martes, 8 de abril de 2014

La “persona clave”

La estrategia más importante para que las cinco fases del PCA funcionen eficazmente en conjunto es unirlas bajo la supervisión de una persona de máxima responsabilidad (Royster y Royster,
1989 y 1990). En las empresas más pequeñas, donde una persona puede ocuparse de todas las facetas del PCA, la falta de coordina- ción no suele ser un problema. Sin embargo, a medida que aumenta el tamaño de la organización, participan en el PCA personas de diferentes departamentos: personal de seguridad, personal médico, ingenieros, higienistas industriales, supervisores del almacén de utillajes, supervisores de producción, etc. Cuando personas de diversas disciplinas se ocupan de diferentes aspectos del programa, resulta muy difícil coordinar sus esfuerzos a menos que una “persona clave” pueda supervisar todo el PCA. La elec- ción de esta persona es crucial para el éxito del programa. Una de las principales cualificaciones que debe tener la persona clave es un interés auténtico en el PCA de la empresa.
La persona clave está siempre accesible y sinceramente intere- sada en los comentarios o quejas que puedan contribuir a mejorar el PCA. No adopta una actitud distante ni permanece en su despacho, dirigiendo el PCA mediante órdenes escritas, sino que pasa tiempo en los talleres de producción o en cual- quier parte donde haya trabajadores trabajando, a fin de rela- cionarse con ellos y observar de qué modo pueden evitarse o resolverse los problemas.

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