miércoles, 22 de octubre de 2014

Riesgo

La medición del riesgo debe efectuarse en función de la informa- ción relativa al número y la gravedad de las lesiones sufridas en el pasado, lo que ofrece una estimación retrospectiva. Hay dos tipos de datos que permiten definir los riesgos de lesiones que corren las personas:

martes, 21 de octubre de 2014

CONCEPTOS DEL ANALISIS DE ACCIDENTES

El presente artículo pretende ser una guía para calcular la magnitud del problema de los accidentes, más que una mera descripción de la misma. En los accidentes laborales puede estimarse de formas diferentes, en función de si lo que se desea es averiguar la magnitud que ha tenido el problema o la que tendrá en el futuro. (Puede pensarse que esta distinción es innecesaria, pues el conocimiento del alcance actual de un problema servirá para indicar cuál tendrá en el futuro). La magnitud de un problema, así como sus diferentes tipos, varía según los países, los sectores y los lugares de trabajo.
Un accidente puede definirse como el resultado de una cadena de acontecimientos en la que algo ha funcionado mal y no ha llegado a buen término. Se ha demostrado que la inter- vención humana puede evitar que se produzcan las lesiones y los daños a que conduciría esa cadena de sucesos. Ahora bien, si tenemos en cuenta la intervención humana, podemos concluir que hay muchas más cadenas de acontecimientos potencial- mente peligrosas de las que llegan realmente a producir lesiones. Ha de tenerse esto en cuenta al evaluar en toda su extensión los riesgos existentes en los lugares de trabajo. La asunción de que los acontecimientos que acaban produciendo lesiones se deben a ciertos factores existentes en los lugares de trabajo, lleva a concluir que la magnitud del problema debe determinarse en función de la existencia y frecuencia de tales factores.
En el caso de los accidentes de trabajo, la magnitud del problema puede estimarse retrocediendo en el tiempo y compa- rando el número de accidentes (tasa de incidencia) con su gravedad (jornadas de trabajo perdidas). Sin embargo, si se pretende realizar un cálculo prospectivo, habrá que evaluar la presencia de factores de riesgo en el lugar de trabajo, es decir, de aquéllos que puedan dar lugar a accidentes.
Puede obtenerse una visión completa y precisa de la situación de los accidentes en el lugar de trabajo mediante la aplicación de un sistema global de partes y registros. El análisis de partes de accidente bien elaborados puede facilitar el conocimiento de las relaciones básicas esenciales para comprender sus causas. La determinación de los factores de riesgo es fundamental para estimar con precisión la magnitud del problema. Es posible llegar a conocer los factores de riesgo más importantes anali- zando la información detallada que ofrece cada parte relativa a la situación de los trabajadores y los operarios en el momento del accidente, lo que estaban haciendo y manipulando, los medios que utilizaban, los daños y lesiones producidas y otras cuestiones afines.

lunes, 20 de octubre de 2014

PREVENCION DE ACCIDENTES (III)

Tradicionalmente, la prevención se ha basado en el aprendi- zaje a partir de los accidentes y cuasiaccidentes. Al investigarlos por separado, conocemos sus causas y podemos adoptar medidas para reducirlas o erradicarlas. El problema es que, en ausencia de teorías apropiadas, no hemos sido capaces de elaborar métodos de investigación que permitan manejar todos los factores importantes para la prevención. Un estudio puede ofrecer una visión bastante aproximada de las causas, pero siempre estará limitado al caso específico examinado. Es posible que existan condiciones y factores que han intervenido en el accidente y cuyas conexiones desconocen o no comprenden los investigadores. La generalización de las conclusiones de un acci- dente a otras situaciones conlleva un cierto riesgo.
Desde un punto de vista más positivo, cabe destacar que se ha avanzado considerablemente en el área de la gestión de la segu- ridad basada en la predicción. Se han desarrollado varias técnicas que se han convertido en un elemento rutinario del análisis de riesgo y seguridad industrial. A partir de ellas pueden estudiarse los centros de producción industrial de forma sistemá- tica para determinar posibles peligros y emprender las acciones preventivas adecuadas.
Los sectores químico y petroquímico sobresalen en este campo en todo el mundo. Como consecuencia de grandes catás- trofes, como las de Bhopal o Chernóbil, se ha generalizado la utilización de nuevas técnicas de predicción. El avance en materia de seguridad ha sido notable desde mediados del decenio de 1970. Asimismo, numerosos gobiernos se han desta- cado por hacer obligatorios los análisis de seguridad. Suecia, Finlandia, Japón y la República Federal de Alemania han redu- cido sus tasas de accidentes de trabajo mortales entre un 60 y un 70 % en este período. Muchos otros países registran resultados similares. El reto actual es llevar a la práctica los conocimientos alcanzados a partir de la investigación y en perfeccionar las iniciativas preventivas.
Uno de los nuevos avances en la gestión de la seguridad es el concepto de cultura de la seguridad. Tal vez sea de difícil aprehensión, ya que la cultura no es una entidad tangible. Se trata de un concepto abstracto admitido en el seno de una orga- nización o una sociedad. No hay formas directas de ajustarlo. Con todo, es crucial para comprender las posibilidades de la prevención. Uno de los objetivos de este artículo es analizar este nuevo concepto.
La presente edición de la Enciclopedia ofrece una revisión exhaustiva de las teorías y los modelos de prevención de acci- dentes, con el fin de desarrollar estrategias preventivas mejor elaboradas y más eficaces. Los accidentes de trabajo pueden evitarse. No debemos tolerar esta carga innecesaria para nuestro bienestar y nuestra economía.


domingo, 19 de octubre de 2014

PREVENCION DE ACCIDENTES (II)

Cualquier usuario de estas ruidosas, vibrantes y, desde luego, afiladas herramientas sabe por experiencia que son muy peli- grosas; de ahí la extrema precaución con que la usan los princi- piantes. Con todo, tras muchas horas de trabajo, los operarios van perdiendo la conciencia del peligro y comienzan a utilizar la sierra con menos cuidado. Algo similar sucede con el dispositivo antirretroceso. Los trabajadores que saben que es posible que se produzca ese movimiento tratan de evitarlo, y al contar con un mecanismo de protección se vuelven menos cautelosos. La industria forestal, otro sector en el que se utilizan las sierras mecánicas de cadena, los estudios han demostrado que la protección de las piernas reduce la precaución de los trabaja- dores, quienes se exponen con mayor frecuencia a los retrocesos, ya que se creen a salvo.
A pesar de que la protección antirretroceso ha ayudado a prevenir lesiones, el mecanismo es incierto. Aunque resulta eficaz desde el punto de vista de la protección, no existe un análisis definitivo que garantice que sus efectos corren parejos con la seguridad. Se dan dos condiciones que aumentan ésta: el dispositivo antirretroceso y el protector de piernas, pero no significa que la dupliquen. La lógica aritmética de “uno más uno igual a dos” (1  1 = 2) no es aplicable en este caso, ya que uno y son más que cero en ciertas ocasiones. En otras, por el contrario, la suma puede llegar a ser negativa.
Se trata de fenómenos que los profesionales de la seguridad han comenzado a comprender mejor que antes. La división uno pueden ser menos que dos. Por fortuna, uno más uno (1  1)simple de comportamientos y condiciones en seguros e inseguros no permite avanzar mucho en el camino de la prevención. La confianza en cuanto al progreso ha de ponerse en la gestión de sistemas. Si entendemos que las personas, sus tareas, sus equipos y el entorno componen un sistema dinámico, habremos avan- zado considerablemente en la prevención de accidentes. Los ejemplos siguientes ponen de relieve la naturaleza dinámica de las personas y el trabajo. Si se modifica un componente, los otros no se mantienen inalterados y el efecto definitivo sobre la segu- ridad resulta difícil de prever.
En la aviación y en otros sistemas donde la ingeniería y auto- matización son elevadas, se ha observado que un aumento de ésta no genera necesariamente una mejora de la seguridad. Por ejemplo, puede que los operarios no consigan la práctica sufi- ciente para mantener su nivel de cualificación, y cuando se exige su intervención, es posible que carezcan de la competencia o la capacidad necesarias.
Algunos fabricantes de papel han señalado que los trabaja- dores más jóvenes no comprenden las funciones de las máquinas tan bien como los de más edad, quienes han trabajado con máquinas no automáticas y han visto cómo funcionan. Los nuevos equipos automáticos se manejan desde salas de control a través de teclados y pantallas informáticos. Los trabajadores ignoran la localización exacta de cada uno de los componentes de los aparatos que utilizan, por lo que pueden colocar alguno de ellos en una situación que, por ejemplo, constituya un peligro para el personal de mantenimiento que trabaja en su proxi- midad. Una mejora técnica de la maquinaria o los controles que no vaya acompañada de un perfeccionamiento simultáneo de las cualificaciones, los conocimientos y los valores de los operarios es posible que no mejore la seguridad.

sábado, 18 de octubre de 2014

PREVENCION DE ACCIDENTES (I)

De acuerdo con las estadísticas de la Oficina Internacional del Trabajo, se producen cada año 120 millones de accidentes labo- rales en los lugares de trabajo de todo el mundo. De éstos, en 210.000 se registran fallecimientos. Cada día, más de 500 hombres y mujeres no regresan a sus hogares víctimas de este tipo de accidentes mortales. Son cifras escalofriantes que apenas interesan a la opinión pública. Habida cuenta del precio tan elevado que los accidentes suponen para los países, las empresas y las personas, su difusión pública es más bien limitada.
Por fortuna, hay personas que trabajan, conscientes del fin perseguido y a menudo entre bastidores, para mejorar la comprensión y la gestión de la seguridad y la prevención de acci- dentes, y sus esfuerzos no han sido en vano. Nuestros conocimientos en este terreno son más amplios que nunca. Muchos investigadores y profesionales de prestigio mundial en materia de seguridad comparten con nosotros estos nuevos conoci- mientos en los artículos de la presente Enciclopedia. En los últimos veinte decenios, el conocimiento de los accidentes ha evolucio- nado considerablemente. Atrás ha quedado el modelo simplista que dividía el comportamiento y las condiciones en dos catego- rías: seguros o inseguros. La creencia firme en que toda actividad puede clasificarse en uno de estos dos apartados ha ido dejando paso a otros modelos sistemáticos más elaborados cuya eficacia en la gestión de la seguridad está comprobada.
Es importante subrayar que dos condiciones que son seguras por separado, pueden no serlo juntas. Los trabajadores consti- tuyen el nexo de unión, ya que su comportamiento varía según su entorno y su medio físico. Por ejemplo, las sierras mecánicas provocaron numerosos accidentes cuando comenzaron a utili- zarse en el decenio de 1960, debido a un movimiento peligroso conocido como “retroceso”, que coge por sorpresa al operario cuando los dientes articulados de la herramienta tropiezan con una rama, un nudo o un punto de mayor dureza en la madera. Fue el causante de cientos de muertes y lesiones antes del invento de un mecanismo de protección. Cuando Suecia adoptó disposiciones que exigían su instalación, el número de lesiones se redujo de 2.600 en 1971 a 1.700 en 1972, lo cual supuso un enorme avance en la prevención de accidentes provocados por la utilización de sierras mecánicas.

viernes, 17 de octubre de 2014

Fuentes de contaminación atmosférica

Existen también fuentes naturales de contaminación (p. ej., zonas erosionadas, volcanes, ciertas plantas que liberan grandes cantidades de polen, focos bacteriológicos, esporas o virus). Los agentes físicos, biológicos y vegetales no serán analizados en este artículo.

jueves, 16 de octubre de 2014

Fuentes de contaminación atmosférica - móviles

móviles: como los vehículos con motor de combustión (p. ej., vehículos ligeros con motor de gasolina, vehículos pesados y ligeros con motor diesel, motocicletas, aviones incluyendo fuentes lineales con emisión de gases y partículas del conjunto del tráfico de vehículos).

miércoles, 15 de octubre de 2014

Fuentes de contaminación atmosférica - estáticas

Las fuentes antropogénicas de contaminación atmosférica (o fuentes emisoras) son básicamente de dos tipos:
estáticas: a su vez pueden subdividirse en fuentes zonales
(producción agrícola, minas y canteras, zonas industriales), fuentes localizadas y zonales (fábricas de productos químicos, productos minerales no metálicos, industrias básicas de metales, centrales de generación de energía) y fuentes municipales (p. ej., calefacción de viviendas y edificios, incineradoras de residuos municipales y fangos cloacales, chimeneas, cocinas, servicios de lavandería y plantas de depuración),

martes, 14 de octubre de 2014

GESTION DE LA CONTAMINACION • ATMOSFERICA

La gestión de la contaminación atmosférica pretende la elimina- ción, o la reducción hasta niveles aceptables, de aquellos agentes
(gases, partículas en suspensión, elementos físicos y hasta cierto punto agentes biológicos) cuya presencia en la atmósfera puede ocasionar efectos adversos en la salud de las personas (p. ej., irri- tación, aumento de la incidencia o prevalencia de enfermedades respiratorias, morbilidad, cáncer, exceso de mortalidad) o en su bienestar (p. ej., efectos sensoriales, interferencias con la visibi- lidad), efectos perjudiciales sobre la vida de las plantas y de los animales, daños a materiales de valor económico para la sociedad y daños al medio ambiente (p. ej., modificaciones climatológicas). Los graves riesgos asociados a los contaminantes radiactivos, así como los procedimientos especiales para su control y evacuación, exigen que se les preste la mayor atención.
La importancia de una gestión eficiente de la contaminación atmosférica no puede ser subestimada. A no ser que se lleve a cabo un control adecuado, la multiplicación de las fuentes conta- minantes del mundo moderno puede llegar a producir daños irreparables para el medio ambiente y para toda la humanidad. El objetivo de este artículo es ofrecer una visión general de las posibles estrategias para controlar la contaminación atmosférica, particularmente la producida por las emisiones de vehículos y fuentes industriales. No obstante, debe insistirse desde el prin- cipio en que la contaminación del aire interior (especialmente en los países en vías de desarrollo) puede revestir una importancia aún mayor que la contaminación del aire exterior, ya que los contaminantes atmosféricos alcanzan con frecuencia concentraciones mayores en espacios cerrados que al aire libre.
Al margen de las consideraciones referentes a emisiones de fuentes estáticas o móviles, el control de la contaminación atmosférica exige también tener en cuenta otros factores (como la topografía y la meteorología, la participación del gobierno y de los municipios, etc.) que deben ser integrados en un programa global. Por ejemplo, las condiciones meteorológicas pueden agravar los efectos de una misma emisión de contami- nantes a nivel del suelo. Por su parte, las fuentes de contamina- ción atmosférica pueden estar diseminadas por toda una región y sus efectos pueden incidir, o su control debe involucrar, a más de una administración. Además, la contaminación atmosférica no respeta fronteras y las emisiones en una región pueden provocar efectos en otra situada a gran distancia.
La gestión de la contaminación atmosférica exige, por tanto, un planteamiento multidisciplinario, así como los esfuerzos conjuntos de diferentes entidades, tanto públicas como privadas.

lunes, 13 de octubre de 2014

Del control a la prevención de la contaminación

El control de las fuentes emisoras conlleva el riesgo de transferir la contaminación de un medio a otro, donde pueden causar problemas ambientales igual de graves, o incluso acabar actuando como fuente indirecta de contaminación para el mismo medio. Aunque menos caro que las acciones correctoras, el control de las fuentes emisoras puede aumentar considerablemente los costes de los procesos de producción sin añadir valor alguno. Asimismo, este tipo de controles conllevan unos costes adicionales derivados del obligado cumplimiento de la normativa vigente.
Aunque el control de la contaminación ha logrado éxitos considerables en la resolución a corto plazo de problemas de contaminación de ámbito local, su eficacia ha sido menor para solucionar los problemas acumulativos que se detectan cada vez más a nivel regional (p. ej., lluvia ácida) o mundial (p. ej., destrucción de la capa de ozono).
El objetivo de un programa de control de la contaminación ambiental orientado a la salud es promover una mejor calidad de vida reduciendo la contaminación al menor nivel posible. Los programas y políticas de control de la contaminación ambiental, cuyas implicaciones y prioridades varían de un país a otro, abarcan todos los aspectos de la contaminación (aire, agua, tierra, etc.) y requieren la coordinación entre distintas áreas, como desarrollo industrial, planificación urbanística, desarrollo de recursos hídricos y políticas de transporte.
Thomas Tseng, Victor Shantora e Ian Smith han estudiado el caso de los Grandes Lagos de Norteamérica, como ejemplo del impacto en distintos medios que puede tener la contaminación en un ecosistema vulnerable sometido a gran estrés. En este estudio se examina en particular la limitada efectividad del modelo de control de la contaminación aplicado para solucionar el problema de las toxinas permanentes que se disipan en el medio ambiente. El análisis de la estrategia utilizada en este país y sus posibles implicaciones a escala internacional permite determinar sus implicaciones en términos de medidas de preven- ción y control.
Al aumentar el grado de sofisticación y el coste de las tecnolo- gías de control de la contaminación ambiental, ha surgido un creciente interés por incorporar la prevención al diseño de los procesos industriales, con el objetivo de eliminar los efectos nocivos ambientales y mejorar la competitividad de las indus- trias. Entre los métodos de prevención de la contaminación más utilizados, destacan las tecnologías limpias y la reducción del uso de sustancias tóxicas para eliminar los riesgos para la salud de los trabajadores.

David Bennett analiza las razones de que la prevención de la contaminación se esté imponiendo como estrategia preferida, así como su relación con otros métodos de control ambiental. Esta estrategia es fundamental para promover el desarrollo sostenido, una necesidad ampliamente reconocida desde la creación de la Comisión de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas en 1987 y respaldada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) en 1992.
La prevención de la contaminación se centra directamente en la utilización de procesos, prácticas, materiales y fuentes de energía que eviten o reduzcan al mínimo la creación de conta- minantes y residuos en la fuente, en lugar de tener que recurrir a otras medidas de control. Aunque el compromiso de las empresas es un factor crítico para prevenir la contaminación
(véase Environmental Policy de Bringer y Zoesel), Bennett llama la atención sobre las ventajas sociales de la reducción de riesgos para el ecosistema y la salud, especialmente la salud de los traba- jadores. Asimismo, identifica los principios que pueden aplicarse con éxito para evaluar la viabilidad de este enfoque.

domingo, 12 de octubre de 2014

Vínculos con el desarrollo sostenible

Hasta ahora, se han destacado en este artículo breve y superficial- mente algunas de las relaciones pasadas y, en su caso, futuras entre el medio ambiente y la salud y seguridad en el trabajo. No obstante, esta perspectiva puede catalogarse como excesivamente limitada en contraste con el enfoque más global e integral repre- sentado por el concepto de desarrollo sostenible. Este es el concepto clave —aunque no una “fórmula mágica”— subyacente en el proceso preparatorio de negociación y adopción de la deno- minada Agenda XXI, el plan de actuación para el siglo XXI apro- bado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo (CNUMAD), celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992 (véase Robinson 1993). El concepto de desarrollo sostenible ha sido y continuará siendo materia de arduos debates y conflictos, que en parte se han centrado en el aspecto semántico. En el presente artículo, el término desarrollo sostenible se entiende, a la vez, como un objetivo y como un proceso. Como objetivo, el desarrollo sostenible es el que satisface las necesidades de las generaciones presentes y futuras. Como proceso, implica la adopción de políticas en las que se tomen en consideración no sólo los factores económicos, sino también los aspectos sociales y ambientales.
Para que este concepto global funcione correctamente, los factores y aspectos citados se deben abordar sobre la base de análisis y respuestas nuevos. Es preciso que las cuestiones de salud y seguridad en el trabajo se conviertan en un elemento fundamental de la evaluación de las futuras decisiones sobre inversión y desarrollo, desde el lugar de trabajo hasta la negocia- ción de los acuerdos internacionales. Lejos de considerarse un simple coste de explotación adicional, la protección de los traba- jadores debe valorarse como un elemento imprescindible para el logro de unos objetivos económicos, sociales y ambientales que se integran en el desarrollo sostenible. Esto implica la necesidad de valorar y estimar la protección del trabajador como una inver- sión con una tasa de rendimiento potencialmente positiva en el marco de unos proyectos orientados a la satisfacción de unos objetivos económicos, sociales y ambientales. Tampoco la protec- ción de los trabajadores se debe limitar a la protección de las personas en el lugar de trabajo, sino extenderse a las relaciones del trabajo con la salud en general, las condiciones de vida (agua, saneamiento, vivienda, etc.), el transporte, la cultura, etcétera. También implica que el esfuerzo por mejorar la salud y seguridad en el trabajo, lejos de ser un lujo reservado a los países ricos, constituye una condición previa del logro de los objetivos básicos de desarrollo económico y social de las naciones en desarrollo. Como manifestó Michel Hansenne, Director General de la OIT, en su memoria para la Conferencia Internacional del Trabajo de 1990:

sábado, 11 de octubre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (XII)

En todo caso, algunas empresas insisten en que el medio ambiente constituye una responsabilidad exclusiva de la direc- ción y se oponen a la creación tanto de comités paritarios de salud, seguridad y medio ambiente, como de unos comités conjuntos para el medio ambiente. Por el contrario, en otras empresas se ha reconocido la importancia práctica que la actua- ción conjunta de empresarios y trabajadores puede tener para la fijación y satisfacción de unos objetivos adecuados de actuación ambiental. Lejos de limitarse a la observancia de los mandatos legales, en estos objetivos se incluye también la actuación volun- taria para satisfacer las necesidades de las comunidades locales, la competitividad mundial, el marketing ecológico, etc. En los programas y planes voluntarios de actuación ambiental, desarro- llados, dentro de cada empresa o a través de asociaciones sectoriales (como el programa de Atención Responsable de las industrias químicas) se suelen integran expresamente los aspectos ambientales con los de salud y seguridad en el trabajo. Análoga- mente, las normas específicasya menudo voluntarias elaboradas por entidades como la Organización Internacional de Normalización (ISO) también han influido cada vez más en la protección del medio ambiente y de la salud y seguridad en el trabajo.
Los resultados positivos de la colaboración entre las organiza- ciones sindicales y empresariales ha inspirado asimismo diversas asociaciones y alianzas que rebasan los límites del lugar de trabajo en el interés de lograr que todos los interesados en la salud y seguridad y en el medio ambiente participen constructi- vamente en el proceso. En la OIT, este nuevo esfuerzo por extender las relaciones de colaboración más allá de los límites del lugar de trabajo, hacia los grupos activos en las comunidades locales, las ONG interesadas en el medio ambiente y otras instituciones dedicadas a trabajar por la mejora del lugar de trabajo, se ha denominado “colaboración plustripartita”.
Se perfilan en el horizonte nuevos problemas que pueden plantear retos y oportunidades específicos para el establecimiento de unos vínculos más efectivos entre la salud y seguridad en el trabajo y el medio ambiente. La pequeña y mediana empresa y el sector urbano informal se han mostrado especial- mente impermeables a las políticas ambientales y de salud y seguridad en el trabajo. Esto reviste especial significación en relación con las extraordinarias implicaciones de uno de los mayores desafíos que el siglo XXI supondrá para el medio ambiente y el desarrollo: la calidad del agua. Ahora bien, será preciso desarrollar planes de actuación conjunta que permitan comunicar de forma más eficaz los graves riesgos que algunas de las actividades actuales entrañan para los trabajadores y el medio ambiente. No obstante, más allá de estos riesgos, se abren nuevas posibilidades de incrementar la productividad y aumentar los ingresos generados por las actividades tradicionales, así como perspectivas de creación de nuevas actividades lucrativas directa- mente asociadas al medio ambiente. Dados los numerosos vínculos, tanto directos como indirectos, existentes entre el sector estructurado y de la pequeña y mediana empresa y el sector urbano no estructurado, será preciso diseñar políticas innova- doras que canalicen el intercambio de experiencia de forma que contribuya a mejorar la política ambiental y de salud y seguridad en el trabajo. Las organizaciones sindicales y empresariales pueden brindar aportaciones prácticas y positivas a este proceso. Otra fuente emergente de complicaciones es la contaminación atmosférica en interiores. En otro tiempo solía considerarse que las grandes plantas industriales constituían el objetivo prioritario del esfuerzo de superación de las condiciones de trabajo insalu- bres. Hoy en día, por el contrario, se observa un reconocimiento creciente de que en muchos locales comerciales y oficinas se pueden suscitar problemas de salud debidos a la contaminación en interiores. Esta contaminación se asocia al uso creciente de equipo electrónico y sustancias químicas, a la entrada del aire ambiental contaminado, al uso de sistemas cerrados de aire acondicionado y de recirculación del aire y, posiblemente, a una mayor conciencia de los trabajadores producida por la evolución de la realidad sanitaria, caracterizada, por ejemplo, por una mayor frecuencia del asma y las alergias. Es previsible que el esfuerzo por resolver los problemas de la contaminación atmos- férica en interiores se base en una mayor integración de los aspectos ambientales y de salud y seguridad en el trabajo que la existente en el pasado.


viernes, 10 de octubre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (XI)

Si se planifica y se ejecuta correctamente, el actual proceso de liberalización y ajustes estructurales, sobre todo en el sector público, puede dar lugar a una gestión más eficaz de los meca- nismos de protección ambiental y de seguridad e higiene en el trabajo. Sin embargo, existen síntomas preocupantes de que el proceso puede también producir un deterioro de los resultados de la política ambiental y de salud y seguridad en el trabajo si gobiernos, empresarios, trabajadores y opinión pública no conceden la prioridad necesaria a estas cuestiones. Con dema- siada frecuencia, la salud y seguridad en el trabajo y el medio ambiente se consideran cuestiones que pueden abordarse “más tarde”, una vez resueltos los problemas económicos más inmediatos. Sin embargo, la experiencia demuestra que los ahorros a corto plazo pueden generar en el futuro costosas actividades de solución de problemas que habrían podido evitarse hoy con un coste menor. Lejos de considerarse gastos improductivos en el “último eslabón de la cadena”, los gastos en salud y seguridad en el trabajo y en medio ambiente se deben enfocar como inversiones esenciales y productivas desde las perspectivas social, ambiental y económica.
La colaboración entre empresarios y trabajadores en la solu- ción de los problemas de salud y seguridad en el lugar de trabajo tiene una larga tradición y ha demostrado sobradamente su valor. Es de destacar que, en un principio, estas cuestiones se conside- raban de la exclusiva competencia de las empresas. Actualmente, en cambio, como resultado de los ingentes esfuerzos de los agentes sociales, los problemas de salud y seguridad en el trabajo se valoran en la mayoría de los países del mundo como objeto de colaboración bipartita o tripartita. Incluso, en muchos casos se han promulgado medidas legislativas en las que se exige la crea- ción de comités paritarios en este ámbito.
También en este campo se ponen de manifiesto procesos de desarrollo similares entre la salud y seguridad en el trabajo y la gestión del medio ambiente. Cuando los trabajadores y sus orga- nizaciones sindicales empezaron a plantear los problemas de salud y seguridad en el trabajo como cuestiones que les afec- taban directamente, solían ser objeto de descalificación por su presunta falta de conocimientos y de formación técnica para comprender y abordar esas cuestiones. Se han necesitado dece- nios de intensos esfuerzos de los trabajadores y sus sindicatos para que se reconozca su contribución fundamental al conoci- miento y la solución efectiva de estos problemas en el ámbito de la empresa. Los trabajadores tuvieron que insistir en que se trataba de su salud y seguridad y en que tenían derecho a parti- cipar en el proceso de toma de decisiones, además de contribuir con una importante aportación. De modo similar, muchas empresas y organizaciones empresariales han terminado por comprender los beneficios que pueden derivarse de esta colabo- ración. En la actualidad, muchos trabajadores y organizaciones sindicales deben hacer frente a descalificaciones similares de parte de empresas que niegan su capacidad para contribuir a la protección del medio ambiente. Con todo, es preciso reconocer que, también en este campo, un grupo de empresas responsables
y previsoras, pertenecientes a un número limitado de sectores de vanguardia, han sido las primeras en reconocer las capacidades, la experiencia y el enfoque pragmático que los trabajadores pueden aportar al esfuerzo por mejorar el medio ambiente, y en tratar de crear una plantilla cualificada, plenamente motivada, bien informada y comprometida.

jueves, 9 de octubre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (X)

No obstante, al margen de las citados factores impulsores, existe una amplio espectro de otros factores que influyen de modo significativo en la relación entre el medio ambiente de trabajo y el general. Está claro que uno de los factores más evidentes es que, a pesar de los muchos problemas y aspectos comunes (como sustancias químicas, salud y accidentes), las cuestiones ambientales y las de salud y seguridad en el trabajo suelen corresponder a la competencia de diferentes ministerios y organismos oficiales, distintas leyes, reglamentos y normas y diferentes órganos de inspección y ejecución. Estas diferencias producen considerable confusión, posiblemente mayores costes ocasionados por la duplicación de funciones y, lo que resulta más desconcertante, la posible existencia de lagunas reguladoras que causan graves omisiones en la protección del público, los traba- jadores y el medio ambiente. Por ejemplo, en un reciente estudio de varios organismos de inspección nacionales se han puesto de manifiesto diversos problemas de duplicación, lagunas e incon- gruencias en las competencias asignadas a los organismos de inspección industrial, laboral y del medio ambiente. En este estudio se han descrito casos de atribución de nuevas competen- cias de inspección ambiental sin la asignación del personal ni de los recursos económicos adecuados, ni una formación especiali- zada. Esto ha inducido al personal antiguo a hacer dejación progresiva de sus obligaciones de inspección de la salud y segu- ridad en el trabajo. Además, en muchos países, estas funciones legislativas y de inspección conservan un ámbito sumamente reducido y no reciben un apoyo político y financiero adecuado. Habrá que insistir en la necesidad del desarrollo de una concep- ción más global de los mecanismos de supervisión, ejecución y solución de disputas que impregne a los reglamentos y normas de salud y la seguridad en el trabajo y gestión del medio ambiente.
Aunque las inspecciones constituyen un elemento esencial de todo sistema de protección del medio ambiente y de la salud y seguridad en el trabajo, por sí sólo nunca son suficientes. La responsabilidad de la salud y seguridad en el lugar de trabajo y de la relación entre el medio ambiente y el mundo del trabajo ha de permanecer en el nivel de la empresa. El mejor modo de conseguir unos resultados óptimos consiste en aumentar la confianza y la colaboración entre la dirección y el personal, apoyada por una formación eficaz de los trabajadores y por unos mecanismos conjuntos eficaces que canalicen esa colabora- ción. Estos esfuerzos conjuntos en el ámbito de la empresa serán más eficaces si se apoyan en unas relaciones fluidas y positivas con una inspección independiente, adecuadamente financiada y bien cualificada.

miércoles, 8 de octubre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (IX)

Otro elemento impulsor de la política ambiental ha sido el número y la trascendencia relativamente importantes de los accidentes de trabajo graves, especialmente desde la tragedia de Bophal, ocurrida en 1984. Bohpal y otros graves siniestros, como el de Chernóbil y el Exxon Valdez, mostraron al mundo —polí- ticos, público, empresas y trabajadores— la falsedad de la idea tradicional de que lo que acontecía dentro de los límites de una planta no afecta al medio exterior, al público en general ni a las condiciones de vida de las comunidades vecinas. Aunque antes se habían producido graves catástrofes, la cobertura mundial que estos siniestros recibió en los medios audiovisuales conmo- cionó a vastos sectores del público, tanto de los países industriali- zados como de las naciones en desarrollo y de las economías en transición, y despertó una nueva conciencia y un sentimiento de apoyo a una política de protección ambiental que, al mismo tiempo, proteja a los trabajadores y al público. Es de destacar en este sentido el paralelismo entre este proceso y la historia de las movilizaciones en favor de la modernización de la legislación protectora de la salud y seguridad en el trabajo, que también estuvieron influidas en gran medida por graves incendios en fábricas y accidentes en la minería.
Uno de los ejemplos más evidentes de la influencia de estos factores ambientales, en especial de la repercusión de las graves catástrofes ambientales ocurridas en épocas recientes, se pueden apreciar en la propia OIT, como se refleja en los acuerdos últi- mamente adoptados por sus organismos tripartitos. Por ejemplo, la OIT ha impulsado recientemente su actividad en el campo del medio ambiente y el mundo del trabajo. Destaca sobre todo la adopción, a partir de 1990, de tres grandes series de conve- nios y recomendaciones de la OIT enfocados en el medio ambiente de trabajo:
• Convenio y Recomendación sobre la seguridad en el uso de sustancias químicas en el trabajo, 1990 (170 y 177)
• Convenio y Recomendación sobre la prevención de graves accidentes de trabajo, 1992 (174 y 181)
• Convenio y Recomendación sobre salud y seguridad en las minas, 1995 (176 y 183).
Estas normas reflejan la tácita expansión del ámbito de los instru- mentos de la OIT desde el tradicional enfoque exclusivo en la protección del trabajador hacia una concepción más global de estas cuestiones, caracterizada por las referencias efectuadas, tanto en los expositivos como en las disposiciones sustantivas, a los aspectos pertinentes de la protección del público y del medio ambiente. En el artículo 3 del Convenio nº 174 se define el “acci- dente mayor” como “todo acontecimiento repentino (...) que exponga a los trabajadores, a la población o al medio ambiente a un peligro grave, inmediato o diferido”; y en el artículo 4 se dispone que “Todo Miembro deberá formular, adoptar y revisar periódicamente (...) una política nacional coherente relativa a la protección de los trabajadores, el público y el medio ambiente, contra el riesgo de accidentes graves”. El amplio espectro de convenios y recomendaciones de la OIT dedicados al medio ambiente de trabajo constituye una valiosa fuente de inspiración para los países que se esfuerzan por mejorar los resultados de su política ambiental y de salud y seguridad en el trabajo. A este respecto, es de destacar que la OIT brinda apoyo y asesora- miento a los tres estamentos que la integran, con objeto de coad- yuvar a la ratificación y aplicación por los mismos de las normas pertinentes de la OIT.

martes, 7 de octubre de 2014

Fuentes artificiales: Lámparas de arco.

Muchos procesos industriales y comerciales, por ejemplo aquellos en que se utilizan lámparas de curado fotoquímico, emiten intensa luz visible de onda corta (azul) así como radiación UV e IR. Aunque la probabilidad de exposición perjudicial es baja debido al apantallado, en algunos casos puede producirse exposición accidental.

lunes, 6 de octubre de 2014

Fuentes artificiales: Industrias del metal y fundiciones

. La fuente más importante de exposición visible e infrarroja son las superficies de metal fundido y de metal caliente en las industrias del acero y el aluminio y en las fundiciones. La exposición de los trabaja- dores varía normalmente entre 0,5 y 1,2 kW/m2.

domingo, 5 de octubre de 2014

Fuentes artificiales: Soldadura y corte

Las principales fuentes artificiales de exposición humana a la radiación óptica son las siguientes:
1. Soldadura y corte. Normalmente los soldadores y sus compañeros están expuestos no solo a una intensa radiación UV, sino también a intensa radiación visible e IR emitida por el arco. En casos aislados estas fuentes han producido lesiones agudas en la retina. En estos entornos es obligatoria la protección ocular.

sábado, 4 de octubre de 2014

Fuentes de radiación óptica Luz solar

La mayor exposición laboral a la radiación óptica se debe a la exposición a los rayos del sol de los trabajadores que realizan su actividad al aire libre. El espectro solar abarca desde la región de corte de la capa de ozono estratosférica, alrededor de los 290-295 nm en la banda del ultravioleta, hasta unos 5.000 (5 m) en la banda del infrarrojo. La radiación solar puede alcanzar un nivel de hasta 1 kW/m2 durante los meses de verano y puede provocar estrés por calor, dependiendo de la temperatura ambiente y de la humedad.

viernes, 3 de octubre de 2014

Importancia de la longitud de onda y del tiempo de exposición

Las lesiones térmicas (1) y (4) anteriores se limitan por lo general a duraciones de exposición muy breves y existen protecciones oculares diseñadas para prevenir estas lesiones agudas. No obstante, pueden producirse lesiones fotoquímicas como las mencionadas anteriormente en el punto (2), con dosis bajas

repartidas a lo largo de la jornada de trabajo. El producto de la tasa de dosis por la duración de la exposición es siempre la dosis (de esta última es de la que depende el grado de riesgo fotoquí- mico). Al igual que con cualquier mecanismo de lesión fotoquí- mico, hay que tener en cuenta el espectro de acción que determina la eficacia relativa de las diferentes longitudes de onda en cuanto a la producción de un efecto fotobiológico. Por ejemplo, el espectro de acción correspondiente a la lesión reti- niana fotoquímica tiene su máximo valor en 440 nm aproxima- damente (Ham 1989). La mayoría de los efectos fotoquímicos se limitan a un intervalo de longitudes de onda muy estrecho, mien- tras que un efecto térmico puede producirse a cualquier longitud de onda del espectro. Por ello, la protección ocular para estos efectos específicos solo necesita bloquear una banda espectral relativamente estrecha para ser eficaz. Normalmente en la protección ocular frente a una fuente de banda ancha es preciso filtrar más de una banda espectral.

jueves, 2 de octubre de 2014

Blindaje de fuentes gamma (I)

La atenuación de la radiación gamma difiere cualitativamente de la de las radiaciones alfa o beta. Estos dos tipos de radiación tienen un alcance definido en la materia y son absorbidos por completo, mientras que es posible reducir la intensidad de la radiación gamma mediante material absorbente cada vez más grueso, pero no puede absorberse por completo. Si la atenuación de los rayos gamma monoenergéticos se mide en condiciones de buena geometría (es decir, si la radiación está bien colimada en un haz estrecho), los datos de la intensidad, cuando se registran en papel semilogarítmico frente al espesor del absorbente, se encontrarán en una recta cuya pendiente será igual al coeficiente de atenuación, .
La intensidad, o tasa de dosis absorbida transmitida a través de un absorbente, puede calcularse del modo siguiente:


donde I(t) es la intensidad de los rayos gamma o la tasa de dosis absorbida transmitida por un absorbente de espesor t.
Las unidades de  y t son recíprocas entre sí. Si el espesor del absorbente t se mide en cm, entonces  es el coeficiente de atenuación lineal y se mide en cm–1. Si t tiene unidades de densidad superficial (g/cm2), entonces  es el coeficiente de atenuación por unidad de masa m y se mide en cm2/g.
Como aproximación de primer orden basada en la densidad superficial, todos los materiales tienen aproximadamente las mismas propiedades de atenuación para fotones con energías entre alrededor de 0,75 y 5,0 MeV (megaelectronvoltios). Dentro de este intervalo de energías, las propiedades del blindaje contra rayos gamma son aproximadamente proporcionales a la densidad del material de blindaje. Si las energías de los fotones son menores o mayores, los materiales absorbentes de número atómico más alto suministran un blindaje más eficaz que los de número atómico más bajo para una densidad superficial dada.
En condiciones de geometría imperfecta (por ejemplo, si el haz es ancho o el blindaje grueso), la ecuación anterior subestimará en grado notable el espesor de blindaje necesario, porque supone que todo fotón que interactúa con el blindaje será eliminado del haz y no será detectado. Un número importante de fotones pueden ser dispersados por el blindaje hacia el detector, o fotones que se hayan dispersado del haz pueden volver dispersados hacia él tras una segunda interacción.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Diseño de blindajes contra la radiación

El blindaje es importante para disminuir la exposición radioló- gica de los trabajadores de la instalación y del público en general. Los requisitos del blindaje dependen de varios factores, incluidos el tiempo que los trabajadores de la instalación radiológica o el público en general están expuestos a las fuentes de radiación y el tipo y la energía de la fuentes de radiación y sus campos radiológicos.
En el diseño de blindajes radiológicos, el material absorbente debe colocarse lo más cerca posible de la fuente de radiación. Para cada tipo de radiación es preciso considerar por separado el blindaje que será necesario aplicar.
El diseño del blindaje puede ser una tarea compleja. Por ejemplo, el empleo de ordenadores para encontrar el modelo de blindaje de aceleradores, reactores y otras fuentes de radiación de alta energía escapa al ámbito de este artículo. En el diseño de blindajes complejos se debe consultar siempre a expertos calificados.