Lo cierto es que en los próximos años el mercado de los materiales de construcción y decoración será más competitivo y sufrirá una mayor presión legislativa. Con ello se eliminarán algunos productos o a se sustituirán por otros que tengan menores índices de emisión. Ya se están tomando medidas de este tipo con los adhesivos utilizados en la producción de moquetas, a lo que se añade, en la producción de pinturas, la eliminación de compuestos peligrosos, como el mercurio y el pentaclorofenol.
Hasta que se tenga más información y madure la reglamentación legislativa en este campo, los encargados de elegir los mate- riales y productos más apropiados para la construcción de edificios nuevos serán los profesionales. He aquí algunas consi- deraciones que pueden ayudarles a tomar una decisión:
• Es preciso disponer de información sobre la composición química del producto y los índices de emisión de contami- nantes, así como sobre cualquier aspecto concerniente a la salud, la seguridad y el confort de los ocupantes expuestos a los mismos. Esta información deberá facilitarla el fabricante del producto.
• Es preciso elegir los productos que tengan los índices de emisión de contaminantes más bajos posibles, atendiendo en especial a la presencia de compuestos carcinógenos y terató- genos, irritantes, toxinas sistémicas, compuestos odoríferos y demás.
• Deberán especificarse los adhesivos o materiales que presenten grandes superficies de emisión o absorción, como los mate- riales porosos, los textiles, las fibras sin revestimiento y simi- lares, y restringirse su uso.
• Será necesario implantar procedimientos preventivos para la manipulación e instalación de estos materiales y productos. Durante y después de su instalación, se ventilará el recinto exhaustivamente y se utilizará el proceso de horneado (véase más adelante) para acelerar el curado de ciertos productos. También deberán aplicarse las medidas higiénicas recomen- dadas en cada caso.
• Uno de los procedimientos recomendados para minimizar la exposición a las emisiones de nuevos materiales durante las fases de instalación y acabado, así como durante la ocupación inicial del edificio, es ventilar el mismo durante 24 horas con un 100 por cien de aire exterior. La eliminación de compuestos orgánicos por medio de esta técnica evita su retención en los materiales porosos, que pueden actuar como depósitos y después como fuentes de contaminación al liberar los compuestos almacenados al medio ambiente.
• Otra medida es incrementar la ventilación al máximo nivel posible antes de volver a ocupar un edificio que haya quedado cerrado durante un cierto tiempo: durante las primeras horas del día, los fines de semana o las vacaciones.
• En algunos edificios se ha utilizado un procedimiento especial para acelerar el “curado” de nuevos materiales, conocido como horneado, por el cual la temperatura del edificio se eleva durante 48 horas o más, manteniendo la circulación del aire al mínimo. Las altas temperaturas favorecen la emisión de compuestos orgánicos volátiles. Después se ventila el edificio y se reduce así su carga contaminante. Los resultados obtenidos hasta la fecha demuestran que este procedimiento puede ser eficaz en algunas situaciones.
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