En casos de posible exposición de la población en general, puede ser necesario aplicar medidas de protección diseñadas para impedir o limitar la exposición a la radiación ionizante, algo especialmente importante para evitar los efectos deterministas. Las primeras medidas que deben aplicarse en caso de emergencia son la evacuación, el refugio y la administración de la cantidad adecuada de iodo. Debe distribuirse entre la población expuesta una cantidad adecuada de iodo estable, al objeto de saturar la tiroides e inhibir la absorción de iodo radiactivo. Ahora bien, para que sea eficaz, el bloqueo de la tiroides debe producirse antes o inmediatamente después del comienzo de la exposición. Por último, puede ser necesaria el reasentamiento temporal o permanente, la descontaminación y el control de la agricultura y de los alimentos.
Cada una de estas medidas de reacción tiene su propio “nivel de acción” (Tabla 39.31), que no debe confundirse con las dosis límite de CIPR para los trabajadores y para la pobla- ción en general, desarrolladas para garantizar una adecuada protección en casos de exposición no accidental (CIPR 1991).
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