos los datos.
En función del principio de funcionamiento del sistema de ventilación y utilizando la Figura 45.8, es posible calcular la eficacia de la ventilación. Aplicando la ecuación (1) de la Figura 45.8 se obtendrá el valor de la cantidad de ventilación necesaria.