sábado, 21 de marzo de 2015

Aspectos funcionales (capacidad de trabajo)

Un requisito fundamental para el funcionamiento en ambientes fríos es disponer de protección suficiente contra el frío. Ahora bien, la protección en sí misma puede interferir gravemente con las condiciones necesarias para un buen rendimiento. Las prendas de abrigo tienen un efecto entorpecedor bien cono- cido. El uso de prendas protectoras para la cabeza interfiere con el habla y la visión y el uso de guantes deteriora la destreza manual. Aunque la protección es necesaria para mantener unas condiciones de trabajo saludables y confortables, las consecuen- cias en términos de disminución del rendimiento deben ser también tenidas en cuenta. Se precisa más tiempo para realizar las mismas tareas y éstas exigen un esfuerzo mayor.
Las prendas de abrigo fácilmente pueden pesar entre 3 y 6 kilos, incluido el calzado y las prendas para la cabeza. Es un peso que aumenta la carga de trabajo, en particular cuando el trabajo es deambulante. Asimismo, la fricción entre las distintas capas de ropa genera resistencia al movimiento. El calzado no debe pesar en exceso, puesto que el peso añadido a las piernas tiene una mayor contribución relativamente mayor en la carga de trabajo.
La organización del trabajo, el lugar de trabajo y los equipos utilizados deben adaptarse a los requisitos específicos del trabajo en ambientes fríos. Debe permitirse más tiempo para realizar las tareas y programar descansos frecuentes para que los trabaja- dores puedan recuperarse y calentarse. El lugar de trabajo debe permitir un movimiento fácil del trabajador, a pesar de que éste utilice prendas abultadas. Igualmente, los equipos deben estar diseñados para que puedan ser manejados con guantes o estar provistos de algún tipo de aislamiento en el caso de que tengan que manejarse con las manos desnudas.

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