jueves, 8 de marzo de 2012

MEDIDAS DE SEGURIDAD EN AREAS AGRARIAS CONTAMINADAS POR RADIONUCLIDOS: LA EXPERIENCIA DE CHERNOBIL (IV)

Al trabajar en tierras agrícolas contaminadas por radionú- clidos, puede producirse absorción física de radionúclidos por inhalación y contacto con el polvo del suelo y con los cultivos. Aquí, son extremadamente peligrosos los emisores de partículas tanto beta (estroncio 90) como alfa.
Como resultado de los accidentes en centrales nucleares, parte de los materiales radiactivos que se incorporan al medio ambiente son partículas del combustible del reactor muy activas
y de baja dispersión: “partículas calientes”.
Durante las tareas agrarias y en períodos de viento, se generan grandes cantidades de polvo con partículas calientes. Esta circunstancia se ha visto confirmada por los resultados de las investigaciones realizadas sobre los filtros de aire de tractores que trabajaban en tierras contaminadas.
La evaluación de la dosis en los pulmones de los trabajadores agrarios expuestos a partículas calientes puso de manifiesto que, fuera de la zona de los 30 km, ésta ascendía a varios milisieverts
(Loshchilov y cols. 1993).
Según los datos de Bruk y cols. (1989), la actividad total de cesio 137 y cesio 134 en el polvo inhalado por personas que trabajaban con máquinas fue de entre 0,005 y 1,5 nCi/m3. De acuerdo con sus cálculos, la dosis efectiva en los pulmones variaba de 2 a 70 cSv en el período total de trabajo.
Se estableció una relación entre la cantidad de contaminación por cesio 137 del suelo y la radiactividad del aire en la zona de trabajo. Según los datos del Instituto de salud en el trabajo de Kiev, cuando la contaminación del suelo por cesio 137 estaba comprendida entre 7,0 y 30,0 Ci/km2, la radiactividad del aire de la zona alcanzaba los 13,0 Bq/m3. En las zonas de control, donde la densidad de la contaminación era de 0,23 a 0,61 Ci/km3, la radiactividad del aire en la zona de trabajo variaba entre 0,1 y 1,0 Bq/m3 (Krasnyuk, Chernyuk y Stezhka 1993).
Los análisis médicos de los operadores de máquinas agrícolas en las zonas “limpias” y en las contaminadas pusieron de mani- fiesto un aumento de las afecciones cardiovasculares en estos últimos, en forma de cardiopatía isquémica y de distonía neuro- circulatoria. Entre otros trastornos, se registró una mayor frecuencia de displasia de la glándula tiroides y un mayor nivel de monocitos en sangre.

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