La exposición a los campos de RF se complica aún más por las interacciones de las ondas electromagnéticas con objetos. En general, cuando las ondas electromagnéticas encuentran un objeto, una parte de la energía incidente se refleja, otra parte es absorbida y el resto se transmite. Las proporciones de energía transmitida, absorbida o reflejada por el objeto dependen de la frecuencia y polarización del campo y de las propiedades eléc- tricas y la forma del objeto. La superposición de las ondas inci- dente y reflejada produce ondas estacionarias y una distribución de campos espacialmente no uniforme. Como las ondas se reflejan totalmente en los objetos metálicos, cerca de estos objetos se forman ondas estacionarias.
Dado que la interacción de los campos de RF con los sistemas biológicos depende de numerosas características de los campos y éstos son en la práctica complejos, al describir exposiciones a campos de RF deberían tenerse en cuenta los siguientes factores:
• si la exposición se produce en la zona de campo próximo o en la de campo lejano;
• si se produce en la de campo próximo, es necesario conocer los valores de E y de H ; si se da en la de campo lejano, se necesita
E o H;
• la variación espacial de la magnitud del campo o campos,
• la polarización de campo, es decir, la dirección del campo eléc- trico con respecto a la dirección de propagación de la onda.
En lo que se refiere a la exposición a campos magnéticos de baja frecuencia, aún no está claro si la única consideración importante es la intensidad de campo o la densidad de flujo. Acaso sean importantes también otros factores, como el tiempo de exposición o la rapidez de las variaciones del campo.
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