lunes, 9 de julio de 2007

Catástrofes manifiestas

Las catástrofes manifiestas consisten en emisiones hacia el medio ambiente cuyo origen y daño potencial no ofrecen ninguna duda; ejemplos claros son Seveso, Bhopal y Chernóbil.
Seveso representa el prototipo de catástrofe industrial química
(Homberger y cols. 1979; Pocchiari y cols. 1983, 1986). El accidente se produjo el 10 de julio de 1976 en la región de Seveso, cerca de Milán, Italia, en una fábrica de producción de tricloro- fenol, y contaminó con la potente sustancia tóxica 2,3,7,8-tetra- clorodibenceno-para-dioxina (TCDD) varios kilómetros cuadrados de campo habitado. Hubo que evacuar a más de
700 personas y se establecieron restricciones para 30.000 habi- tantes más. El efecto más claro sobre la salud fue el acné clórico, pero aún no se ha terminado de establecer el cuadro de posibles consecuencias para la salud de este accidente (Bruzzi 1983; Pesatori 1995).
Bhopal representa, probablemente, la peor catástrofe industrial química de toda la Historia (Das 1985a, 1985b; Friedrich Naumann Foundation 1987; Tachakra 1987). En la noche del 2 de diciembre de 1984, un escape de gas formó una nube letal sobre la ciudad de Bhopal, en la región central de la India, produciendo miles de víctimas mortales y cientos de miles de heridos en el breve espacio de unas horas. El accidente se produjo debido a una reacción fuera de control en uno de los tanques en que se almacenaba isocianato de metilo (MIC). El tanque de almacenaje era de hormigón y contenía unas 42 toneladas del compuesto, que se utilizaba para la fabricación de pesticidas; el tanque estalló, expulsando MIC y otras sustancias químicas disociadas hacia la atmósfera. Además de las evidentes consecuencias catastróficas del accidente, aún no se han determinado los posibles efectos a largo plazo sobre la salud de los afectados o expuestos (Andersson y cols. 1986; Sainani y cols. 1985).

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