viernes, 26 de diciembre de 2008

Tornados: Formación y pautas de incidencia

Los tornados se forman cuando capas de aire de diferente temperatura, densidad y velocidad se combinan para producir pode- rosas corrientes ascendentes que forman inmensas nubes del tipo cúmulonimbos; éstas se transforman en apretadas espirales que giran sobre su eje al ser empujadas por fuertes vientos transversales. Este vórtice arrastra hacia el interior de la nube más aire caliente, que hace que el sistema rote con mayor rapidez, hasta que del cúmulonimbo sale una nube en forma de embudo que encierra una fuerza explosiva (Understanding Science and Nature: Weather and Climate 1992). Un tornado medio tiene una trayectoria aproximada de 2 millas de largo y 50 yardas de ancho, y afecta en torno a 0,06 millas cuadradas, con una velocidad del viento de hasta 300 millas por hora. Los tornados se producen en zonas en que pueden chocar frentes cálidos y fríos, lo que genera unas condiciones inestables. Aunque las probabilidades de que un tornado afecte a una localidad concreta son extremadamente pequeñas (probabilidad de 0,0363), algunas zonas, como el Medio Oeste de Estados Unidos, son especialmente vulnerables.

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