Los edificios proporcionan numerosos nichos o rincones que contienen el material orgánico muerto que sirve como nutriente a la mayoría de los hongos y bacterias para su crecimiento y producción de esporas. Los nutrientes están presentes en materiales como los siguientes: madera; papel, pintura y otros revesti- mientos de superficies; mobiliario como alfombras y muebles tapizados; tierra de macetas; polvo; escamas de piel y secreciones de seres humanos y de otros animales; y en alimentos cocinados y sus ingredientes crudos. El hecho de que tenga lugar
o no el crecimiento de estos microorganismos depende del nivel de humedad. Las bacterias sólo son capaces de crecer en superficies saturadas, o en el agua de las bandejas de drenaje, reservorios y similares de los equipos CVAA. Algunos mohos también requieren condiciones de casi saturación, pero otros son menos exigentes y pueden proliferar en materiales húmedos aunque no estén totalmente saturados. El polvo puede ser un lugar de depósito y, si está suficientemente húmedo, un lugar de cultivo para los mohos. Por consiguiente, una cantidad impor- tante de esporas entran en suspensión en el aire cuando se mueve el polvo.
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