lunes, 18 de julio de 2016

Estructura de los accidentes

La creencia de que los accidentes tienen causas y pueden preve- nirse nos obliga a estudiar los factores para prevenirlos. Al analizar estos factores, pueden aislarse las causas primordiales y adoptarse las medidas necesarias para impedir que se repitan. Las causas esenciales pueden clasificarse en “inmediatas” y “concurrentes”. En el primer caso se trata de actos peligrosos del trabajador y de condiciones de trabajo inseguras. En el segundo, de factores relacionados con la gestión y de las condiciones físicas y mentales del trabajador. Tienen que converger varias de estas causas para que se produzca un accidente.
En la Figura 56.2 se muestra la estructura de los accidentes y se detallan las causas inmediatas, las concurrentes, los tipos de accidentes y sus resultados. No se trata, en modo alguno, de una relación exhaustiva. Con todo, es necesario comprender la rela- ción de “causa-efecto” de los factores inductores de accidentes para emprender una mejora continua de los procesos de seguridad.

domingo, 17 de julio de 2016

Teorías sobre la causalidad de los accidentes - Teoría de “los síntomas frente a las causas”

No es tanto una teoría cuanto una advertencia que debe tenerse en cuenta si se trata de comprender la causalidad de los acci- dentes. Cuando se investiga un accidente, se tiende a centrar la atención en sus causas inmediatas, obviando las esenciales. Las situaciones y los actos peligrosos (causas próximas) son los síntomas y no las causas fundamentales de un accidente.

sábado, 16 de julio de 2016

Figura Estructura de los accidentes


viernes, 15 de julio de 2016

Teorías sobre la causalidad de los accidentes - Teoría de la transferencia de energía

Sus defensores sostienen que los trabajadores sufren lesiones, o los equipos daños, como consecuencia de un cambio de energía en el que siempre existe una fuente, una trayectoria y un receptor. La utilidad de la teoría radica en determinar las causas de las lesiones y evaluar los riesgos relacionados con la energía y la metodología de control. Pueden elaborarse estrategias para la prevención, la limitación o la mejora de la transferencia de energía.
El control de energía puede lograrse de las siguientes formas:

• eliminación de la fuente;
• modificación del diseño o de la especificación de los elementos del puesto de trabajo,
• mantenimiento preventivo.

La trayectoria de la transferencia de energía puede modifi- carse mediante:

• aislamiento de la trayectoria;
• instalación de barreras;
• instalación de elementos de absorción,
• colocación de aislantes.
La adopción de las medidas siguientes puede ayudar al receptor de la transferencia de energía:
• limitación de la exposición,
• utilización de equipo de protección individual.

jueves, 14 de julio de 2016

Teorías sobre la causalidad de los accidentes - Teoría de la propensión al accidente

De acuerdo con ella, existe un subconjunto de trabajadores en cada grupo general cuyos componentes corren un mayor riesgo de padecerlo. Los investigadores no han podido comprobar tal afirmación de forma concluyente, ya que la mayoría de los estudios son deficientes y la mayor parte de sus resultados son contra- dictorios y poco convincentes. Es una teoría, en todo caso, que no goza de la aceptación general. Se cree que, aun cuando existan datos empíricos que la apoyen, probablemente no explica más que una proporción muy pequeña del total de los accidentes, sin ningún significado estadístico.

miércoles, 13 de julio de 2016

Modelos de contaminación atmosférica (III)

En el caso de emisiones accidentales o estudios de casos indi- viduales, se recomienda utilizar un modelo de Lagrange o de partículas (VDI Guideline 3945, Parte 3), que calcula las trayecto- rias de un gran número de partículas, cada una de las cuales representa una cantidad fija del contaminante en cuestión. Las trayectorias individuales están determinadas por el desplaza- miento debido al viento medio y a las alteraciones estocásticas que, aunque impiden que las trayectorias coincidan totalmente, representan el mezclado turbulento. En principio, los modelos de Lagrange son capaces de representar condiciones meteoroló- gicas complejas, en especial de viento y turbulencias. Los campos calculados mediante los modelos de flujo que se describen a continuación pueden utilizarse para los modelos de dispersión de Lagrange.

martes, 12 de julio de 2016

lunes, 11 de julio de 2016

Modelos de contaminación atmosférica (II)

En este caso, la ecuación mencionada antes puede resolverse analíticamente. La fórmula resultante describe un penacho con una distribución gaussiana de la concentración, el denominado modelo gaussiano de penacho (VDI 1992). Los parámetros de distribución dependen de las condiciones meteorológicas, de la distancia recorrida por el viento y de la altura de la fuente y deben ser determinados de forma empírica (Venkatram y Wyngaard 1988). Cuando las emisiones y/o los parámetros meteorológicos varían a lo largo de un período considerable de tiempo y/o en el espacio, pueden describirse mediante el modelo gaussiano de ráfaga (VDI 1994). En este modelo se emiten diferentes ráfagas en periodos de tiempo fijos y cada una de ellas sigue su propia trayectoria de acuerdo con las condi- ciones meteorológicas del momento. En su camino, cada ráfaga crece dependiendo del mezclado turbulento. Los parámetros que describen este crecimiento deben determinarse a partir de datos empíricos (Venkatram y Wyngaard 1988), aunque para ello será necesario disponer de datos en el tiempo y/o en el espacio con la resolución necesaria.

domingo, 10 de julio de 2016

Modelos de contaminación atmosférica (I)

Como ya se mencionó antes, la dispersión de los contaminantes depende de las condiciones de emisión, el transporte y el mezclado turbulento. La ecuación global que describe estas características se denomina modelo de dispersión de Euler (Pielke 1984). Con este modelo se determinan las pérdidas y ganancias del contaminante en cuestión en todos los puntos de una rejilla espacial imaginaria en diferentes periodos de tiempo. Este método es muy complejo y requiere un tiempo de procesamiento informático muy largo, razón por la cual no puede aplicarse de forma rutinaria, aunque en muchos casos puede simplificarse aplicando los supuestos siguientes:
• las condiciones de emisión no varían con el tiempo;
• las condiciones meteorológicas no varían durante el transporte,
• la velocidad del viento es superior a 1 m/s.

sábado, 9 de julio de 2016

Parámetros que influyen en la dispersión de los contaminantes (II)

Los parámetros meteorológicos que influyen en la dispersión de contaminantes son la velocidad y la dirección del viento, así como la estratificación térmica vertical. La concentración de contami- nante es inversamente proporcional a la velocidad del viento, debido principalmente a su movimiento acelerado. Además, el mezclado turbulento aumenta con la velocidad del viento. Las inversiones térmicas (es decir, situaciones en las que la tempera- tura aumenta con la altura) dificultan el mezclado turbulento, razón por la cual cuando se producen estratificaciones muy esta- bles se observan concentraciones máximas a ras de suelo. Por el contrario, las situaciones de convección intensifican el mezclado vertical, dando lugar a valores de concentración más bajos.
Las normas sobre la calidad atmosférica (por ejemplo, valores anuales medios o percentiles 98) suelen basarse en estadísticas y por ello es preciso obtener datos de series cronológicas de los principales parámetros meteorológicos. Lo ideal es que las estadísticas se basen en diez años de observación. Si sólo se dispone de series cronológicas más cortas, debe comprobarse que éstas sean representativas de un período de tiempo más largo anali- zando, por ejemplo, series cronológicas más largas obtenidas en otros puntos de observación.
La serie cronológica utilizada tiene que ser también represen- tativa del lugar en cuestión, es decir, debe reflejar las características locales. Esto es especialmente importante en el caso de las normas sobre la calidad atmosférica que se basan en fracciones máximas de la distribución, como los percentiles 98. Si no se dispone de una serie cronológica de este tipo, puede utilizarse un modelo de flujo meteorológico calculado a partir de otros datos, según se describe a continuación.

viernes, 8 de julio de 2016

El Convenio sobre diversidad biológica

Los objetivos del Convenio sobre diversidad biológica, adoptado igualmente en la CNUMAD celebrada en Río de Janeiro en 1992, consisten en la conservación de la diversidad biológica, el uso sostenible de sus componentes y la distribución justa y equita- tiva de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos (artículo 1) (véase una útil crítica del convenio en Boyle 1993). Al igual que el Convenio marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, este convenio será desarrollado por diversos protocolos; no obstante, en el mismo se establecen diversas obligaciones generales en materia de conservación y uso sostenible de los recursos naturales, identificación y supervisión de la diversidad biológica, la conservación in situ y ex situ, la inves- tigación y formación, la concienciación y educación del público y la evaluación de impacto ambiental de las actividades potencial- mente peligrosas para la biodiversidad. En el documento figuran igualmente disposiciones generales relativas al acceso a los recursos genéticos, así como al acceso y la transferencia de la tecnología pertinente, incluida la biotecnología, y a la coopera- ción y el intercambio de información en el plano internacional.

jueves, 7 de julio de 2016

Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (II)

En el artículo 4(a) se imponen a las partes contratantes dos obligaciones fundamentales de: a) elaborar, actualizar periódica- mente, editar y dar a conocer un inventario nacional de emisiones antropogénicas, por fuentes, y de eliminaciones, por sumideros, de todos los gases causantes del efecto invernadero, aplicando unas metodologías homologables (y aún pendientes de aprobación); y b) formular, aplicar, publicar y actualizar regular- mente unos programas nacionales y regionales de medidas desti- nadas, tanto a mitigar el cambio climático actuando sobre las emisiones antropogénicas, por fuentes, y la eliminación, por sumideros, de todos los gases causantes del efecto invernadero, como a facilitar la adaptación al cambio climático. Además, las naciones industrializadas signatarias del documento han contraído diversas obligaciones generales que se desarrollarán en unos protocolos más específicos. Por ejemplo, se han compro- metido a promover y colaborar en el desarrollo de la tecnología; controlar, prevenir o reducir las emisiones antropogénicas de los gases causantes del efecto invernadero; promover el desarrollo sostenible y la conservación y ampliación de los sumideros y reservorios, como la biomasa, los bosques, océanos y otros ecosistemas terrestres, costeros y marinos; colaborar en la adap- tación a los efectos del cambio climático mediante la elabora- ción de planes de ordenación integral de las zonas costeras, los recursos hídricos y la agricultura, y para la protección y rehabili- tación de las zonas afectadas por fenómenos como las riadas; promover y colaborar en los procesos asociados de educación, formación y concienciación pública.

miércoles, 6 de julio de 2016

Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (I)

El Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, suscrito en Río de Janeiro en 1992 por unos 155 Estados se inspiró en líneas generales en el Convenio de Viena de 1985. Como su nombre indica, el documento constituye un marco de negociación de unas obligaciones concretas que se plasmarían en unos protocolos detallados. El objetivo básico del convenio consiste en lograr:
la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interfe- rencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. Ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible (artículo 2)

martes, 5 de julio de 2016

Los convenios de 1992 y los posteriores a la Conferencia de Río

La CNUMAD de Río alentó o coincidió con un gran número de nuevos convenios de protección ambiental de alcance regional o mundial, así como una importante declaración de principios para el futuro, contenida en la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Además de los dos convenios concertados en Río —el Convenio marco sobre el cambio climá- tico y el Convenio sobre diversidad biológica— en 1992 se suscri- bieron nuevos convenios sobre la regulación del uso de las corrientes fluviales internacionales y los efectos transnacionales de los accidentes industriales. En el ámbito regional, en 1992 se suscribieron el Convenio de Helsinki sobre el uso y protección del área del Mar Báltico (véanse el texto y un análisis del convenio en Ehlers 1993) y el Convenio de Bucarest sobre la protección del Mar Negro contra la contaminación. Merecen especial atención la Declaración Ministerial de 1993 sobre la protección del Mar Negro, en la que se propugna una estrategia global de prevención, y el Convenio de París para la protec- ción del medio ambiente marino del Atlántico nororiental (véanse el texto y un análisis del convenio en Hey, IJstra y
Nollkaemper 1993).

lunes, 4 de julio de 2016

Evaluación de impacto ambiental (EIA) en un contexto transnacional

En el Convenio de Espoo de 1991 sobre evaluación de impacto ambiental en un contexto transnacional se establece un marco de relaciones entre los Estados vecinos. El convenio extendió la apli- cación del concepto de la EIA, que hasta entonces se había desa- rrollado dentro de los estrechos límites de los procedimientos y normas de planificación de ámbito nacional, a los impactos ambientales transnacionales de los proyectos de desarrollo y los procedimientos y normas asociados a los mismos.

domingo, 3 de julio de 2016

Exposición profesional - Exposición médica


Una de las aplicaciones más tempranas de la energía de RF fue la diatermia de onda corta. Para ésta suelen utilizarse electrodos sin blindaje, con el consiguiente riesgo de formación de campos de dispersión intensos.
Recientemente han empezado a utilizarse campos de RF en unión de campos magnéticos estáticos en la resonancia magnética (RM). Puesto que la energía de RF utilizada es de baja inten- sidad y el campo casi siempre está totalmente confinado en la cámara de alojamiento del paciente, los niveles de exposición para los operarios son despreciables.

sábado, 2 de julio de 2016

Exposición profesional - Sistemas de comunicación

Los trabajadores de los campos de la comunicación y el radar sólo están expuestos en la mayoría de las situaciones a campos de baja intensidad. No obstante, la exposición de los trabajadores que tienen que trepar a torres de FM/TV puede ser intensa, por lo que se requieren precauciones de seguridad. La exposición también puede ser considerable cerca de armarios de transmisión que tienen los enclavamientos anulados y las puertas abiertas

viernes, 1 de julio de 2016

Exposición profesional - Calentamiento dieléctrico

En la industria se utiliza energía de radiofrecuencia de 3 a 50 MHz (principalmente a frecuencias de 13,56, 27,12 y 40,68 MHz) para diversos procesos de calentamiento. Entre las aplicaciones se incluyen el sellado y estampación de plásticos, secado de colas y pegamentos, tratamiento de tejidos y fibras textiles, carpintería y la fabricación de productos tan diversos como lonas, piscinas, forros de camas de agua, calzado, carteras de cheques de viaje, etc.
Las medidas notificadas en la literatura (Hansson Mild 1980; IEEE COMAR 1990a, 1990b, 1991) indican que en muchos casos los campos de fuga eléctricos y magnéticos son muy intensos cerca de estos dispositivos de RF. A menudo los operarios son mujeres en edad fértil (es decir, de 18 a 40 años). En algunas situaciones de trabajo, los campos de fuga suelen ser extensivos, lo que provoca la exposición de todo el cuerpo de los operarios. En muchos dispositivos los niveles de exposición a campos eléc- tricos y magnéticos sobrepasan todas las guías de seguridad exis- tentes en materia de RF.
Dado que estos dispositivos pueden originar una absorción muy elevada de energía de RF, interesa controlar los campos de fuga que emanan de los mismos. Por ello, la vigilancia periódica de la RF es esencial para determinar si existe un problema de exposición.