domingo, 19 de octubre de 2014

PREVENCION DE ACCIDENTES (II)

Cualquier usuario de estas ruidosas, vibrantes y, desde luego, afiladas herramientas sabe por experiencia que son muy peli- grosas; de ahí la extrema precaución con que la usan los princi- piantes. Con todo, tras muchas horas de trabajo, los operarios van perdiendo la conciencia del peligro y comienzan a utilizar la sierra con menos cuidado. Algo similar sucede con el dispositivo antirretroceso. Los trabajadores que saben que es posible que se produzca ese movimiento tratan de evitarlo, y al contar con un mecanismo de protección se vuelven menos cautelosos. La industria forestal, otro sector en el que se utilizan las sierras mecánicas de cadena, los estudios han demostrado que la protección de las piernas reduce la precaución de los trabaja- dores, quienes se exponen con mayor frecuencia a los retrocesos, ya que se creen a salvo.
A pesar de que la protección antirretroceso ha ayudado a prevenir lesiones, el mecanismo es incierto. Aunque resulta eficaz desde el punto de vista de la protección, no existe un análisis definitivo que garantice que sus efectos corren parejos con la seguridad. Se dan dos condiciones que aumentan ésta: el dispositivo antirretroceso y el protector de piernas, pero no significa que la dupliquen. La lógica aritmética de “uno más uno igual a dos” (1  1 = 2) no es aplicable en este caso, ya que uno y son más que cero en ciertas ocasiones. En otras, por el contrario, la suma puede llegar a ser negativa.
Se trata de fenómenos que los profesionales de la seguridad han comenzado a comprender mejor que antes. La división uno pueden ser menos que dos. Por fortuna, uno más uno (1  1)simple de comportamientos y condiciones en seguros e inseguros no permite avanzar mucho en el camino de la prevención. La confianza en cuanto al progreso ha de ponerse en la gestión de sistemas. Si entendemos que las personas, sus tareas, sus equipos y el entorno componen un sistema dinámico, habremos avan- zado considerablemente en la prevención de accidentes. Los ejemplos siguientes ponen de relieve la naturaleza dinámica de las personas y el trabajo. Si se modifica un componente, los otros no se mantienen inalterados y el efecto definitivo sobre la segu- ridad resulta difícil de prever.
En la aviación y en otros sistemas donde la ingeniería y auto- matización son elevadas, se ha observado que un aumento de ésta no genera necesariamente una mejora de la seguridad. Por ejemplo, puede que los operarios no consigan la práctica sufi- ciente para mantener su nivel de cualificación, y cuando se exige su intervención, es posible que carezcan de la competencia o la capacidad necesarias.
Algunos fabricantes de papel han señalado que los trabaja- dores más jóvenes no comprenden las funciones de las máquinas tan bien como los de más edad, quienes han trabajado con máquinas no automáticas y han visto cómo funcionan. Los nuevos equipos automáticos se manejan desde salas de control a través de teclados y pantallas informáticos. Los trabajadores ignoran la localización exacta de cada uno de los componentes de los aparatos que utilizan, por lo que pueden colocar alguno de ellos en una situación que, por ejemplo, constituya un peligro para el personal de mantenimiento que trabaja en su proxi- midad. Una mejora técnica de la maquinaria o los controles que no vaya acompañada de un perfeccionamiento simultáneo de las cualificaciones, los conocimientos y los valores de los operarios es posible que no mejore la seguridad.

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