jueves, 6 de agosto de 2009

Diseño arquitectónico: Elección de los materiales

Para intentar evitar posibles problemas de contaminación en un edificio, es conveniente prestar atención a las características de los materiales de construcción y decoración, al mobiliario, a las acti- vidades de trabajo que se realizarán normalmente y a los métodos que se utilizarán para limpiar y desinfectar el edificio y para el control de insectos y plagas. También es posible reducir
los niveles de compuestos orgánicos volátiles (COV), por ejemplo,
si se emplean únicamente materiales y equipamientos cuyos índices de emisión de estos compuestos sean conocidos y si se seleccionan aquellos que tengan los niveles más bajos.
Hoy en día, aunque algunos laboratorios e instituciones han realizado estudios sobre emisiones de este tipo, la información sobre los índices de emisión de contaminantes de los materiales de construcción es más bien escasa, y ello se agrava por la gran cantidad de productos existentes y la variabilidad que presentan
a lo largo del tiempo.
A pesar de esta dificultad, algunos productores han comenzado a estudiar sus productos y a incluir, habitualmente a peti- ción del consumidor o del profesional de la construcción, información sobre las investigaciones realizadas. Cada vez son más los productos calificados como “respetuosos con el medio ambiente”, “no tóxicos”, etcétera.
Ahora bien, todavía hay muchos problemas que resolver. Entre ellos cabe citar el alto coste de los análisis necesarios, en lo que atañe al tiempo tanto como al dinero; la falta de normas que regulen los métodos de ensayo de muestras; la complicada interpretación de los resultados obtenidos debido al desconoci- miento de los efectos de algunos contaminantes para la salud, y la falta de acuerdo entre los investigadores respecto a si es prefe- rible utilizar materiales con alto nivel de emisión durante un período breve en lugar de materiales con un nivel bajo durante períodos de tiempo más largos.


Lo cierto es que en los próximos años el mercado de los mate- riales de construcción y decoración será más competitivo y sufrirá una mayor presión legislativa. Con ello se eliminarán algunos productos o a se sustituirán por otros que tengan menores índices de emisión. Ya se están tomando medidas de este tipo con los adhesivos utilizados en la producción de moquetas, a lo que se añade, en la producción de pinturas, la eliminación de compuestos peligrosos, como el mercurio y el pentaclorofenol.
Hasta que se tenga más información y madure la reglamentación legislativa en este campo, los encargados de elegir los mate- riales y productos más apropiados para la construcción de edificios nuevos serán los profesionales. He aquí algunas consideraciones que pueden ayudarles a tomar una decisión:

• Es preciso disponer de información sobre la composición química del producto y los índices de emisión de contami- nantes, así como sobre cualquier aspecto concerniente a la salud, la seguridad y el confort de los ocupantes expuestos a los mismos. Esta información deberá facilitarla el fabricante del producto.
• Es preciso elegir los productos que tengan los índices de emisión de contaminantes más bajos posibles, atendiendo en especial a la presencia de compuestos carcinógenos y terató- genos, irritantes, toxinas sistémicas, compuestos odoríferos y demás.
• Deberán especificarse los adhesivos o materiales que presenten grandes superficies de emisión o absorción, como los mate- riales porosos, los textiles, las fibras sin revestimiento y simi- lares, y restringirse su uso.
• Será necesario implantar procedimientos preventivos para la manipulación e instalación de estos materiales y productos. Durante y después de su instalación, se ventilará el recinto exhaustivamente y se utilizará el proceso de horneado (véase más adelante) para acelerar el curado de ciertos productos. También deberán aplicarse las medidas higiénicas recomen- dadas en cada caso.
• Uno de los procedimientos recomendados para minimizar la exposición a las emisiones de nuevos materiales durante las fases de instalación y acabado, así como durante la ocupación inicial del edificio, es ventilar el mismo durante 24 horas con un 100 por cien de aire exterior. La eliminación de compuestos orgánicos por medio de esta técnica evita su retención en los materiales porosos, que pueden actuar como depósitos y después como fuentes de contaminación al liberar los compuestos almacenados al medio ambiente.
• Otra medida es incrementar la ventilación al máximo nivel posible antes de volver a ocupar un edificio que haya quedado cerrado durante un cierto tiempo: durante las primeras horas del día, los fines de semana o las vacaciones.
• En algunos edificios se ha utilizado un procedimiento especial para acelerar el “curado” de nuevos materiales, conocido como horneado, por el cual la temperatura del edificio se eleva durante 48 horas o más, manteniendo la circulación del aire al mínimo. Las altas temperaturas favorecen la emisión de compuestos orgánicos volátiles. Después se ventila el edificio y se reduce así su carga contaminante. Los resultados obtenidos hasta la fecha demuestran que este procedimiento puede ser eficaz en algunas situaciones.

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