martes, 21 de junio de 2016

Salud y frío (II)

El catarro común, sin fiebre ni síntomas generales, no hace que el trabajo en ambientes fríos sea nocivo. Ahora bien, en personas con complicaciones como asma, bronquitis o problemas cardiovasculares, la situación es diferente y se recomienda que no trabajen al aire libre durante la estación fría. Lo mismo puede decirse de las personas con catarro acompañado de fiebre, tos profunda, dolor muscular y deterioro general de su estado.
El asma y la bronquitis son frecuentes en las regiones frías. La exposición al frío suele agravar los síntomas. El cambio de medicación reduce en algunas ocasiones los síntomas durante la estación fría. Algunas personas mejoran con la administración de medicamentos inhalados.
Las personas con enfermedades asmáticas o cardiovasculares pueden responder a la inhalación de aire frío con broncocons- tricción y vasoespasmo. Se han observado síntomas asmáticos en atletas que realizan intensos entrenamientos durante varias horas al día en climas fríos. No se sabe si el enfriamiento del tracto pulmonar es la principal causa de estos síntomas. Actualmente existen en el mercado máscaras ligeras que realizan una cierta función de intercambiador de calor, conservando así la energía y la humedad.
Un tipo endémico de enfermedad crónica es el “pulmón del esquimal”, típica de los cazadores y tramperos esquimales que se ven expuestos a un frío extremo y a un trabajo pesado durante largos períodos de tiempo. La hipertensión pulmonar progresiva suele causar con el tiempo una insuficiencia cardiaca que afecta
a la parte derecha del corazón.

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