martes, 12 de julio de 2011

Efectos psicosociales

La aparición de problemas psicológicos crónicos más o menos graves después de haber sufrido traumas está firmemente estable- cida y ha sido estudiada sobre todo en poblaciones sometidas a catástrofes ambientales como inundaciones, erupciones volcánicas y terremotos. El estrés postraumático es una afección grave, duradera e incapacitadora (APA 1994).
La mayoría de nuestros conocimientos sobre los problemas psicológicos y el estrés provocados por accidentes de radiación proceden de los estudios realizados tras el accidente de Three

Mile Island. En el año que siguió al accidente, se observaron efectos psicológicos inmediatos en la población expuesta, en particular las madres de niños pequeños mostraron mayor sensi- bilidad, ansiedad y depresión (Bromet y cols. 1982). Además, se detectaron más problemas de depresión y ansiedad en los traba- jadores de la central que en los de otra central de energía
(Bromet y cols. 1982). En los años siguientes (es decir, tras la reapertura de la central), alrededor de una cuarta parte de la población estudiada presentó problemas psicológicos relativa- mente importantes. No se observaron diferencias en la frecuencia de los problemas psicológicos entre el resto de la población estudiada y las poblaciones de control (Dew y Bromet 1993). Los problemas psicológicos fueron más frecuentes en las personas que vivían cerca de la central y no disponían de una red de apoyo social, las que tenían un historial anterior de problemas psiquiátricos o las que habían desalojado sus casas en el momento del accidente (Baum, Cohen y Hall 1993).
También se están realizando estudios sobre las poblaciones expuestas al accidente de Chernóbil: el estrés parece ser un aspecto importante de salud pública (por ejemplo, trabajadores de la limpieza y de socorro, y personas que viven en una zona contaminada). Ahora bien, todavía no hay datos fiables sobre la naturaleza, la gravedad, la frecuencia y la distribución de los problemas psicológicos entre las poblaciones objetivo. Entre los factores que deben tenerse en cuenta al evaluar las consecuencias psicológicas y sociales del accidente sobre los habitantes de áreas contaminadas se encuentran las duras condiciones socioeconómicas existentes, la diversidad de los sistemas de compensación disponibles, los efectos de la evacuación y el reasentamiento
(unas 100.000 personas se reinstalaron en los años posteriores al accidente) y los efectos del descenso de la calidad de vida
(por ejemplo, modificación de la alimentación).

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