lunes, 5 de enero de 2015

Percepción del frío y bienestar térmico (III)

En particular, las personas que realizan una actividad muy ligera o sedentaria se hacen cada vez más susceptibles al enfria- miento local cuando la temperatura ambiente desciende por debajo de 20 o 22 ºC. En tales condiciones, la velocidad del aire debe mantenerse reducida (por debajo de 0,2 m/s) y tienen que utilizarse prendas aislantes adicionales para cubrir las partes más sensibles del cuerpo (como cabeza, cuello, espalda y tobillos). El trabajo sentado con temperaturas inferiores a 20 ºC requiere un asiento y un respaldo aislantes para reducir el enfriamiento local causado por la compresión de las prendas de vestir.
Cuando la temperatura ambiente desciende por debajo de
10 ºC, el concepto de bienestar es más difícil de aplicar. Las asimetrías térmicas se hacen “normales” (p. ej., rostro frío e inha- lación de aire frío). Aunque exista un equilibrio térmico corporal óptimo, estas asimetrías pueden ocasionar molestias y exigir una fuente de calor adicional para eliminarlas. El bienestar térmico en ambientes fríos, al contrario que en ambientes interiores térmicamente neutros, suele coincidir con una ligera sensación de calor, un hecho que debe recordarse a la hora de evaluar el estrés por frío utilizando el índice IREQ.

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