Trabajadores y supervisores deben estar preparados para detectar el aumento de la tensión y la inquietud y para devolver la calma con métodos no violentos. Los ejercicios de rol pueden ayudar a los trabajadores a tratar con individuos excesivamente agresivos u ofensivos evitando la provocación. En ciertas situaciones, es acon- sejable formar a los trabajadores en materia de defensa personal, auque se corre el peligro de que fomente en ellos un grado de autoconfianza que les lleve a retrasar la petición de socorro o incluso a no hacerlo en absoluto
Los guardias de seguridad, el personal de instituciones psiquiá- tricas o penitenciarias y otras personas con una gran probabilidad de tratar con individuos físicamente violentos, deben estar preparados para calmarlos y contenerlos con un riesgo mínimo de lesiones a terceros o a ellos mismos (SEUI 1995). Sin embargo, de acuerdo con Unison (1991), la formación nunca puede sustituir a una adecuada organización del trabajo y a una seguridad correcta.
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