martes, 30 de junio de 2015

Medidas de control y su coste : Mantenimiento. (II)

Las emisiones de los motores de los vehículos se controlan vigilando las emisiones asociadas al parámetro ‘milla recorrida por vehículo’ (VMT) y el propio parámetro VMT (Walsh 1992). Las emisiones por VMT pueden reducirse controlando el rendimiento del vehículo (estructura y mantenimiento), ya sea nuevo
o usado. Se puede controlar la composición de la gasolina con plomo empleada como combustible, reduciendo el contenido en plomo o azufre, lo cual tendrá, a su vez, un efecto beneficioso, disminuyendo las emisiones de hidrocarburos (HC) de los vehículos. La reducción del contenido de azufre en el gasóleo para disminuir la emisión de partículas contaminantes tiene el efecto beneficioso de aumentar el potencial para el control cata- lítico de la emisión de estas partículas y de HC orgánicos.
Otra importante herramienta para reducir las emisiones por evaporación y reposición del combustible de los vehículos es controlando la volatilidad de la gasolina. De esta forma pueden reducirse considerablemente las emisiones de HC por evapora- ción. La adición de sustancias oxigenadas a la gasolina reduce el contenido de HC y CO en los gases de escape siempre que no aumente la volatilidad del combustible.

lunes, 29 de junio de 2015

Medidas de control y su coste : Mantenimiento. (I)

Ejemplo: una conservación y una puesta a punto esmerada de los motores de combustión interna reduce la contaminación por monóxido de carbono e hidrocarburos. Prácticas de trabajo. Ejemplo: cuando se fumiga con plaguicidas, tienen que tenerse en cuenta las condiciones meteorológicas y, en especial, la dirección de los vientos dominantes.

Por analogía con unas prácticas adecuadas de trabajo, en el ámbito doméstico o municipal también se puede reducir la contaminación adoptando precauciones similares; por ejemplo, modificando el comportamiento ciudadano en cuanto a la utili- zación de los vehículos (más transporte público, coches más pequeños, etc.) y controlando los sistemas de calefacción (mejor aislamiento térmico de los edificios para reducir el consumo de combustibles, combustibles de mejor calidad, etc.).
Las medidas para controlar las emisiones de los vehículos consisten en programas adecuados y eficientes de inspección y mantenimiento obligatorios para el parque de vehículos exis- tente, programas de instalación obligatoria de catalizadores en los nuevos coches fabricados, sustitución de los vehículos con motor de combustión por vehículos accionados con energía solar
o baterías, regulación del tráfico de carretera y modelos de planificación del transporte y del uso de suelo.


domingo, 28 de junio de 2015

Medidas de control y su coste : Correcta evacuación de los residuos.

Ejemplos: evitar el simple amontonamiento de los residuos químicos (como los residuos de los reactores de polimerización), así como el vertido de residuos
(sólidos o líquidos) a los cursos de agua. Esta última práctica no sólo contamina el agua, sino que también puede crear una fuente secundaria de contaminación atmosférica, como es el caso de los vertidos sulfurosos de las papeleras, que desprenden olores y gases muy molestos.

sábado, 27 de junio de 2015

CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE EL MEDIO AMBIENTE - Conservación de la naturaleza y los recursos naturales

Durante este período se celebraron diversos tratados para la conservación de la naturaleza, tanto de ámbito mundial, como de alcance regional. Entre los primeros cabe destacar el Convenio adoptado por la UNESCO en 1972 para la Protección del patri- monio cultural y natural del mundo, el Convenio de Washington de 1973 sobre el comercio internacional de especies amenazadas (CITES), y el Convenio de Bonn de 1979 sobre conservación de las especies migrantes de animales silvestres. Entre el elevado número de acuerdos de alcance regional destacan especialmente el Convenio nórdico para la protección del medio ambiente, de 1974; el Convenio de 1976 para la conservación de la naturaleza en el Sur del Pacífico (Convenio Apia, en Burhenne 1974a); y el Convenio de Berna de 1979, para la conservación de la vida silvestre europea y los hábitats naturales (Serie Tratados Euro- peos). Es de destacar igualmente la Directiva de la Comunidad Europea 79/409, de 1979, sobre la conservación de las aves silvestres (DO 1979), modificada posteriormente por la Directiva 92/43 sobre conservación de los hábitats naturales y la fauna y flora (DO 1992); el Convenio de 1979 para la conservación y ordenación de la vicuña; y el Acuerdo de la ASEAN, de 1985, sobre conservación de la naturaleza y los recursos naturales (reproducido en Kiss y Shelton 1991). Son igualmente dignos de mención los tratados relativos al Antártico, patrimonio común de la humanidad ajeno a la soberanía de los Estados: Convenio de Canberra, de 1980, para la conservación de la vida marina en el Antártico; el Convenio de Wellington, de 1988, sobre regulación de la explotación de los recursos minerales del Antártico; y Proto- colo de 1991 al Tratado del Antártico para la protección del medio ambiente, suscrito en Madrid.

viernes, 26 de junio de 2015

CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE EL MEDIO AMBIENTE - De Estocolmo a Río


En los años 1972 a 1992 se produjo un inusitado crecimiento del número y variedad de las normas de derecho ambiental interna- cional. Buena parte de este esfuerzo legislativo es directamente imputable a la Conferencia de Estocolmo. En la importante Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano de 1972 no sólo se formularon diversos principios, la mayoría de los cuales eran de lege ferenda (esto es, que enunciaban cómo debía ser el derecho y no como era en realidad), sino que también se adoptaron un Plan de actuación ambiental de 109 puntos y una Resolución en los que se recababa el apoyo institucional y financiero de la ONU para su aplicación. El resultado de esta invocación fue la creación, con sede en Nairobi, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en virtud de una Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA 1972). El PNUMA ha patrocinado directamente la negociación de una serie de tratados de ámbito mundial sobre el medio ambiente, así como el desarrollo del importante Programa de Mares Regio- nales, que se ha traducido en la aprobación de una serie de ocho convenios marco regionales para la protección del medio ambiente marino, a cada uno de los cuales se ha unido un protocolo ajustado a las características específicas de la región. Varios programas regionales se encuentran aún en proceso de gestación.
Con objeto de facilitar el análisis del gran volumen de conve- nios ambientales elaborados durante este período, aquéllos se han agrupado en varias categorías: conservación de la natura- leza, protección del medio ambiente marino y regulación de los impactos ambientales internacionales.

jueves, 25 de junio de 2015

CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE EL MEDIO AMBIENTE - Antes de Estocolmo

La mayoría de los convenios internacionales ambientales ante- riores a la conferencia de Estocolmo de 1972 se centraban en la conservación de la fauna y flora. Los primeros convenios de protección de las aves (como el Convenio de 1902 sobre protección de las aves útiles a la agricultura; véase, además, Lyster 1985) tienen un interés meramente histórico. Mayor trans- cendencia a largo plazo revisten los convenios generales de conservación de la naturaleza, si bien el Convenio de Washington de 1946 para la regulación de la caza de la ballena (y su proto- colo de 1956) es particularmente notable en este período, si bien, como es natural, su objetivo se ha desplazado con el tiempo de la explotación a la conservación. Uno de los primeros convenios inspirados en la conservación fue el Convenio africano para la conservación de la naturaleza y los recursos naturales, suscrito en Argel en 1968, en el que, a pesar de su amplitud y de su carácter innovador, se cometió el error —reiterado en muchos otros convenios— de no crear una estructura administrativa que super- visase su aplicación. Igualmente notable —y mucho más fructí- fero— fue el Convenio Ramsar de 1971 sobre las zonas húmedas de importancia internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas, en el que se estableció una serie de zonas húmedas protegidas en el territorio de los Estados signatarios.
Otros documentos significativos de este período son los conve- nios mundiales sobre contaminación por hidrocarburos. Aunque el Convenio internacional de 1954 para la prevención de la contaminación del mar por hidrocarburos (OILPOL), modifi- cado en 1962 y 1969, desbrozó el camino de la creación de un marco regulador del transporte marítimo de petróleo, los primeros convenios en los que se estipularon la adopción de medidas de urgencia y la obligación de reparar los daños provo- cados por la contaminación por hidrocarburos se concertaron en respuesta directa al primer siniestro sufrido por un gran buque cisterna: el naufragio del petrolero liberiano Torrey Canyon frente a las costas del sureste de Inglaterra, en 1969. En el Convenio internacional de 1969 sobre intervención en alta mar en caso de daños producidos por la contaminación por hidrocarburos se autorizaba a los Estados ribereños a intervenir fuera de sus aguas jurisdiccionales. En otros dos convenios afines al anterior: el Convenio internacional sobre responsabilidad civil por daños causados por la contaminación por hidrocarburos, de 1969, y el Convenio internacional para la creación de un fondo interna- cional de indemnización por los daños producidos por la conta- minación por hidrocarburos, firmado en Bruselas en 1971, se autorizaba la reclamación de indemnizaciones a los armadores y operadores de los buques cisterna y se establecía la garantía de un fondo internacional de indemnización. (Es de destacar igual- mente la importancia de los sistemas de indemnización volun- taria gestionados por el sector, como TOVALOP y CRISTAL. Véase al efecto Abecassis y Jarashou 1985).

miércoles, 24 de junio de 2015

CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE EL MEDIO AMBIENTE (II)

En el presente artículo se ofrece un examen somero de los principales convenios internacionales sobre el medio ambiente. Si bien este tipo de examen se centra necesariamente en los principales convenios de ámbito mundial, no se puede despre- ciar el importante y creciente cuerpo de acuerdos regionales y bilaterales. (Véase en Kiss y Shelton 1991, y en Birnic y Boyle 1992, un análisis sistemático del ordenamiento jurídico internacional del medio ambiente. Véase, asimismo, Churchill y Freestone 1991).

martes, 23 de junio de 2015

CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE EL MEDIO AMBIENTE (I)

La publicidad que acompañó a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992 puso de relieve el destacado papel que el interés mundial por cuestiones como el recalentamiento de la Tierra y la pérdida de biodiversidad ocupan en la agenda política mundial. Ciertamente, en los veinte años transcurridos entre la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano y la CNUMAD de 1992 no sólo se ha producido un importante incremento de la conciencia de la amenaza para el medio ambiente generada por las actividades humanas, sino también un crecimiento sustancial del número de acuerdos internacionales dedicados a los problemas ambientales. En efecto, se ha promulgado un gran número de tratados sobre el medio ambiente (véanse, por ejemplo, Burhenne 1974a, 1974b,
1974c; Hohmann 1992; Molitor 1991. Véase en Sand 1992 un análisis cualitativo contemporáneo de la cuestión).
Cabe recordar que, según el Estatuto, de 1945, del Tribunal Internacional de Justicia, las dos principales fuentes del derecho internacional son los convenios internacionales y la costumbre internacional (artículo 38(1) del Estatuto). La costumbre interna- cional está constituida por la práctica consuetudinariamente aplicada por los Estados con la intención de generar obliga- ciones jurídicas entre ellos. Si bien es posible que las costumbres internacionales se enraícen con relativa rapidez, la prontitud con que la conciencia de los problemas ambientales mundiales ha accedido a la agenda política internacional ha relegado a la costumbre a un segundo plano respecto al derecho escrito de los tratados y convenios en la evolución del ordenamiento jurídico. Si bien algunos principios fundamentales, como el de utilización equitativa de los recursos compartidos (Arbitraje de LacLanoux, 1957) o la obligación de prohibir las actividades que deterioren el medio ambiente de los Estados vecinos (Arbitraje de Trail Smelter 1939, 1941) han surgido de decisiones judi- ciales fundadas en el derecho consuetudinario, los tratados han constituido, sin duda, el principal instrumento utilizado por la comunidad internacional para regular las actividades que amenazan el medio ambiente. Otro aspecto interesante de la regulación internacional del medio ambiente es el desarrollo del denominado “derecho no vinculante”, constituido por docu- mentos en los que los Estados, bien fijan pautas o manifiestan intenciones de actuación futura, bien se comprometen política- mente a perseguir determinados objetivos. Estos documentos pueden transformarse en instrumentos jurídicos formalmente vinculantes, por ejemplo, por decisión de las partes otorgantes de un convenio (véase en Freestone 1994 la importancia del derecho blando en el derecho ambiental internacional). Los documentos de “derecho no vinculante” se han incorporado a numerosas compilaciones de derecho ambiental internacional.

lunes, 22 de junio de 2015

LASERES (III)

Todos los láseres tienen tres componentes fundamentales:
1. un medio activo (un sólido, líquido o gas) que define las longi- tudes de onda de emisión posibles;
2. una fuente de energía (por ejemplo, corriente eléctrica, lámpara de bombeo o reacción química),
3. una cavidad resonante con acoplador de salida (generalmente dos espejos).
La mayoría de los sistemas láser utilizados en la práctica fuera del laboratorio de investigación tienen también un sistema de transmisión del haz, por ejemplo una fibra óptica o un brazo articulado con espejos para dirigir el haz hacia una estación de trabajo, y lentes focalizadoras para concentrarlo sobre un mate- rial a soldar, etc. En un láser, átomos o moléculas idénticos se llevan a un estado excitado mediante la energía suministrada por la lámpara de bombeo. Cuando los átomos o moléculas se encuentran en un estado excitado, un fotón (“partícula” de energía luminosa) puede estimular a un átomo o molécula exci- tados para que emitan un segundo fotón de la misma energía
(longitud de onda) que viaja en fase (radiación coherente) en la misma dirección que el fotón estimulante. Con ello se ha ampli- ficado al doble la luz emitida. Este mismo proceso repetido en cascada hace que se forme un haz luminoso que se refleja hacia delante y hacia atrás entre los espejos de la cavidad resonante. Al ser uno de estos espejos parcialmente transparente, una parte de la energía luminosa abandona la cavidad resonante y dando lugar a la emisión del haz láser. Aunque en la práctica los dos espejos paralelos suelen estar curvados para producir una situa- ción de resonancia más estable, el principio básico es el mismo para todos los láseres.
A pesar de que en el laboratorio de física se han hecho demos- traciones con varios miles de líneas láser diferentes (es decir, longitudes de onda láser discretas características de diferentes medios activos), tan solo unas veinte de ellas se han desarrollado comercialmente hasta ser de uso común en la tecnología coti- diana. Se han desarrollado y publicado guías y normas de segu- ridad en relación con los láseres, que abarcan básicamente todas las longitudes de onda del espectro óptico a fin de incluir tanto las líneas láser actualmente conocidas como los futuros láseres.

domingo, 21 de junio de 2015

LASERES (II)

Puesto que el proceso láser (denominado a veces “laseo”) puede producir un haz de radiación óptica (es decir energía radiante ultravioleta, visible o infrarroja) fuertemente colimado un láser, al contrario que en la mayoría de los riesgos que se presentan en el lugar de trabajo, puede suponer un riesgo a considerable distancia. Quizás sea esta característica más que ninguna otra la que ha suscitado las especiales preocupaciones manifestadas por trabajadores y expertos en salud y seguridad en el trabajo. No obstante, los láseres pueden utilizarse sin peligro si se adoptan medidas apropiadas para controlar el riesgo. Existen normas de ámbito mundial para la utilización segura de los láseres, la mayoría de ellas “armonizadas” entre sí
(ANSI 1993; CEI 1993). En todas estas normas se utiliza un sistema de clasificación de riesgos que agrupa los productos láser en cuatro amplias categorías según la potencia o energía de salida del láser y su capacidad para producir daño. Después se aplican medidas de seguridad acordes con la clasificación de riesgo (Cleuet y Mayer 1980; Duchene, Lakey y Repa- choli 1991).
Los láseres operan a longitudes de onda discretas y aunque la mayoría son monocromáticos (es decir, emiten una sola longitud de onda o un solo color) no es infrecuente que un láser emita varias longitudes de onda discretas. Por ejemplo, el láser de argón emite varias líneas diferentes en la región del ultravioleta próximo y en la región visible del espectro, a pesar de estar dise- ñado en general para emitir solamente una línea verde (una sola longitud de onda) de 514,5 nm y/o una línea azul de 488 nm. Al considerar los riesgos potenciales para la salud, siempre es esen- cial establecer la longitud o longitudes de onda de salida.

sábado, 20 de junio de 2015

LASERES (I)

Un láser es un dispositivo que produce energía radiante electromagnética coherente dentro del espectro óptico comprendido entre la zona final del ultravioleta y el infrarrojo lejano (submili- métrico). El término láser es en realidad un acrónimo de light amplification by stimulated emission of radiation (amplificación de la luz por emisión estimulada de radiación). Aunque el proceso láser fue predicho teóricamente por Albert Einstein en 1916, la primera demostración de un láser conseguido con éxito no tuvo lugar hasta 1960. En los últimos años, los láseres han encontrado múltiples aplicaciones, desde el laboratorio de investigación hasta el entorno industrial, médico y de oficinas, así como en obras de construcción e incluso en el ámbito doméstico. En numerosas aplicaciones, tales como reproductores de videodiscos y sistemas de comunicación por fibra óptica, la salida de energía radiante del láser está confinada, no existe ningún riesgo para la salud del usuario y éste puede no advertir siquiera la presencia de un láser incorporado en el producto. Sin embargo, en algunas aplicaciones médicas, industriales o en investigación la energía radiante emitida por el láser es accesible y puede suponer un riesgo poten- cial para los ojos y la piel.

viernes, 19 de junio de 2015

Conclusiones LUZ Y RADIACION INFRARROJA

Aunque las especificaciones técnicas de los dispositivos que protegen los ojos de las fuentes de radiación óptica pueden parecer algo complicadas, existen normas de seguridad que espe- cifican los grados de protección adecuados y estas normas ofrecen un factor de seguridad conservador para el usuario.

jueves, 18 de junio de 2015

Filtros de soldadura autooscurecibles (III)

A falta de pruebas exhaustivas de laboratorio, el soldador puede realizar unas sencillas comprobaciones. Se le puede sugerir simplemente que observe una página de texto impreso en letra menuda a través de varios filtros autooscurecibles. Así se tendrá una indicación de la calidad óptica de cada filtro. Después se le puede pedir que intente cebar un arco mientras lo observa a través de cada uno de los filtros cuya compra se está considerando. Por suerte se puede confiar en el hecho de que los niveles de luz que resultan cómodos para ver, no son peligrosos. Se deberá comprobar la eficacia de filtración del UV y el IR en la ficha técnica del fabricante para asegurarse de que se eliminan las bandas innecesarias. Unos cuantos cebados de arco repetidos deberían ser suficientes para que el soldador perciba si experimentará malestar por adaptación transitoria, aunque lo mejor sería que la prueba durase toda una jornada.
El estado de reposo o fallo del grado de protección de un filtro autooscurecible (se produce cuando falla la batería) debería ofrecer el 100 % de protección a los ojos del soldador durante uno o varios segundos como mínimo. Algunos fabricantes utilizan un estado oscuro como posición de desconexión y otros un grado de protección intermedio entre los estados oscuro y claro del filtro. En uno u otro caso, la transmitancia del filtro en estado de reposo debería ser sensiblemente inferior a la transmi- tancia del estado claro con el fin de excluir un riesgo para la retina. En cualquier caso, el dispositivo deberá proporcionar al usuario una indicación clara y evidente de cuándo está desco- nectado el filtro o cuándo se produce un fallo del sistema. De este modo se asegurará que el soldador sea alertado con antela- ción en caso de que el filtro no esté conectado o no funcione correctamente antes de que se inicie la soldadura. Otras caracte- rísticas, tales como la duración de la carga de la batería o el rendimiento en condiciones extremas de temperatura, pueden ser importantes para ciertos usuarios.

miércoles, 17 de junio de 2015

Vigilancia del entorno del lugar de trabajo

En la vigilancia del entorno del lugar de trabajo, es necesario estudiar por separado el diseño de los programas rutinarios y el de los operacionales. Cuando se persigan objetivos específicos se diseñarán programas de vigilancia especiales. No es aconsejable diseñar programas en líneas generales.

martes, 16 de junio de 2015

Blindaje de neutrones

La regla práctica general que se debe tener en cuenta para el blindaje de neutrones es que el equilibrio de la energía de neutrones se consigue y permanece constante después de una o dos longitudes de relajación del material de blindaje. Por lo tanto, para espesores de blindaje superiores a varias longitudes de rela- jación, la dosis equivalente fuera del blindaje de hormigón o hierro será atenuada con longitudes de relajación de 120 g/cm2
o 145 g/cm2, respectivamente.


La pérdida de energía de los neutrones por dispersión elástica exige un blindaje hidrogenado para optimizar la transferencia de energía a medida que los neutrones son moderados o frenados. Para energías de neutrones superiores a 10 MeV, los procesos inelásticos son eficaces en la atenuación de neutrones. Igual que los reactores de las centrales nucleares, los acelera- dores de alta energía exigen blindajes pesados para proteger a los trabajadores. La mayoría de las dosis equivalentes impartidas a los trabajadores proceden de la exposición a material radiac- tivo activado durante operaciones de mantenimiento. Los productos de la activación se generan en los componentes y en los sistemas de apoyo del acelerador.



lunes, 15 de junio de 2015

Blindaje de partículas alfa

Las partículas alfa son el tipo menos penetrante de radiación ionizante. Dada la naturaleza aleatoria de sus interacciones, el alcance de una partícula alfa individual varía entre los valores nominales que se indican en la Figura 48.18. En el caso de las partículas alfa, el alcance puede expresarse de diferentes formas: alcance mínimo, medio, extrapolado o máximo. El alcance medio es el que puede determinarse con más exactitud, corresponde al alcance de la partícula alfa “media” y es el más utilizado.
El aire es el medio absorbente utilizado con más frecuencia para especificar la relación alcance-energía de las partículas alfa.

domingo, 14 de junio de 2015

Blindaje de partículas beta (II)

El flujo  de bremsstrahlung a una distancia d de la fuente beta se puede estimar por la ecuación:

sábado, 13 de junio de 2015

Blindaje de partículas beta (I)

Cuando se diseña un blindaje para un emisor beta de alta energía hay que tener en cuenta dos factores: las propias partículas beta y la bremsstrahlung (radiación de frenado) producida por partículas beta absorbidas por la fuente y el blindaje. La bremsstrahlung consta de fotones de rayos X producidos cuando partículas cargadas a gran velocidad experimentan una deceleración rápida.
Por lo tanto, un blindaje beta se compone a menudo de una sustancia de número atómico bajo (para reducir al mínimo la producción de bremsstrahlung) que tenga el espesor suficiente para detener todas las la partículas beta, seguida de un material de número atómico alto que tenga el espesor suficiente para atenuar la bremsstrahlung hasta un nivel aceptable. (Si se invierte el orden de los blindajes aumenta la producción de bremsstrahlung en el primer blindaje hasta un nivel tan elevado que el segundo blindaje puede no proporcionar la protección adecuada.)
A efectos de estimar el peligro de bremsstrahlung, puede utili- zarse la relación siguiente:


donde f es la fracción de la energía beta incidente convertida en fotones, Z es el número atómico del absorbente y E es la energía máxima del espectro de partículas betas en MeV. Para garantizar una protección adecuada, se suele suponer que todos los fotones de la bremsstrahlung son de energía máxima.

viernes, 12 de junio de 2015

Lesiones por frío sin congelación - Cuadro clínico


En una lesión por frío sin congelación, los síntomas iniciales son muy vagos y la víctima se da cuenta demasiado tarde del grave peligro que corre. Los pies se enfrían y se hinchan. La persona los siente pesados, acorchados y entumecidos. Le duelen y con frecuencia aparecen arrugas en la plantas. La primera fase isqué- mica dura entre unas horas y unos días. Va seguida por una fase hiperémica de entre 2 y 6 semanas, durante la cual los pies están calientes, con pulsos marcados y edema progresivo. No es raro que aparezcan ampollas, ulceraciones y, en algunos casos graves, gangrena.

jueves, 11 de junio de 2015

Lesiones por frío sin congelación Fisiopatología

Los requisitos previos para sufrir una LFSC son la exposición prolongada a ambientes fríos y húmedos, aunque por encima de la temperatura de congelación, e inmovilización con estanca- miento venoso. La deshidratación, una alimentación inadecuada, el estrés, enfermedades o lesiones concomitantes o la fatiga son factores que aumentan el riesgo. Las LFSC afectan casi exclusiva- mente a las piernas y a los pies. En la vida diaria no suelen

producirse lesiones graves de este tipo, pero en tiempos de guerra
o cuando se producen catástrofes, son y siempre serán un grave problema, sobre todo por la dificultad de detectarlas como conse- cuencia de la aparición lenta de los síntomas, que al principio son poco específicos.
Las LFSC pueden aparecer cuando la temperatura ambiente es inferior a la corporal. Al igual que en las LFCC, las fibras contráctiles simpáticas y el frío en sí mismo producen una prolongada vasoconstricción. El proceso inicial es de naturaleza reológica y similar al observado en las lesiones por reperfusión isquémica. Además de la duración de la exposición a bajas temperaturas, la susceptibilidad de la víctima parece ser un factor importante.
El cambio patológico provocado por la lesión isquémica afecta
a muchos tejidos. Los músculos se degeneran, sufriendo necrosis, fibrosis y atrofia; los huesos muestran una osteoporosis precoz. De especial interés son los efectos en los nervios, ya que las lesiones nerviosas producen dolor, disestesia prolongada e hiperhidrosis como secuelas frecuentes de estas lesiones.

miércoles, 10 de junio de 2015

Lesiones por frío con congelación - Tratamiento (II)

El mejor tratamiento de una congelación es descongelarla en agua calentada a 40 o 42 ºC. El procedimiento de descongela- ción debe continuar con agua a esa temperatura hasta que se recupere la sensibilidad, el color y la textura blanda del tejido. Es una forma de descongelación que suele producir un tinte más encarnado que rosa como consecuencia de la estasis venosa.
El tratamiento administrado sobre el terreno debe ir más allá de la descongelación local. Toda la persona debe recibir cuidados, ya que la congelación suele ser el primer síntoma de una hipotermia progresiva. Habrá que abrigarla y hacerle beber líquidos calientes y nutritivos. Es probable que la víctima se muestre apática y sin fuerzas para cooperar. Debe insistirse en que realice actividades musculares, como golpear los brazos contra los laterales del cuerpo: así se abren las derivaciones arte- riovenosas periféricas de las extremidades.
La congelación profunda se produce cuando la descongelación por transferencia de calor pasivo durante 20 o 30 minutos no tiene éxito. En ese caso, la víctima debe ser trasladada al hospital más cercano. No obstante, si dicho traslado puede durar varias horas, es preferible trasladar a la persona a la vivienda más cercana y descongelar sus lesiones con agua caliente. Una vez finalizada la descongelación, debe tumbarse al paciente con la zona lesionada elevada y organizar su traslado al hospital más cercano lo antes posible.
El recalentamiento rápido produce un dolor moderado o intenso y es probable que el paciente necesite algún analgésico. Las lesiones capilares producen extravasación de suero con tumefacción local y formación de ampollas durante las primeras 6-18 horas. Las ampollas deben mantenerse intactas para prevenir infecciones.

martes, 9 de junio de 2015

Lesiones por frío con congelación - Tratamiento (I)


Una congelación debe recibir cuidados inmediatamente para evitar que una lesión superficial se convierta en una lesión Una congelación debe recibir cuidados inmediatamente para evitar que una lesión superficial se convierta en una lesión profunda. La víctima debe ser trasladada a un refugio; si no existe ninguno en las proximidades, habrá que protegerla del viento con el cuerpo de los compañeros, un saco de dormir o algún otro medio similar. La zona congelada debe descongelarse por trans- misión pasiva de calor de una parte más caliente del cuerpo. La mano calentada puede colocarse sobre el rostro y la mano fría en la axila o la ingle. Puesto que la persona congelada sufre estrés por frío con vasoconstricción periférica, el mejor tratamiento es el calor que pueda darle un compañero. El masaje y el frotamiento de la parte congelada con nieve o con una bufanda de lana está contraindicado. Son tratamientos mecánicos que sólo agravan la lesión, ya que el tejido está lleno de cristales de hielo. Tampoco debe intentarse la descongelación delante de un fuego de campa- mento o un hornillo de campo, ya que este tipo de calor no penetra en profundidad y al estar la zona parcialmente aneste- siada, se puede producir una lesión por quemadura.

Las señales de dolor en un pie congelado desaparecen antes de que se produzca la congelación, ya que la conductividad del nervio se suprime a una temperatura de unos +8 ºC. La paradoja es que la última sensación que la víctima tiene es que ¡no siente nada en absoluto! En condiciones extremas, cuando la evacua- ción exige viajar a pie, la descongelación debe evitarse. Caminar con un pie congelado no parece aumentar el riesgo de destruc- ción tisular, mientras que la recongelación de un tejido conge- lado lo aumenta al máximo.

lunes, 8 de junio de 2015

Lesiones por frío con congelación - Cuadro clínico

Las lesiones por frío con congelación se subdividen en congela- ción superficial y profunda. La lesión superficial se limita a la piel
y a los tejidos subcutáneos que se encuentran inmediatamente por debajo. En la mayoría de los casos, este tipo de lesión afecta a la nariz, los lóbulos de las orejas, los dedos de las manos y los dedos de los pies. El primer síntoma suele ser un dolor punzante
y agudo. La parte afectada de la piel palidece o adquiere un color blanco ceroso. Se entumece y se hunde al aplicar presión, ya que los tejidos subyacentes siguen estando vivos y conservan su flexi- bilidad. Cuando la LFCC progresa a una lesión profunda, la piel adquiere color blanco y aspecto marmóreo, se endurece y se adhiere al tocarla.