Para determinar el alcance de la violencia en el lugar de trabajo, ante la ausencia de datos fiables, se ha tratado de efectuar extrapolaciones tanto de los datos estadísticos disponibles (por ejemplo, certificados de fallecimiento, denuncias penales y sistemas de indemnización de los trabajadores), como de encuestas elaboradas con ese fin. De este modo, de acuerdo con la National Crime Victimization Survey de Estados Unidos, cerca de un millón de trabajadores estadounidenses (la pobla- ción activa total es de 110 millones) son objeto de agresiones en el lugar de trabajo cada año (Bachman 1994). En una encuesta telefónica realizada en 1993 entre 600 trabajadores estadounidenses a tiempo completo (excluidos los trabajadores autónomos
y el personal militar), uno de cada cuatro encuestados afirmó haber sido víctima de algún tipo de violencia en el lugar de trabajo durante el año en cuestión: un 19 % habían sido objeto de acoso, un 7 % habían recibido amenazas y el 3 % habían sido objeto de agresiones físicas. Los responsables del estudio consta- taron además que el 68 % de las víctimas de acoso, el 43 % de las amenazadas y el 24 % de las agredidas no habían denun- ciado los incidentes (Lawless 1993).
Una encuesta parecida realizada entre trabajadores del National Health Service del Reino Unido reveló que, durante el año anterior, el 0,5 % tuvieron que recibir tratamiento médico tras sufrir una agresión física durante el desempeño del trabajo; el 11 % sufrieron lesiones leves que requirieron sólo primeros auxilios; entre un4%y un6% fueron amenazados por personas que empuñaban un arma mortal, y un 17 % recibieron amenazas verbales. La violencia fue un problema especialmente importante para el personal de urgencias de ambulancias y departamentos de accidentes, para el personal de enfermería y los trabajadores a cargo de pacientes con trastornos psicológicos (Health Services Advisory Committee 1987). El riesgo de que los trabajadores sanitarios se enfrenten a situaciones de violencia se ha convertido en una característica del trabajo diario de los servicios de asistencia sanitaria primaria y de los departamentos de accidentes y de urgencias (Shepherd, 1994).
No hay comentarios:
Publicar un comentario