Uno de los métodos más eficaces para localizar la fuente del ruido consiste en medir su espectro de frecuencias. Una vez medidos los datos, es muy útil representar gráficamente los resultados de modo que puedan visualizarse las características de dicha fuente. En la mayoría de los problemas de supresión del ruido, las mediciones pueden realizarse utilizando filtros de octava o de tercio de octava con el sonómetro. La ventaja de la medición a un tercios de octava es que proporciona información más detallada acerca de lo que emite un equipo concreto. La Figura 47.4 presenta una comparación entre mediciones en octavas y tercios de octava realizadas cerca de una bomba de nueve pistones. Tal como se observa, los datos en tercios de octava identifican claramente la frecuencia de bombeo y muchos de sus armónicos. Si sólo se utilizan datos en octavas, represen- tados por la línea más densa y trazados para la frecuencia central de cada banda en la Figura 47.4, resulta más difícil diag- nosticar lo que ocurre dentro de la bomba. Con datos en octavas hay un total de nueve puntos de datos entre 25 hertzios (Hz) y 10.000 Hz, como ilustra esta figura. Sin embargo, hay un total de 27 puntos de datos en esta gama de frecuencias con la utiliza- ción de las medidas en tercios de octava. Evidentemente, los datos en tercios de octava proporcionarán más datos útiles para identificar la causa de un ruido. Esta información es decisiva si el objetivo es controlar el ruido en origen. Si lo único que inte- resa es tratar la vía por la que se transmiten las ondas sonoras, entonces serán suficientes los datos en octavas a los efectos de elegir productos o materiales acústicamente apropiados.
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