domingo, 27 de marzo de 2011

Técnicas de determinación (I)

Los métodos disponibles para tomar muestras del aire interior para su análisis pueden agruparse en dos tipos: métodos basados en una lectura directa y métodos en los que se toman muestras para un posterior análisis.
Los métodos basados en una lectura directa son aquellos en los que la toma de la muestra y la determinación de la concentración de contaminantes se realizan de forma simultánea; son rápidos y las determinaciones son instantáneas, por lo que proporcionan datos precisos a un coste relativamente bajo. Entre estos métodos se incluyen los tubos colorimétricos y los monitores específicos.
El uso de tubos colorimétricos se basa en el cambio de color de un reactivo específico al entrar en contacto con un contami- nante concreto. Los más utilizados son los tubos que contienen un reactivo sólido, por los que se hace pasar el aire mediante una bomba manual. La valoración de la calidad en el aire inte- rior con tubos colorimétricos sólo es útil para determinaciones de exploración y para determinar emisiones esporádicas, ya que su sensibilidad suele ser baja, salvo para algunos contaminantes como el CO y el CO2, que pueden estar presentes a concentraciones elevadas en el aire interior. Es importante tener en cuenta que la precisión de este método es baja y que a menudo existen interferencias por contaminantes que no están siendo investigados.
En el caso de los monitores específicos, la detección de contaminantes se basa en principios físicos, eléctricos, térmicos, electromagnéticos y quimioelectromagnéticos. La mayoría de los monitores de este tipo pueden utilizarse para realizar determina- ciones de corta o larga duración y obtener un perfil de contaminación en un lugar concreto. Su precisión viene determinada por sus respectivos fabricantes, y su uso correcto requiere calibraciones periódicas mediante atmósferas controladas o mezclas de gas certificadas. La precisión y la sensibilidad de los monitores es cada vez mayor. Muchos de ellos poseen memoria interna para almacenar las lecturas, que posteriormente pueden transferirse a ordenadores para la creación de bases de datos y para una organización y recuperación sencilla de los resultados. Los métodos de toma de muestras y los análisis pueden clasificarse en activos (o dinámicos) y pasivos, dependiendo de la técnica.

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