Un camión cisterna articulado que transportaba unos 22.000 litros de tolueno circulaba por una carretera principal que atraviesa Cleveland, Reino Unido. Un coche se interpuso en su camino y, como consecuencia del volantazo del conductor, la cisterna volcó. Se abrieron las tapas de registro (bocas de hombre) de los cinco compartimientos y el tolueno se derramó por la carretera y entró en ignición, provocando una balsa de fuego. El incendio afectó a cinco coches que circulaban por el carril contrario, pudiendo escapar todos sus ocupantes.
Los bomberos llegaron a los cinco minutos de la llamada. El líquido en ignición había entrado en los sumideros y a unos 400 m del accidente podían verse los sumideros en llamas. Se activó el Plan de emergencia del condado; los servicios sociales y de trans- porte público fueron alertados de la posibilidad de una evacua- ción. En un principio, los bomberos se centraron en la extinción de los incendios de los automóviles y en la búsqueda de sus ocupantes. La siguiente tarea fue encontrar una fuente de agua adecuada. Acudió al lugar un miembro del equipo de seguridad de la empresa química para coordinar la acción con la policía y los bomberos. También acudió personal del servicio de ambulan- cias y de las autoridades sanitarias y del agua. Tras varias consultas, se decidió dejar que el tolueno se quemara, en lugar de extinguir el incendio y provocar con ello la emisión de vapores químicos. La policía emitió avisos durante un período de cuatro horas por la radio nacional y local aconsejando a la población que no saliera de casa y que cerrase las ventanas. La carretera se cerró durante ocho horas. Cuando el tolueno llegó a un nivel infe- rior a las tapas de registro, se apagó el fuego y se extrajo de la cisterna el resto del tolueno. El siniestro se dio por concluido unas
13 horas después del accidente.
La radiación térmica representaba un peligro potencial para los seres humanos; la contaminación del suelo, el aire, y el agua, para el medio ambiente; y la interrupción del tráfico, para la economía. El plan de la empresa para este tipo de accidentes de transporte se activó en 15 minutos, con la presencia de cinco personas en el lugar del siniestro. Existía un plan del condado de actuación exte- rior, que se siguió desde un centro de control en el que participaron la policía y los bomberos. Se tomaron mediciones de la concentra- ción del contaminante, pero no se hicieron predicciones de su dispersión. La respuesta de la brigada de incendios movilizó a más de 50 personas y diez aparatos, cuyas funciones principales fueron la lucha contra el incendio, el lavado y la retención del derrame. Más de 40 oficiales de policía intervinieron en la dirección del tráfico, advertencia a la población, seguridad y control de la prensa. La respuesta del servicio sanitario se materializó en dos ambulancias y dos miembros del personal médico presentes en el lugar del accidente. La reacción de la autoridad local englobó a los servicios de medio ambiente, transporte y asistencia social. Se informó a la población del incidente por medio de altavoces, por la radio y haciendo correr la voz. La información se concentró en qué debía hacerse, en especial refugiarse en el interior de los edificios.
En términos de daños a seres humanos, el resultado del acci- dente fue de dos hospitalizaciones: un particular y un empleado de la empresa, que resultaron heridos en el choque. Se produjo una contaminación atmosférica visible, pero la contaminación del suelo
y del agua fue leve. Desde el punto de vista económico, se ocasionó un daño importante a la carretera y grandes retrasos en el tráfico, pero no se perdieron cosechas, ganado o producción. Entre las conclusiones que se sacaron, hay que citar el valor de una rápida recuperación de información del sistema Chemdata y la presencia del experto técnico de la empresa, que inmediatamente dirigió la acción del modo más adecuado. Se destacó asimismo la importancia de la adopción de comunicados de prensa conjuntos para todos los servicios de respuesta al accidente. Hay que consi- derar la repercusión ambiental de la lucha contra el fuego. Si se hubiera combatido el incendio en las fases iniciales, una cantidad considerable de líquido contaminante (alcohol etílico y tolueno) podía haber entrado en los sumideros, en los suministros de agua y en el suelo.
Los bomberos llegaron a los cinco minutos de la llamada. El líquido en ignición había entrado en los sumideros y a unos 400 m del accidente podían verse los sumideros en llamas. Se activó el Plan de emergencia del condado; los servicios sociales y de trans- porte público fueron alertados de la posibilidad de una evacua- ción. En un principio, los bomberos se centraron en la extinción de los incendios de los automóviles y en la búsqueda de sus ocupantes. La siguiente tarea fue encontrar una fuente de agua adecuada. Acudió al lugar un miembro del equipo de seguridad de la empresa química para coordinar la acción con la policía y los bomberos. También acudió personal del servicio de ambulan- cias y de las autoridades sanitarias y del agua. Tras varias consultas, se decidió dejar que el tolueno se quemara, en lugar de extinguir el incendio y provocar con ello la emisión de vapores químicos. La policía emitió avisos durante un período de cuatro horas por la radio nacional y local aconsejando a la población que no saliera de casa y que cerrase las ventanas. La carretera se cerró durante ocho horas. Cuando el tolueno llegó a un nivel infe- rior a las tapas de registro, se apagó el fuego y se extrajo de la cisterna el resto del tolueno. El siniestro se dio por concluido unas
13 horas después del accidente.
La radiación térmica representaba un peligro potencial para los seres humanos; la contaminación del suelo, el aire, y el agua, para el medio ambiente; y la interrupción del tráfico, para la economía. El plan de la empresa para este tipo de accidentes de transporte se activó en 15 minutos, con la presencia de cinco personas en el lugar del siniestro. Existía un plan del condado de actuación exte- rior, que se siguió desde un centro de control en el que participaron la policía y los bomberos. Se tomaron mediciones de la concentra- ción del contaminante, pero no se hicieron predicciones de su dispersión. La respuesta de la brigada de incendios movilizó a más de 50 personas y diez aparatos, cuyas funciones principales fueron la lucha contra el incendio, el lavado y la retención del derrame. Más de 40 oficiales de policía intervinieron en la dirección del tráfico, advertencia a la población, seguridad y control de la prensa. La respuesta del servicio sanitario se materializó en dos ambulancias y dos miembros del personal médico presentes en el lugar del accidente. La reacción de la autoridad local englobó a los servicios de medio ambiente, transporte y asistencia social. Se informó a la población del incidente por medio de altavoces, por la radio y haciendo correr la voz. La información se concentró en qué debía hacerse, en especial refugiarse en el interior de los edificios.
En términos de daños a seres humanos, el resultado del acci- dente fue de dos hospitalizaciones: un particular y un empleado de la empresa, que resultaron heridos en el choque. Se produjo una contaminación atmosférica visible, pero la contaminación del suelo
y del agua fue leve. Desde el punto de vista económico, se ocasionó un daño importante a la carretera y grandes retrasos en el tráfico, pero no se perdieron cosechas, ganado o producción. Entre las conclusiones que se sacaron, hay que citar el valor de una rápida recuperación de información del sistema Chemdata y la presencia del experto técnico de la empresa, que inmediatamente dirigió la acción del modo más adecuado. Se destacó asimismo la importancia de la adopción de comunicados de prensa conjuntos para todos los servicios de respuesta al accidente. Hay que consi- derar la repercusión ambiental de la lucha contra el fuego. Si se hubiera combatido el incendio en las fases iniciales, una cantidad considerable de líquido contaminante (alcohol etílico y tolueno) podía haber entrado en los sumideros, en los suministros de agua y en el suelo.
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