Los halones 1301, 1211 y 2402 están clasificados como sustancias que destruyen la capa de ozono. En 1994 se ha abandonado la producción de estos agentes de extinción de acuerdo con lo estipulado en el Protocolo de Montreal, acuerdo internacional para proteger la capa de ozono de la Tierra. El halón 1301 se utilizaba principalmente en sistemas contra incendios fijos y se almacenaba como gas licuado y comprimido en depósitos a presión como los utilizados para el dióxido de carbono. La ventaja del halón 1301 era que sus presiones de almacenamiento eran inferiores y que una concentración muy baja proporcionaba una capacidad de extinción efectiva. Los sistemas de halón 1301 se utilizaban con éxito para incendios en recintos totalmente cerrados donde la concentración de extinción alcanzada puede mantenerse durante un período suficiente de tiempo como para extinguir el incendio. En la mayoría de los casos las concentraciones utilizadas no suponían una amenaza inmediata para los ocupantes. El halón 1301 se sigue utilizando en casos excepcionales para los que no existen alternativas aceptables como, por ejemplo, en incendios en aviones comerciales y militares y en algunos casos especiales en los que se necesitan concentraciones de inertización para evitar explosiones en zonas con ocupantes. El halón de los sistemas exis- tentes ya sustituidos deberá utilizarse para aplicaciones críticas, evitando así tener que seguir produciendo estos productos de extinción que son nocivos para el medio ambiente y se ayudará a proteger la capa de ozono.
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