viernes, 14 de diciembre de 2012

Microorganismos asociados a la calidad del aire interior y sus efectos sobre la salud (II)

Los hongos de transmisión aérea son mucho más importantes que las bacterias como causas de enfermedad alérgica, aunque parece que, al menos en Europa, los alergenos micóticos son menos importantes que los del polen, los ácaros del polvo de las casas y el detritus animal. Muchos tipos de hongos han demos- trado ser alergénicos. En la Tabla 44.14 se muestran algunos de los hongos presentes en el aire interior citados con mayor



Tabla 44.14    Ejemplos de tipos de hongos en el aire
Alternaria
Geotrichum
Serpula
Aspergillus
Mucor
Stachybotrys
Cladosporium
Penicillium
Stemphylium/Ulocladium
Eurotium
Rhizopus
Wallemia
Fusarium
Rhodotorula/Sporobolomyces


 
interior que pueden causar rinitis o asma.



frecuencia como causa de rinitis y asma. Las especies de Eurotium
y otros mohos extremadamente xerófilos del polvo de casa probablemente sean más importantes como causas de rinitis y asma de lo que se había considerado anteriormente. La derma- titis alérgica debida a hongos es mucho menos frecuente que la rinitis/asma, y en ella se ha implicado a organismos como Alter- naria, Aspergillus y Cladosporium. Los casos de AAE, relativamente raros, se han atribuido a diversos hongos, desde la levadura Sporobolomyces al macrohongo pudridor de la madera, Serpula
(Tabla 44.15). Generalmente se considera que el desarrollo de síntomas de AAE en una persona requiere una exposición a, como mínimo, un millón (probablemente, unos cien millones) de esporas con alergenos por metro cúbico de aire. Tales niveles de contaminación sólo es probable que existan en edificios en los que hay un crecimiento micótico intenso.
Como se comentó anteriormente, la inhalación de esporas de especies tóxicas supone un riesgo potencial (Sorenson 1989; Miller 1993). No son sólo las esporas de Stachybotrys las que contienen concentraciones elevadas de micotoxinas. También las esporas de este moho, que crece en el papel de pared y en otros sustratos de celulosa en edificios húmedos y que también es alergénico, contienen micotoxinas extremadamente potentes; otros mohos tóxicos que se encuentran presentes con mayor frecuencia en el aire interior son Aspergillus (especial- mente A. versicolor), Penicillium (por ejemplo, P. aurantiogriseum y
P. viridicatum) y Trichoderma. Los datos experimentales indican que diversas micotoxinas de las esporas de estos mohos son inmunosupresoras y que inhiben intensamente los procesos de depuración y otras funciones de los macrófagos pulmonares fundamentales para la salud del aparato respiratorio
(Sorenson 1989).

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