miércoles, 12 de marzo de 2008

Invertebrados: Chinches y garrapatas (Acorinas)

Las garrapatas son arácnidos chupadores de sangre en todas las etapas de su ciclo vital y la “saliva” que inyectan a través de sus órganos de alimentación puede tener efectos tóxicos. El envenenamiento es en ocasiones grave, sobre todo en los niños (parálisis por garrapata), y a veces va acompañado de supresión de los reflejos. En casos excepcionales sobreviene la muerte por parálisis bulbar (particularmente cuando la garrapata se agarra al cuero cabelludo). Las chinches son hematófagas sólo en la etapa de larva y su picadura produce inflamación prurítica de la piel. La incidencia de picaduras de chinches es elevada en las regiones tropicales.
Tratamiento. Las garrapatas deben arrancarse una vez anestesiadas con una gota de benceno, éter de etilo o xileno. La prevención se basa en el uso de pesticidas organofosforados o repelentes.

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