Los candidatos a puestos de trabajo expuestos al calor deben encontrarse en un buen estado de salud general y poseer unos atributos físicos adecuados para el trabajo que deben realizar. La obesidad o las enfermedades cardiovasculares contribuyen al riesgo y las personas con antecedentes de patologías previas inexplicadas o recurrentes asociadas al calor no deben ser asignadas a tareas que conlleven un gran estrés térmico. A continuación se comentan algunas de las características físicas y fisiológicas que pueden influir en la tolerancia al calor y que se dividen en dos grandes categorías: características intrínsecas fuera del control del individuo, como tamaño corporal, sexo, etnicidad y edad; y características adquiridas, que al menos en parte pueden ser controladas por la persona y que son aptitud física, aclimatación al calor, obesidad, trastornos de la salud y estrés autoinducido.
Los trabajadores deben ser informados de la naturaleza del estrés por calor y sus efectos nocivos, así como de las medidas protectoras ofrecidas en el lugar de trabajo. Deben saber que la tolerancia al calor depende en gran medida de la ingesta de suficiente cantidad de agua y de una dieta equilibrada. Además, los trabajadores deben conocer los síntomas de los trastornos produ- cidos por el calor, entre ellos mareo, palidez, dificultades respiratorias, palpitaciones y sed extrema. Deben aprender también las técnicas fundamentales de primeros auxilios y saber cuándo deben solicitar ayuda si reconocen los síntomas en ellos mismos o en sus compañeros.
Las empresas deben implantar un sistema para notificar los incidentes relacionados con el calor en el lugar de trabajo. La aparición de trastornos por calor en más de una persona (o repetidamente en una misma persona) es con frecuencia una señal de advertencia de un problema grave inminente e indica la necesidad de realizar una evaluación inmediata del lugar de trabajo y revisar la idoneidad de las medidas preventivas.
Los trabajadores deben ser informados de la naturaleza del estrés por calor y sus efectos nocivos, así como de las medidas protectoras ofrecidas en el lugar de trabajo. Deben saber que la tolerancia al calor depende en gran medida de la ingesta de suficiente cantidad de agua y de una dieta equilibrada. Además, los trabajadores deben conocer los síntomas de los trastornos produ- cidos por el calor, entre ellos mareo, palidez, dificultades respiratorias, palpitaciones y sed extrema. Deben aprender también las técnicas fundamentales de primeros auxilios y saber cuándo deben solicitar ayuda si reconocen los síntomas en ellos mismos o en sus compañeros.
Las empresas deben implantar un sistema para notificar los incidentes relacionados con el calor en el lugar de trabajo. La aparición de trastornos por calor en más de una persona (o repetidamente en una misma persona) es con frecuencia una señal de advertencia de un problema grave inminente e indica la necesidad de realizar una evaluación inmediata del lugar de trabajo y revisar la idoneidad de las medidas preventivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario