Las graves lesiones producidas por el aire frío pueden prevenirse en la mayoría de los casos y sólo ocurren esporádicamente en la vida normal, aunque tienen una gran importancia en las guerras y cataclismos. Con todo, muchos trabajadores corren el riesgo de sufrir lesiones por frío en sus actividades rutinarias. Los trabajos realizados al aire libre en climas extremos (como en las regiones árticas o subárticas) —por ejemplo, pesca, agricultura, construc- ción, prospecciones de gas y petróleo o pastoreo de renos—, así como los trabajos realizados en interiores fríos (como en las industrias de la alimentación y el almacenaje) pueden exponer a los trabajadores al peligro de una lesión por frío.
Las lesiones por frío pueden ser sistémicas o localizadas. Las lesiones locales, que suelen preceder a la hipotermia sistémica, constituyen dos entidades clínicamente diferentes: lesiones por frío con congelación (LFCC) y lesiones por frío sin congela- ción (LFSC).
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