jueves, 5 de enero de 2012

LA VIOLENCIA EN EL LUGAR DE TRABAJO

La violencia está muy extendida en la sociedad moderna, y parece que va en aumento. Además de las situaciones de represión, guerra o terrorismo, los medios de comunicación informan a diario en titulares sensacionalistas de las barbaridades a las que someten entre sí los seres humanos tanto en sociedades “civili- zadas” como en otras más atrasadas. Cabe preguntarse si el aumento de este fenómeno ha sido real o si se trata sencillamente de que la información sobre el mismo es más exhaustiva. Al fin y al cabo, la violencia ha caracterizado las relaciones entre los seres humanos desde los tiempos prehistóricos. En las sociedades industriales actuales se ha convertido en una de las principales causas de muerte —en algunos sectores es la principal— y se considera cada vez más como un problema de salud pública.
Es inevitable, pues, encontrarla también en el lugar de trabajo. Entre 1980 y 1989, el homicidio fue la tercera causa más importante de muerte por lesiones en los lugares de trabajo norteamericanos, de acuerdo con los datos recogidos por el National Traumatic Occupational Facilities Surveillance System
(NIOSH 1993a). Los homicidios representaron un 12 % de las muertes por lesiones en el lugar de trabajo durante ese período, sólo superadas las causas por vehículos de motor y maquinaria. En 1993 la cifra aumentó hasta el 17 % lo que representa una tasa de 0,9 por cada 100.000 trabajadores, en este caso por detrás sólo de las muertes provocadas por los vehículos (Toscano
y Windau 1994). En cuanto a las mujeres trabajadoras, fue la principal causa de muerte relacionada con el trabajo, aunque con una tasa (0,4 muertes por 100.000) inferior a la de los hombres (1,2 muertes por 100.000 trabajadores) (Jenkins 1995). Con todo, esas muertes representan sólo la “punta del iceberg”. Por ejemplo, cerca de 22.400 trabajadores de Estados Unidos resultaron heridos de gravedad como consecuencia de agresiones no mortales sufridas en el lugar de trabajo, que les obligaron a faltar algunos días para recuperarse (Toscano y Windau, 1994). Si bien no se dispone de datos fiables y precisos, se estima que por cada caso de muerte se han producido miles —quizás cientos de miles— de casos de violencia en el lugar de trabajo.
En el boletín que publica Unison, el gran sindicato británico que agrupa a los trabajadores de la asistencia sanitaria y los de la administración pública, se califica la violencia como “el prin- cipal riesgo a que se enfrentan sus afiliados en el trabajo. Se trata del riesgo que provoca lesiones con mayor frecuencia. Puede ser causa de niveles de estrés en el trabajo difíciles de controlar, que menoscaban la estima personal y ponen en peligro la capacidad de las personas de continuar en sus puestos de trabajo” (Unison 1992).
En el presente artículo se resumen las características de la violencia en el lugar de trabajo, el tipo de personas implicadas en este fenómeno, sus efectos en las mismas y en las empresas, y las medidas que se pueden adoptar para evitar o controlar esos efectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario