jueves, 19 de febrero de 2015

Límites de exposición humanos

Conociendo los parámetros ópticos del ojo humano y la radiancia de una fuente luminosa se pueden calcular las irradiancias (tasas de dosis) en la retina. También la exposición de las estructuras anteriores del ojo humano a la radiación infrarroja puede revestir interés y además debe tenerse en cuenta que la posición relativa de la fuente de luz y el grado de cierre de los párpados puede afectar considerablemente al cálculo correcto de una dosis de exposición ocular. En el caso de las exposiciones a ultravioleta y a luz visible de corta longitud de onda también es importante la distribución espectral de la fuente luminosa.
Varios grupos nacionales e internacionales han recomendado límites de exposición laboral (LE) para la radiación óptica
(ACGIH 1992 y 1994; Sliney 1992). Aunque la mayoría de estos grupos han recomendado límites de exposición para la radiación UV y láser, solo uno de ellos ha recomendado LE para la radia- ción visible (es decir, la luz), concretamente la ACGIH, un orga- nismo de gran prestigio en el campo de la salud en el trabajo. La ACGIH denomina a sus LE valores límite umbral, o TLV, y como éstos se publican una vez al año existe la oportunidad de efectuar una revisión anual (ACGIH 1992 y 1995). Estos valores se basan en gran parte en datos sobre lesiones oculares proce- dentes de estudios con animales y de datos de lesiones de retina en humanos producidas por observación del sol y por arcos de soldadura. Se basan asimismo en la hipótesis implícita de que las exposiciones medioambientales a energía radiante visible no suelen ser peligrosas para el ojo salvo en entornos muy poco usuales tales como campos nevados y desiertos o cuando se mira fijamente al sol.

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