Para seleccionar el mejor método de muestreo, en primer lugar debe determinarse que existen métodos validados para los contaminantes en estudio y comprobarse que se dispone de los instrumentos  y  materiales  apropiados  para  recoger  y  analizar  el contaminante. Generalmente es necesario saber cuál será el coste y la sensibilidad requerida para el trabajo, así como conocer los elementos  que  pueden  interferir  en  la  determinación,  depen- diendo del método escogido.
La  estimación  de  las  concentraciones  mínimas  de  lo  que  se espera medir resulta muy útil al evaluar el método utilizado para analizar  la  muestra.  La  concentración  mínima  requerida  está directamente relacionada con la cantidad de contaminante que puede recogerse considerando las condiciones especificadas por el método empleado (es decir, el tipo de sistema utilizado para tomar  la  muestra,  o  la  duración  de  la  toma  de  muestras  y  el volumen  de  aire  muestreado).  Tal  cantidad  mínima  es  la  que determina la sensibilidad requerida del método utilizado para el análisis; puede calcularse a partir de datos de referencia publicados para un contaminante o grupo de contaminantes específico,  siempre  que  estos  datos  se  hayan  obtenido  mediante  un método similar al que se va a utilizar. Por ejemplo, si en el área en  estudio  se  encuentran  generalmente  concentraciones  de hidrocarburos  de  30  (g/m3),  el  método  analítico  empleado debe  permitir  la  determinación  de  estas  concentraciones  sin dificultad. Si la muestra se obtiene con un tubo de carbón acti- vado  durante  cuatro  horas  y  con  un  flujo  de  0,5  litros  por minuto, la cantidad de hidrocarburos recogida en la muestra se calcula  multiplicando  el  flujo  de  la  sustancia  por  el  período de tiempo de monitorización. En el ejemplo anterior, esto equivale a:

 
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