Hay que subrayar que cuando se inyecta aire en un espacio determinado  (especialmente  si  se  hace  a  alta  velocidad),  la corriente de aire así creada ejerce una fuerza considerable sobre el  aire  circundante.  A  continuación,  el  aire  se  mezcla  con  la corriente  y  reduce  su  velocidad,  creando  además  una  turbu- lencia cuantificable. En consecuencia, este proceso hace que el aire ya presente en el recinto se mezcle impetuosamente con el aire  fresco  inyectado,  generando  corrientes  de  aire  internas. Predecir estas corrientes, incluso en términos generales, requiere una gran dosis de experiencia (véase la Figura 45.5).
A fin de evitar los problemas que provocaría que los trabaja-
dores se vieran sometidos a corrientes de aire a velocidades rela- tivamente  altas,  el  aire  suele  inyectarse  por  medio  de  rejillas difusoras diseñadas para facilitar la rápida mezcla del aire fresco con  el  aire  ya  presente  en  el  recinto.  Así  se  consigue  que  las zonas  en  las  que  el  aire  se  mueve  a  alta  velocidad  tengan  la menor extensión posible.
Tales  corrientes  no  se  producen  en  las  proximidades  de  los puntos de evacuación o extracción del aire a través de puertas, ventanas, extractores u otras aberturas. El aire llega a las rejillas de extracción desde todas las direcciones, de modo que, incluso
a  una  distancia  relativamente  corta  de  las  mismas,  el  movi- miento del aire no se percibe fácilmente como corriente de aire. En cualquier caso, cuando de lo que se trata es de la distribu- ción del aire, es importante situar los puestos de trabajo, en la medida de lo posible, de manera que el aire fresco llegue a los trabajadores antes que a las fuentes de contaminación.
Si existen fuentes importantes de calor en el recinto, el movimiento  de  aire  vendrá  condicionado  en  gran  medida  por  las corrientes  de  convección  provocadas  por  las  diferencias  de densidad  entre  el  aire  frío,  más  denso,  y  el  aire  caliente,  más ligero. En espacios de este tipo, el diseñador de la distribución del  aire  ha  de  tener  presente  la  existencia  de  tales  fuentes  de calor,  o  el  movimiento  de  aire  podría  ser  muy  diferente  del previsto.
Por  otra  parte,  la  presencia  de  contaminación  química  no altera la densidad del aire de manera cuantificable. Aunque los contaminantes  en  su  estado  puro  pueden  tener  una  densidad muy diferente de la del aire (normalmente mucho mayor), dadas las concentraciones reales en el lugar de trabajo, la mezcla de aire  y  contaminante  no  tiene  una  densidad  significativamente diferente a la del aire puro.
Temas
- CALIDAD DEL AIRE INTERIOR
- CALOR Y FRIO
- CONTROL AMBIENTAL EN INTERIORES
- CONTROL DE LA CONTAMINACION AMBIENTAL
- DESASTRES NATURALES Y TECNOLOGICOS
- ELECTRICIDAD
- HORAS DE TRABAJO
- ILUMINACION
- INCENDIOS
- POLITICA EN MATERIA DE MEDIO AMBIENTE
- PRESION BAROMETRICA AUMENTO
- PRESION BAROMETRICA REDUCCION
- PREVENCION DE ACCIDENTES
- RADIACIONES IONIZANTES
- RADIACIONES NO IONIZANTES
- RIESGOS BIOLOGICOS
- RUIDO
- VIBRACIONES
- VIOLENCIA
domingo, 30 de septiembre de 2012
sábado, 29 de septiembre de 2012
La ventilación por dilución (IV)
En   cualquier   caso,   para   utilizar   la   fórmula   anterior   se requiere un conocimiento bastante exacto de los valores de a y K que deberán utilizarse, por lo que aquí se ofrecen algunas sugerencias al respecto.
Por lo común es posible calcular la cantidad de contaminante generada a partir de la cantidad de determinados materiales consumidos en el proceso generador del contaminante. De modo que, en el caso de un disolvente, la cantidad utilizada será una buena indicación de la cantidad máxima que pueda existir en el ambiente.
Como ya se ha indicado, el valor de K deberá determinarse en función de la eficacia de la mezcla de aire. Por consiguiente, ese valor será menor cuanto más uniforme sea la distribución de la concentración del contaminante existente en cualquier punto del espacio en cuestión. Ello, a su vez, dependerá de cómo se distribuya el aire dentro del espacio ventilado.
De acuerdo con estos criterios, deberán utilizarse valores mínimos de K cuando se inyecte aire de manera que éste se reparta uniformemente, por ejemplo, utilizando una cámara de sobrepresión) y cuando la inyección y extracción del aire se realicen en extremos opuestos del espacio dado. Por otra parte, deberán utilizarse mayores valores de K cuando el aire se suministre de manera puntual y se extraiga en puntos cercanos a la entrada de aire fresco (véase la Figura 45.4).
Por lo común es posible calcular la cantidad de contaminante generada a partir de la cantidad de determinados materiales consumidos en el proceso generador del contaminante. De modo que, en el caso de un disolvente, la cantidad utilizada será una buena indicación de la cantidad máxima que pueda existir en el ambiente.
Como ya se ha indicado, el valor de K deberá determinarse en función de la eficacia de la mezcla de aire. Por consiguiente, ese valor será menor cuanto más uniforme sea la distribución de la concentración del contaminante existente en cualquier punto del espacio en cuestión. Ello, a su vez, dependerá de cómo se distribuya el aire dentro del espacio ventilado.
De acuerdo con estos criterios, deberán utilizarse valores mínimos de K cuando se inyecte aire de manera que éste se reparta uniformemente, por ejemplo, utilizando una cámara de sobrepresión) y cuando la inyección y extracción del aire se realicen en extremos opuestos del espacio dado. Por otra parte, deberán utilizarse mayores valores de K cuando el aire se suministre de manera puntual y se extraiga en puntos cercanos a la entrada de aire fresco (véase la Figura 45.4).
viernes, 28 de septiembre de 2012
Historia de los problemas microbiológicos de la calidad del aire interior
Durante   más   de   un   siglo   se   han   realizado   investigaciones microbiológicas  del  aire  en  viviendas,  colegios  y  otros  edificios. Las primeras investigaciones estaban relacionadas a veces con la
“pureza”  microbiológica  relativa  del  aire  en  diferentes  tipos  de edificios y con la posible relación que pudiera tener con la tasa de  mortalidad  entre  los  ocupantes.  Junto  con  el  prolongado interés  por  la  diseminación  de  patógenos  en  los  hospitales,  el desarrollo de muestreadores volumétricos microbiológicos de aire en  los  decenios  de  1940  y  1950  condujo  a  investigaciones sistemáticas de microorganismos transmitidos por el aire en los hospitales, y posteriormente de mohos alergénicos conocidos en el  aire  de  viviendas  y  edificios  públicos  así  como  en  el  aire atmosférico. En los decenios de 1950 y 1960 se investigaron las enfermedades  respiratorias  profesionales,  como  el  pulmón  del granjero, el pulmón del trabajador de la malta y la bisinosis (entre los trabajadores del algodón). Aunque la fiebre seudogripal por humidificadores  en  un  grupo  de  trabajadores  se  describió  por primera  vez  en  1959,  transcurrieron  entre  diez  y  quince  años antes  de  que  se  comunicaran  nuevos  casos.  Con  todo,  incluso ahora  se  desconoce  la  causa  específica  de  esta  enfermedad, aunque se ha implicado a los microorganismos en su patogenia. También se han sugerido como posible causa del “síndrome del edificio enfermo”, pero las pruebas obtenidas hasta ahora sobre esta relación son muy escasas.
Aunque  actualmente  se  conocen  bien  las  propiedades  alér- gicas de los hongos, el primer informe acerca de problemas de salud debidos a la inhalación de toxinas micóticas en un lugar de trabajo no industrial, un hospital de Quebec, no apareció hasta 1988  (Mainville  y  cols.  1988).  Los  síntomas  de  fatiga  extrema entre el personal del hospital fueron atribuidos a micotoxinas de tricoteceno en esporas de Stachybotrys atra y Trichoderma viride, y desde  entonces  el  “síndrome  de  fatiga  crónica”  causado  por exposición a polvo micotóxico fue detectado entre profesores y otros trabajadores de un colegio. El primero ha sido causa de enfermedad en trabajadores de oficina, y mientras que algunos de los efectos sobre la salud eran de naturaleza alérgica, otros correspondían a un tipo asociado más a menudo a una toxicosis (Johanning y cols. 1993). En otros lugares, la investigación epide- miológica ha indicado que podría existir algún factor o factores no alérgicos asociados a hongos que afectan al estado de salud respiratorio.  Las  micotoxinas  producidas  por  especies  indivi- duales de mohos podrían desempeñar un papel importante en este  proceso,  pero  también  es  posible  que  otros  atributos  más generales de los hongos inhalados sean nocivos para el estado de salud del sistema respiratorio.
jueves, 27 de septiembre de 2012
Compuestos orgánicos volátiles microbianos
Los compuestos orgánicos volátiles microbianos varían considera- blemente  en  su  composición  química  y  su  olor.  Algunos  son producidos por una amplia variedad de microorganismos, pero otros  están  asociados  a  especies  particulares.  El  denominado alcohol del champiñón, 1-octen-3-ol (que posee un olor a cham- piñones frescos) se encuentra entre los producidos por numerosos mohos  diferentes.  Otros  compuestos  volátiles  menos  frecuentes son  la  3,5-dimetil-1,2,4-tritiolona  (descrito  como  “fétido”);  la geosmina, o 1,10-dimetil-trans-9-decalol (“terroso”); y la 6-pen - til--pirona (“coco”, “mohoso”). Entre las bacterias, especies de Pseudomonas producen pirazinas con un olor a “patata mohosa”. El  olor  de  cualquier  microorganismo  es  el  producto  de  una mezcla compleja de COVM.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
Protozoos
Los protozoos, como Acanthamoeba y Naegleri son animales unicelu- lares microscópicos que se alimentan de bacterias y otras partículas   orgánicas   presentes   en   humidificadores,   reservorios   y bandejas de drenaje de sistemas CVAA. Pueden formarse aero- soles  de  partículas  de  estos  protozoos,  que  se  han  citado  como causas posibles de fiebre por humidificadores.
martes, 25 de septiembre de 2012
Hongos (II)
Los edificios proporcionan numerosos nichos o rincones que contienen el material orgánico muerto que sirve como nutriente a  la  mayoría  de  los  hongos  y  bacterias  para  su  crecimiento  y producción de esporas. Los nutrientes están presentes en materiales como los siguientes: madera; papel, pintura y otros revesti- mientos  de  superficies;  mobiliario  como  alfombras  y  muebles tapizados;  tierra  de  macetas;  polvo;  escamas  de  piel  y  secreciones  de  seres  humanos  y  de  otros  animales;  y  en  alimentos cocinados y sus ingredientes crudos. El hecho de que tenga lugar
o no el crecimiento de estos microorganismos depende del nivel de humedad. Las bacterias sólo son capaces de crecer en superficies saturadas, o en el agua de las bandejas de drenaje, reservorios y similares de los equipos CVAA. Algunos mohos también requieren condiciones de casi saturación, pero otros son menos exigentes y pueden proliferar en materiales húmedos aunque no estén totalmente saturados. El polvo puede ser un lugar de depósito y, si está suficientemente húmedo, un lugar de cultivo para los mohos. Por consiguiente, una cantidad impor- tante de esporas entran en suspensión en el aire cuando se mueve el polvo.
 
o no el crecimiento de estos microorganismos depende del nivel de humedad. Las bacterias sólo son capaces de crecer en superficies saturadas, o en el agua de las bandejas de drenaje, reservorios y similares de los equipos CVAA. Algunos mohos también requieren condiciones de casi saturación, pero otros son menos exigentes y pueden proliferar en materiales húmedos aunque no estén totalmente saturados. El polvo puede ser un lugar de depósito y, si está suficientemente húmedo, un lugar de cultivo para los mohos. Por consiguiente, una cantidad impor- tante de esporas entran en suspensión en el aire cuando se mueve el polvo.
lunes, 24 de septiembre de 2012
domingo, 23 de septiembre de 2012
Tasa de sudoración requerida
Al igual que los otros índices racionales, SWreq  se deriva de los seis  parámetros  básicos:  temperatura  del  aire  (Ta),  temperatura radiante  (Tr),  velocidad  del  aire  con  esa  humedad  relativa  (v), aislamiento de la ropa (Icl), tasa metabólica (M) y trabajo externo (W). Son necesarios también los valores de la superficie efectiva de   radiación   para   distintas   posturas   (sentado   =   0,72,   de pie = 0,77). A partir de estos valores, la evaporación necesaria se calcula como:
sábado, 22 de septiembre de 2012
Indice de estrés térmico (ITS)
La ecuación del equilibrio térmico perfeccionada es:
Ereq = H – (C + R) – Rs donde Ereq es la evaporación necesaria para mantener el equilibrio térmico, Rs es la carga solar y H es la producción de calor g a metabólico, que se utiliza en lugar de la tasa metabólica para tener en cuenta el trabajo externo. Una importante mejora introducida en esta nueva ecuación es el reconocimiento de que no todo el sudor se evapora (p. ej., una parte gotea), de manera que la tasa de sudoración requerida está relacionada con la tasa de evaporación según la expresión:
Ereq = H – (C + R) – Rs donde Ereq es la evaporación necesaria para mantener el equilibrio térmico, Rs es la carga solar y H es la producción de calor g a metabólico, que se utiliza en lugar de la tasa metabólica para tener en cuenta el trabajo externo. Una importante mejora introducida en esta nueva ecuación es el reconocimiento de que no todo el sudor se evapora (p. ej., una parte gotea), de manera que la tasa de sudoración requerida está relacionada con la tasa de evaporación según la expresión:
viernes, 21 de septiembre de 2012
Predicción de la frecuencia cardíaca como índice (II)
Si  P  3   90  lpm  y  P  3  – P  1  =  10  lpm,  indica  una  carga  de trabajo  grande,  aunque  con  sólo  un  pequeño  aumento  de  la temperatura corporal. Si P 3  >90 lpm y P 3   – P 1   <10 adoptar="adoptar" ar="ar" br="br" calor="calor" deben="deben" demasiado="demasiado" dise="dise" el="el" es="es" estr="estr" grande="grande" lpm="lpm" medidas="medidas" para="para" s="s" se="se" trabajo.="trabajo." trabajo="trabajo" y="y">Vogt y cols. (1981) e ISO 9886 (1992) propusieron un modelo
(Tabla 42.5) que utiliza la frecuencia cardíaca para evaluar las condiciones térmicas:
El componente de carga térmica (posible índice de estrés por calor) puede calcularse a partir de:
HRt = HRr – HR0
10>
(Tabla 42.5) que utiliza la frecuencia cardíaca para evaluar las condiciones térmicas:
El componente de carga térmica (posible índice de estrés por calor) puede calcularse a partir de:
HRt = HRr – HR0
10>
jueves, 20 de septiembre de 2012
Actuación en caso de emergencia (I)
Para evitar la confusión durante una emergencia, es fundamental que todas las personas conozcan su papel y el de los demás en caso de emergencia. Deberá elaborarse y divulgarse un plan de emergencia bien estudiado, con el que deberá familiarizarse todo el personal. En dicho plan se indicarán de forma concreta y clara las responsabilidades de cada persona y la correspondiente jerar- quía  de  mando.  Un  plan  de  emergencia  debe  incluir  como mínimo:
1. El nombre de la industria
2. La dirección de las instalaciones, con número de teléfono y plano de localización
3. El objetivo del plan de emergencia y la fecha efectiva de su entrada en vigor
4. El área cubierta y un plano de localización
5. La organización de emergencia, indicando la jerarquía de mando encabezada por su director
6. Los sistemas contra incendios y los equipos móviles y portá- tiles, detallados
7. Detalles de la disponibilidad de asistencia
8. Las alarmas contra incendios y los equipos de comunicación
9. La actuación en caso de emergencia, definiendo por separado
y de forma concreta las acciones que debe emprender:
• la persona que detecta el incendio;
• el cuerpo de bomberos particular de la empresa;
• el jefe de la sección implicada en la emergencia;
• los jefes de otras secciones no implicadas en la emergencia;
• la organización de seguridad;
• el jefe de bomberos, en su caso;
• el director de la empresa,
• otros.
10. La jerarquía de mando en la escena del accidente. Se consi- derarán todas las situaciones posibles, indicando claramente la persona que debe asumir el mando en cada caso y las circunstancias en que debe solicitarse ayuda a otra organización.
11. Las medidas que deben tomarse después del incendio. Se indicarán las responsabilidades en materia de:
• reposición o rellenado de todos los sistemas, equipos y fuentes de agua de protección contra incendios;
• investigación de la causa del incendio o la explosión;
• preparación y presentación de los informes,
• adopción de medidas que eviten que vuelva a producirse una emergencia similar.
1. El nombre de la industria
2. La dirección de las instalaciones, con número de teléfono y plano de localización
3. El objetivo del plan de emergencia y la fecha efectiva de su entrada en vigor
4. El área cubierta y un plano de localización
5. La organización de emergencia, indicando la jerarquía de mando encabezada por su director
6. Los sistemas contra incendios y los equipos móviles y portá- tiles, detallados
7. Detalles de la disponibilidad de asistencia
8. Las alarmas contra incendios y los equipos de comunicación
9. La actuación en caso de emergencia, definiendo por separado
y de forma concreta las acciones que debe emprender:
• la persona que detecta el incendio;
• el cuerpo de bomberos particular de la empresa;
• el jefe de la sección implicada en la emergencia;
• los jefes de otras secciones no implicadas en la emergencia;
• la organización de seguridad;
• el jefe de bomberos, en su caso;
• el director de la empresa,
• otros.
10. La jerarquía de mando en la escena del accidente. Se consi- derarán todas las situaciones posibles, indicando claramente la persona que debe asumir el mando en cada caso y las circunstancias en que debe solicitarse ayuda a otra organización.
11. Las medidas que deben tomarse después del incendio. Se indicarán las responsabilidades en materia de:
• reposición o rellenado de todos los sistemas, equipos y fuentes de agua de protección contra incendios;
• investigación de la causa del incendio o la explosión;
• preparación y presentación de los informes,
• adopción de medidas que eviten que vuelva a producirse una emergencia similar.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Fase 6
Con  el  fin  de  garantizar  la  plena  participación  de  todos  los empleados, se deberá:
1.   Formar a todo el personal en las medidas de prevención que deben tomar en su trabajo diario y en el papel que tengan asignado en caso de incendio o explosión. Dicha formación incluirá  el  manejo  de  los  equipos  de  protección  contra incendios.
2.   Garantizar   el   estricto   cumplimiento   de   las   medidas   de prevención por parte de todo el personal afectado mediante revisiones periódicas.
3.   Inspeccionar  regularmente  y  asegurar  un  buen  manteni- miento de todos los equipos y sistemas de protección contra incendios. Cualquier defecto observado deberá subsanarse lo antes posible.
martes, 18 de septiembre de 2012
Fase 5
Si  por  las  dimensiones  de  la  industria,  los  peligros  asociados  o una  ubicación  alejada  se  requiere  la  presencia  continua  de  un cuerpo  de  bomberos,  se  deberá  organizar,  equipar  y  formar  a personal con dedicación exclusiva y nombrar a un jefe de lucha contra incendios también con dedicación exclusiva.
lunes, 17 de septiembre de 2012
Fase 4 Durante la construcción, se deberá
1.   Comunicar al contratista y a sus empleados las políticas de gestión  del  riesgo  de  incendio,  y  asegurarse  de  que  se cumplan.
2. Comprobar exhaustivamente todas las instalaciones y equipos de protección contra incendios antes de aceptar la obra.
2. Comprobar exhaustivamente todas las instalaciones y equipos de protección contra incendios antes de aceptar la obra.
domingo, 16 de septiembre de 2012
El incendio
El lunes 10 de mayo era un día normal de trabajo en la fábrica Kader. Aproximadamente a las 4.00 p.m., cuando iba a terminar el turno de día, se descubrió un pequeño incendio en el primer piso, cerca del extremo sur del edificio Uno. Esta zona se utili- zaba para empaquetar y almacenar los productos acabados, de modo que contenía una considerable carga de combustible (véase la Figura 39.14). Todos los edificios de la fábrica contenían una carga combustible compuesta de telas, plásticos y materiales de relleno, así como de otros materiales normales de trabajo.
Los  guardias  de  seguridad  cercanos  al  incendio  trataron  de extinguir  las  llamas  sin  éxito;  a  las  4.21  p.m.  llamaron  a  la brigada de bomberos de la policía local. Las autoridades reci- bieron  dos  llamadas  más,  a  las  4.30  p.m.  y  a  las  4.31  p.m. A  pesar  de  que  la  fábrica  Kader  se  encuentra  justo  fuera  del territorio jurisdiccional de Bangkok, respondieron a la llamada tanto  los  bomberos  de  Bangkok  como  los  de  la  provincia  de Nakhon Pathom.
Mientras los trabajadores y los guardias de seguridad trataban en vano de extinguir el fuego, el edificio empezó a llenarse de humo   y   de   productos   de   combustión.   Los   supervivientes contaron que en el edificio Uno no llegó a sonar la alarma de incendio,  pero  que  muchos  trabajadores  se  alarmaron  al  ver humo en los pisos superiores. Parece ser que, a pesar del humo, los  guardias  de  seguridad  dijeron  a  algunos  trabajadores  que permanecieran en sus puestos de trabajo, ya que se trataba de un incendio menor que no tardarían en controlar.
sábado, 15 de septiembre de 2012
La fábrica Kader (II)
La   información   sobre   el   número   total   de   trabajadores presentes  en  la  fábrica  es  contradictoria.  La  Federación  de industrias tailandesas se comprometió a ayudar a 2.500 trabajadores que quedaron sin empleo a causa del incendio, pero no está claro cuántos se encontraban allí en un momento dado. En el momento del incendio, se notificó que había 1.146 trabajadores en el edificio Uno: 36 en el primer piso, 10 en el segundo, 500 en el tercero y 600 en el cuarto. En el edificio Dos había 405 trabajadores: 60 en el primer piso, 5 en el segundo, 300 en el tercero  y  40  en  el  cuarto.  No  está  claro  cuántos  trabajadores había en el edificio Tres, pues parte de él aún estaba en obras. La mayoría de los trabajadores de la fábrica eran mujeres.
viernes, 14 de septiembre de 2012
La fábrica Kader (I)
La fábrica Kader, que producía juguetes de trapo y muñecas de plástico fundamentalmente para su exportación a Estados Unidos y  otros  países  desarrollados,  estaba  ubicada  en  la  localidad  de Sam Phran, en la provincia de Nakhon Pathom, prácticamente a medio camino entre Bangkok y la cercana ciudad de Kanchana- buri, donde se encontraba el vergonzoso puente ferroviario sobre el río Kwai de la segunda Guerra Mundial.
Todas las estructuras destruidas en el incendio eran propiedad de  Kader,  dueño  y  gestor  de  la  fábrica.  Kader  tiene  dos empresas hermanas que también operan en este lugar en virtud de un acuerdo de arrendamiento.
La sociedad Kader Industrial (Thailand) Co. Ltd. se registró por primera vez el 27 de enero de 1989, pero se suspendió el permiso a la empresa el 21 de noviembre del mismo año, tras un incendio  acaecido  el  16  de  agosto  de  1989,  que  destruyó  la nueva fábrica. El incendio se atribuyó a la ignición de una tela de  poliéster  utilizada  para  la  fabricación  de  muñecas  en  un hilador.  Tras  la  reconstrucción  de  la  fábrica,  el  Ministerio  de Industria autorizó su reapertura el 4 de julio de 1990.
Entre  la  reapertura  de  la  fábrica  y  el  incendio  de  mayo  de
1993,  se  produjeron  numerosos  incendios  de  menor  impor- tancia. Uno de ellos, el acaecido en febrero de 1993, dañó consi- derablemente el edificio Tres, que aún se estaba reparando en el momento del incendio de mayo de 1993. El incendio de febrero se  produjo  por  la  noche,  en  una  zona  de  almacenamiento,  y afectó a materiales de poliéster y algodón. Varios días después, un inspector del trabajo visitó la instalación y emitió un informe en  el  que  se  indicaba  la  necesidad  de  introducir  en  la  fábrica encargados  de  seguridad,  equipos  de  seguridad  y  un  plan  de emergencia.
En  los  primeros  informes  del  incendio  de  mayo  de  1993  se señala que la fábrica Kader constaba de cuatro edificios: tres de ellos  destruidos  por  el  fuego.  En  cierto  sentido,  es  cierto;  sin embargo,  esos  tres  edificios  formaban  en  realidad  una  sola estructura en forma de letra E (véase la Figura 39.13), cuyas tres partes  principales  recibían  el  nombre  de  edificios  Uno,  Dos  y Tres. Cerca, había un taller de un piso de altura y otra estructura de cuatro pisos denominada edificio Cuatro.
La construcción en forma de E era una estructura de cuatro alturas a base de bloques de hormigón sobre una estructura de acero. Había ventanas en torno al perímetro de cada piso, y el tejado era levemente inclinado, rematado en pico. Cada parte del edificio contaba con un ascensor de mercancías y dos esca- leras de 1,5 metros de ancho. Los ascensores de mercancías eran jaulas de barrotes.
Todos  los  edificios  de  la  fábrica  estaban  equipados  con sistemas de alarma contra incendios. Ninguno de ellos disponía de rociadores automáticos de agua, sino de extintores portátiles,
y  había  mangueras  contra  incendios  instaladas  en  los  muros exteriores  y  en  los  huecos  de  las  escaleras  de  cada  edificio. Ninguna parte de la estructura de acero del edificio estaba reves- tida contra incendios.
jueves, 13 de septiembre de 2012
Cuestiones de economía mundial
En Tailandia, el incendio de Kader despertó un gran interés por las medidas nacionales de seguridad contra incendios y, en parti- cular, por los requisitos en materia de construcción y las políticas de aplicación. Chuan Leekpai, Primer Ministro de Tailandia, que se trasladó esa misma tarde al lugar del incendio, prometió que el Gobierno  se  ocuparía  de  los  problemas  de  la  seguridad  contra incendios.  Según  el  Wall  Street  Journal  (1993),  Leekpai  pidió  la adopción  de  medidas  rigurosas  contra  quienes  infrinjan  las normas  de  seguridad  y  Sanan  Kachornprasart,  ministro  de Industria,  declaró  que  “las  fábricas  que  no  tengan  sistemas  de prevención de incendios recibirán la orden de instalarlos o serán cerradas”.
Seguidamente, el Wall Street Journal afirma que, en opinión de líderes sindicales, expertos en seguridad y funcionarios, aunque el incendio de Kader puede contribuir a hacer más estrictos los códigos de construcción y los reglamentos de seguridad, es de temer  que  aún  esté  lejos  un  progreso  duradero,  pues  las empresas  ignoran  las  normas  y  los  gobiernos  consideran  más importante  el  crecimiento  económico  que  la  seguridad  de  los trabajadores.
Dado que la mayor parte de las acciones de Kader Industrial (Thailand) Co. Ltd. estaban en manos extranjeras, el incendio impulsó  también  el  debate  internacional  sobre  la  responsabi- lidad  de  los  inversores  internacionales  en  la  seguridad  de  los trabajadores de los países en que invierten. El 20 % de los accio- nistas  de  Kader  son  de  Taiwan  y  el  79,96  %  de  Hong  Kong. Sólo el 0,04 % de Kader es propiedad de tailandeses.
La mundialización de la economía significa que los productos se  fabrican  en  un  lugar  y  se  utilizan  en  otros,  a  veces  muy distantes. El deseo de competitividad en este nuevo mercado no debe llevarnos a poner en peligro las normas básicas de segu- ridad contra incendios industriales. Tenemos la obligación moral de ofrecer a los trabajadores un nivel adecuado de protección contra incendios, estén donde estén.
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