La retención de agua en los tejidos, muchas veces confundida con la absorción de vapor, obedece a reglas diferentes. El agua libre se une débilmente a los tejidos y se difunde en todas las direcciones
a través de capilares. Es un proceso conocido como “mecha”. La transferencia de líquido de una capa a otra tiene lugar sólo en tejidos húmedos y bajo presión. La ropa puede humedecerse por el sudor no evaporado (superfluo) que se absorbe de la piel. El contenido de líquido de un tejido puede ser elevado y su evaporación posterior pone en peligro el equilibrio térmico. Suele ocurrir durante los períodos de descanso después de un trabajo intenso y se conoce como enfriamiento tardío. La capacidad de retención de líquido de los tejidos depende más de la construc- ción del tejido que de la capacidad de absorción de la fibra, y en la práctica es normalmente suficiente con que absorba el sudor superfluo.
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