martes, 27 de octubre de 2009

Centrales nucleares

La transformación de la energía térmica emitida por la fisión atómica es la base de la producción de electricidad a partir de la energía nuclear. Esquemáticamente, puede considerarse que las centrales nucleares constan de: a) un núcleo que contiene el material fisionable (para reactores de agua a presión, de 80 a 120 toneladas de óxido de uranio); b) equipos intercambiadores de calor, que contienen fluidos refrigerantes; c) equipos de transformación de energía térmica en electricidad, similares a los utilizados en otros tipos de centrales energéticas.
Los principales riesgos de estas instalaciones son aumentos intensos y repentinos de energía, que funden el núcleo y emiten productos radiactivos. Se han producido dos accidentes con fusión del núcleo del reactor: en Three Mile Island (1979, Pensilvania, Estados Unidos) y en Chernóbil (1986, Ucrania).
El accidente de Chernóbil fue lo que se denomina un acontecimiento límite: es decir, un repentino (en el espacio de pocos segundos) aumento en la fisión que provoca la pérdida de control del proceso. En este caso, el núcleo del reactor resultó completamente destruido y se liberaron cantidades masivas de materiales radiactivos (Tabla 39.19). Las emisiones alcanzaron una altura de 2 km, lo que favoreció su dispersión a gran distancia (a todos los efectos, todo el hemisferio norte).
El comportamiento de la nube radiactiva resulta difícil de analizar debido a los cambios meteorológicos sucedidos durante el período de emisión (Figura 39.6) (OIEA 1991).
Se elaboraron mapas de contaminación a partir de la medición del cesio-137, uno de los principales productos de emisión radiactiva (Tablas 39.18 y 39.19), en diversos puntos de la atmósfera. Resultaron extremadamente contaminadas extensas zonas de Ucrania, Bielorrusia (Belarús) y Rusia; la repercusión sobre el resto de Europa fue menos significativa (Figuras 39.7
y 39.8 (UNSCEAR 1988). En la Tabla 39.20 se ofrecen datos sobre las superficies contaminadas, las características de la población expuesta y las vías de exposición.
El accidente de Three Mile Island se clasifica como accidente térmico sin escape del reactor principal, y se produjo por un fallo en el refrigerante del núcleo del reactor durante varias horas. Gracias a la carcasa de contención, sólo escapó al medio ambiente una cantidad limitada de material radiactivo, y ello a pesar de la destrucción parcial del núcleo del reactor (Tabla 39.19). Aunque no se dio la orden de evacuar, 200.000 habitantes abandonaron voluntariamente la zona. Por último, en
1957, en la costa occidental de Inglaterra, tuvo lugar un accidente con un reactor de producción de plutonio (Windscale, Tabla 39.19). Este incidente se debió al incendio del núcleo del reactor, que provocó emisiones al medio ambiente por una chimenea de 120 metros de altura.

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