Los plásticos son compuestos orgánicos macromoleculares fabricados sintéticamente o mediante la modificación de materiales naturales. La estructura y forma de estos materiales macromoleculares, que son el resultado de reacciones de polimerización, poliadición o policondensación, influye considerablemente en sus propiedades. Las cadenas moleculares de los termoplásticos (poliamidas, policarbonatos, poliésteres, poliestireno, cloruro de polivinilo, polimetiletacrilato, etc.) son lineales o ramificadas, los elastómeros (neopreno, polisulfuros, isopreno, etc.) presentan ligeros enlaces cruzados, mientras que los plásticos termoendu- recidos (duroplásticos: polialquilos, resinas epoxi, poliuretanos, etc.) presentan fuertes enlaces cruzados.
El caucho natural se utiliza en la industria del mismo nombre como materia prima, y se somete a un proceso de vulcanización. Los cauchos artificiales, cuya estructura es similar a la del caucho natural, son polímeros y copolímeros del butadieno.
El uso de los productos plásticos y del caucho es cada vez más frecuente en todos los campos de la vida cotidiana. La gran variedad y las excelentes propiedades técnicas de estos mate- riales permiten su aplicación a áreas tan diversas como estruc- turas de edificios, mobiliario, ropas, mercancías y piezas para vehículos y maquinaria.
Normalmente, los plásticos y el caucho, al igual que los materiales orgánicos, se consideran materiales combustibles. Para analizar su comportamiento en un incendio se utilizan una serie de parámetros que pueden determinarse con métodos espe- ciales. Teniendo en cuenta esos parámetros (combustibilidad, capacidad de ignición, capacidad de producción de humos, propensión a la producción de gases tóxicos y al goteo en la combustión), se definen sus ámbitos de aplicación y se establecen las condiciones de seguridad necesarias frente a incendios.
En muchos casos, la temperatura de ignición de los plásticos es superior a la de la madera u otros materiales, pero la mayoría de las veces éstos entran en ignición con mayor facilidad y su combustión se realiza con más rapidez e intensidad. Los incen- dios de materiales plásticos suelen ir acompañados de un desagradable fenómeno de liberación de grandes cantidades de un humo muy denso que puede limitar fuertemente la visibilidad y dar lugar a gases tóxicos (ácido clorhídrico, fosgeno, monóxido de carbono, cianuro de hidrógeno, gases nitrosos, etc.). Los materiales termoplásticos se funden durante la combustión, después se fluidifican y, según su ubicación, (p. ej., si se encuen- tran en o sobre un techo) producen goteo en la zona de combus- tión y pueden provocar la ignición de los materiales combustibles que se encuentran debajo de ellos.
La optimización de las características de combustión es un problema complejo y un “tema clave” de la química de los plásticos. Los agentes ignífugos inhiben la combustibilidad, la igni- ción es más lenta, la velocidad de combustión disminuye y la propagación de la llama se hace más lenta pero, por otro lado, aumentan la cantidad y densidad del humo y la mezcla de gas producida es más tóxica.
El caucho natural se utiliza en la industria del mismo nombre como materia prima, y se somete a un proceso de vulcanización. Los cauchos artificiales, cuya estructura es similar a la del caucho natural, son polímeros y copolímeros del butadieno.
El uso de los productos plásticos y del caucho es cada vez más frecuente en todos los campos de la vida cotidiana. La gran variedad y las excelentes propiedades técnicas de estos mate- riales permiten su aplicación a áreas tan diversas como estruc- turas de edificios, mobiliario, ropas, mercancías y piezas para vehículos y maquinaria.
Normalmente, los plásticos y el caucho, al igual que los materiales orgánicos, se consideran materiales combustibles. Para analizar su comportamiento en un incendio se utilizan una serie de parámetros que pueden determinarse con métodos espe- ciales. Teniendo en cuenta esos parámetros (combustibilidad, capacidad de ignición, capacidad de producción de humos, propensión a la producción de gases tóxicos y al goteo en la combustión), se definen sus ámbitos de aplicación y se establecen las condiciones de seguridad necesarias frente a incendios.
En muchos casos, la temperatura de ignición de los plásticos es superior a la de la madera u otros materiales, pero la mayoría de las veces éstos entran en ignición con mayor facilidad y su combustión se realiza con más rapidez e intensidad. Los incen- dios de materiales plásticos suelen ir acompañados de un desagradable fenómeno de liberación de grandes cantidades de un humo muy denso que puede limitar fuertemente la visibilidad y dar lugar a gases tóxicos (ácido clorhídrico, fosgeno, monóxido de carbono, cianuro de hidrógeno, gases nitrosos, etc.). Los materiales termoplásticos se funden durante la combustión, después se fluidifican y, según su ubicación, (p. ej., si se encuen- tran en o sobre un techo) producen goteo en la zona de combus- tión y pueden provocar la ignición de los materiales combustibles que se encuentran debajo de ellos.
La optimización de las características de combustión es un problema complejo y un “tema clave” de la química de los plásticos. Los agentes ignífugos inhiben la combustibilidad, la igni- ción es más lenta, la velocidad de combustión disminuye y la propagación de la llama se hace más lenta pero, por otro lado, aumentan la cantidad y densidad del humo y la mezcla de gas producida es más tóxica.
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