La mayor parte de los bomberos que mueren en incendios fallecen en accidentes de camión o helicóptero, o bien al ser alcanzados por la caída de ramaje, más que por el propio incendio. Claro está que la lucha contra el fuego puede provocar golpes de calor, agotamiento por calor y deshidratación. El golpe de calor consiste en que la temperatura del cuerpo supera los
39,4 °C y puede ocasionar la muerte o daños al cerebro. El monóxido de carbono es otra amenaza, particularmente en fuegos sin llama. En un estudio sobre 293 bomberos, los investigadores descubrieron que la sangre de 62 de ellos contenía niveles de carboxihemoglobina superiores al máximo admisible, de un 5 %, tras ocho horas en el frente de incendio (Fuller 1991).
39,4 °C y puede ocasionar la muerte o daños al cerebro. El monóxido de carbono es otra amenaza, particularmente en fuegos sin llama. En un estudio sobre 293 bomberos, los investigadores descubrieron que la sangre de 62 de ellos contenía niveles de carboxihemoglobina superiores al máximo admisible, de un 5 %, tras ocho horas en el frente de incendio (Fuller 1991).
No hay comentarios:
Publicar un comentario