miércoles, 22 de octubre de 2014

Riesgo

La medición del riesgo debe efectuarse en función de la informa- ción relativa al número y la gravedad de las lesiones sufridas en el pasado, lo que ofrece una estimación retrospectiva. Hay dos tipos de datos que permiten definir los riesgos de lesiones que corren las personas:

martes, 21 de octubre de 2014

CONCEPTOS DEL ANALISIS DE ACCIDENTES

El presente artículo pretende ser una guía para calcular la magnitud del problema de los accidentes, más que una mera descripción de la misma. En los accidentes laborales puede estimarse de formas diferentes, en función de si lo que se desea es averiguar la magnitud que ha tenido el problema o la que tendrá en el futuro. (Puede pensarse que esta distinción es innecesaria, pues el conocimiento del alcance actual de un problema servirá para indicar cuál tendrá en el futuro). La magnitud de un problema, así como sus diferentes tipos, varía según los países, los sectores y los lugares de trabajo.
Un accidente puede definirse como el resultado de una cadena de acontecimientos en la que algo ha funcionado mal y no ha llegado a buen término. Se ha demostrado que la inter- vención humana puede evitar que se produzcan las lesiones y los daños a que conduciría esa cadena de sucesos. Ahora bien, si tenemos en cuenta la intervención humana, podemos concluir que hay muchas más cadenas de acontecimientos potencial- mente peligrosas de las que llegan realmente a producir lesiones. Ha de tenerse esto en cuenta al evaluar en toda su extensión los riesgos existentes en los lugares de trabajo. La asunción de que los acontecimientos que acaban produciendo lesiones se deben a ciertos factores existentes en los lugares de trabajo, lleva a concluir que la magnitud del problema debe determinarse en función de la existencia y frecuencia de tales factores.
En el caso de los accidentes de trabajo, la magnitud del problema puede estimarse retrocediendo en el tiempo y compa- rando el número de accidentes (tasa de incidencia) con su gravedad (jornadas de trabajo perdidas). Sin embargo, si se pretende realizar un cálculo prospectivo, habrá que evaluar la presencia de factores de riesgo en el lugar de trabajo, es decir, de aquéllos que puedan dar lugar a accidentes.
Puede obtenerse una visión completa y precisa de la situación de los accidentes en el lugar de trabajo mediante la aplicación de un sistema global de partes y registros. El análisis de partes de accidente bien elaborados puede facilitar el conocimiento de las relaciones básicas esenciales para comprender sus causas. La determinación de los factores de riesgo es fundamental para estimar con precisión la magnitud del problema. Es posible llegar a conocer los factores de riesgo más importantes anali- zando la información detallada que ofrece cada parte relativa a la situación de los trabajadores y los operarios en el momento del accidente, lo que estaban haciendo y manipulando, los medios que utilizaban, los daños y lesiones producidas y otras cuestiones afines.

lunes, 20 de octubre de 2014

PREVENCION DE ACCIDENTES (III)

Tradicionalmente, la prevención se ha basado en el aprendi- zaje a partir de los accidentes y cuasiaccidentes. Al investigarlos por separado, conocemos sus causas y podemos adoptar medidas para reducirlas o erradicarlas. El problema es que, en ausencia de teorías apropiadas, no hemos sido capaces de elaborar métodos de investigación que permitan manejar todos los factores importantes para la prevención. Un estudio puede ofrecer una visión bastante aproximada de las causas, pero siempre estará limitado al caso específico examinado. Es posible que existan condiciones y factores que han intervenido en el accidente y cuyas conexiones desconocen o no comprenden los investigadores. La generalización de las conclusiones de un acci- dente a otras situaciones conlleva un cierto riesgo.
Desde un punto de vista más positivo, cabe destacar que se ha avanzado considerablemente en el área de la gestión de la segu- ridad basada en la predicción. Se han desarrollado varias técnicas que se han convertido en un elemento rutinario del análisis de riesgo y seguridad industrial. A partir de ellas pueden estudiarse los centros de producción industrial de forma sistemá- tica para determinar posibles peligros y emprender las acciones preventivas adecuadas.
Los sectores químico y petroquímico sobresalen en este campo en todo el mundo. Como consecuencia de grandes catás- trofes, como las de Bhopal o Chernóbil, se ha generalizado la utilización de nuevas técnicas de predicción. El avance en materia de seguridad ha sido notable desde mediados del decenio de 1970. Asimismo, numerosos gobiernos se han desta- cado por hacer obligatorios los análisis de seguridad. Suecia, Finlandia, Japón y la República Federal de Alemania han redu- cido sus tasas de accidentes de trabajo mortales entre un 60 y un 70 % en este período. Muchos otros países registran resultados similares. El reto actual es llevar a la práctica los conocimientos alcanzados a partir de la investigación y en perfeccionar las iniciativas preventivas.
Uno de los nuevos avances en la gestión de la seguridad es el concepto de cultura de la seguridad. Tal vez sea de difícil aprehensión, ya que la cultura no es una entidad tangible. Se trata de un concepto abstracto admitido en el seno de una orga- nización o una sociedad. No hay formas directas de ajustarlo. Con todo, es crucial para comprender las posibilidades de la prevención. Uno de los objetivos de este artículo es analizar este nuevo concepto.
La presente edición de la Enciclopedia ofrece una revisión exhaustiva de las teorías y los modelos de prevención de acci- dentes, con el fin de desarrollar estrategias preventivas mejor elaboradas y más eficaces. Los accidentes de trabajo pueden evitarse. No debemos tolerar esta carga innecesaria para nuestro bienestar y nuestra economía.


domingo, 19 de octubre de 2014

PREVENCION DE ACCIDENTES (II)

Cualquier usuario de estas ruidosas, vibrantes y, desde luego, afiladas herramientas sabe por experiencia que son muy peli- grosas; de ahí la extrema precaución con que la usan los princi- piantes. Con todo, tras muchas horas de trabajo, los operarios van perdiendo la conciencia del peligro y comienzan a utilizar la sierra con menos cuidado. Algo similar sucede con el dispositivo antirretroceso. Los trabajadores que saben que es posible que se produzca ese movimiento tratan de evitarlo, y al contar con un mecanismo de protección se vuelven menos cautelosos. La industria forestal, otro sector en el que se utilizan las sierras mecánicas de cadena, los estudios han demostrado que la protección de las piernas reduce la precaución de los trabaja- dores, quienes se exponen con mayor frecuencia a los retrocesos, ya que se creen a salvo.
A pesar de que la protección antirretroceso ha ayudado a prevenir lesiones, el mecanismo es incierto. Aunque resulta eficaz desde el punto de vista de la protección, no existe un análisis definitivo que garantice que sus efectos corren parejos con la seguridad. Se dan dos condiciones que aumentan ésta: el dispositivo antirretroceso y el protector de piernas, pero no significa que la dupliquen. La lógica aritmética de “uno más uno igual a dos” (1  1 = 2) no es aplicable en este caso, ya que uno y son más que cero en ciertas ocasiones. En otras, por el contrario, la suma puede llegar a ser negativa.
Se trata de fenómenos que los profesionales de la seguridad han comenzado a comprender mejor que antes. La división uno pueden ser menos que dos. Por fortuna, uno más uno (1  1)simple de comportamientos y condiciones en seguros e inseguros no permite avanzar mucho en el camino de la prevención. La confianza en cuanto al progreso ha de ponerse en la gestión de sistemas. Si entendemos que las personas, sus tareas, sus equipos y el entorno componen un sistema dinámico, habremos avan- zado considerablemente en la prevención de accidentes. Los ejemplos siguientes ponen de relieve la naturaleza dinámica de las personas y el trabajo. Si se modifica un componente, los otros no se mantienen inalterados y el efecto definitivo sobre la segu- ridad resulta difícil de prever.
En la aviación y en otros sistemas donde la ingeniería y auto- matización son elevadas, se ha observado que un aumento de ésta no genera necesariamente una mejora de la seguridad. Por ejemplo, puede que los operarios no consigan la práctica sufi- ciente para mantener su nivel de cualificación, y cuando se exige su intervención, es posible que carezcan de la competencia o la capacidad necesarias.
Algunos fabricantes de papel han señalado que los trabaja- dores más jóvenes no comprenden las funciones de las máquinas tan bien como los de más edad, quienes han trabajado con máquinas no automáticas y han visto cómo funcionan. Los nuevos equipos automáticos se manejan desde salas de control a través de teclados y pantallas informáticos. Los trabajadores ignoran la localización exacta de cada uno de los componentes de los aparatos que utilizan, por lo que pueden colocar alguno de ellos en una situación que, por ejemplo, constituya un peligro para el personal de mantenimiento que trabaja en su proxi- midad. Una mejora técnica de la maquinaria o los controles que no vaya acompañada de un perfeccionamiento simultáneo de las cualificaciones, los conocimientos y los valores de los operarios es posible que no mejore la seguridad.

sábado, 18 de octubre de 2014

PREVENCION DE ACCIDENTES (I)

De acuerdo con las estadísticas de la Oficina Internacional del Trabajo, se producen cada año 120 millones de accidentes labo- rales en los lugares de trabajo de todo el mundo. De éstos, en 210.000 se registran fallecimientos. Cada día, más de 500 hombres y mujeres no regresan a sus hogares víctimas de este tipo de accidentes mortales. Son cifras escalofriantes que apenas interesan a la opinión pública. Habida cuenta del precio tan elevado que los accidentes suponen para los países, las empresas y las personas, su difusión pública es más bien limitada.
Por fortuna, hay personas que trabajan, conscientes del fin perseguido y a menudo entre bastidores, para mejorar la comprensión y la gestión de la seguridad y la prevención de acci- dentes, y sus esfuerzos no han sido en vano. Nuestros conocimientos en este terreno son más amplios que nunca. Muchos investigadores y profesionales de prestigio mundial en materia de seguridad comparten con nosotros estos nuevos conoci- mientos en los artículos de la presente Enciclopedia. En los últimos veinte decenios, el conocimiento de los accidentes ha evolucio- nado considerablemente. Atrás ha quedado el modelo simplista que dividía el comportamiento y las condiciones en dos catego- rías: seguros o inseguros. La creencia firme en que toda actividad puede clasificarse en uno de estos dos apartados ha ido dejando paso a otros modelos sistemáticos más elaborados cuya eficacia en la gestión de la seguridad está comprobada.
Es importante subrayar que dos condiciones que son seguras por separado, pueden no serlo juntas. Los trabajadores consti- tuyen el nexo de unión, ya que su comportamiento varía según su entorno y su medio físico. Por ejemplo, las sierras mecánicas provocaron numerosos accidentes cuando comenzaron a utili- zarse en el decenio de 1960, debido a un movimiento peligroso conocido como “retroceso”, que coge por sorpresa al operario cuando los dientes articulados de la herramienta tropiezan con una rama, un nudo o un punto de mayor dureza en la madera. Fue el causante de cientos de muertes y lesiones antes del invento de un mecanismo de protección. Cuando Suecia adoptó disposiciones que exigían su instalación, el número de lesiones se redujo de 2.600 en 1971 a 1.700 en 1972, lo cual supuso un enorme avance en la prevención de accidentes provocados por la utilización de sierras mecánicas.

viernes, 17 de octubre de 2014

Fuentes de contaminación atmosférica

Existen también fuentes naturales de contaminación (p. ej., zonas erosionadas, volcanes, ciertas plantas que liberan grandes cantidades de polen, focos bacteriológicos, esporas o virus). Los agentes físicos, biológicos y vegetales no serán analizados en este artículo.

jueves, 16 de octubre de 2014

Fuentes de contaminación atmosférica - móviles

móviles: como los vehículos con motor de combustión (p. ej., vehículos ligeros con motor de gasolina, vehículos pesados y ligeros con motor diesel, motocicletas, aviones incluyendo fuentes lineales con emisión de gases y partículas del conjunto del tráfico de vehículos).

miércoles, 15 de octubre de 2014

Fuentes de contaminación atmosférica - estáticas

Las fuentes antropogénicas de contaminación atmosférica (o fuentes emisoras) son básicamente de dos tipos:
estáticas: a su vez pueden subdividirse en fuentes zonales
(producción agrícola, minas y canteras, zonas industriales), fuentes localizadas y zonales (fábricas de productos químicos, productos minerales no metálicos, industrias básicas de metales, centrales de generación de energía) y fuentes municipales (p. ej., calefacción de viviendas y edificios, incineradoras de residuos municipales y fangos cloacales, chimeneas, cocinas, servicios de lavandería y plantas de depuración),

martes, 14 de octubre de 2014

GESTION DE LA CONTAMINACION • ATMOSFERICA

La gestión de la contaminación atmosférica pretende la elimina- ción, o la reducción hasta niveles aceptables, de aquellos agentes
(gases, partículas en suspensión, elementos físicos y hasta cierto punto agentes biológicos) cuya presencia en la atmósfera puede ocasionar efectos adversos en la salud de las personas (p. ej., irri- tación, aumento de la incidencia o prevalencia de enfermedades respiratorias, morbilidad, cáncer, exceso de mortalidad) o en su bienestar (p. ej., efectos sensoriales, interferencias con la visibi- lidad), efectos perjudiciales sobre la vida de las plantas y de los animales, daños a materiales de valor económico para la sociedad y daños al medio ambiente (p. ej., modificaciones climatológicas). Los graves riesgos asociados a los contaminantes radiactivos, así como los procedimientos especiales para su control y evacuación, exigen que se les preste la mayor atención.
La importancia de una gestión eficiente de la contaminación atmosférica no puede ser subestimada. A no ser que se lleve a cabo un control adecuado, la multiplicación de las fuentes conta- minantes del mundo moderno puede llegar a producir daños irreparables para el medio ambiente y para toda la humanidad. El objetivo de este artículo es ofrecer una visión general de las posibles estrategias para controlar la contaminación atmosférica, particularmente la producida por las emisiones de vehículos y fuentes industriales. No obstante, debe insistirse desde el prin- cipio en que la contaminación del aire interior (especialmente en los países en vías de desarrollo) puede revestir una importancia aún mayor que la contaminación del aire exterior, ya que los contaminantes atmosféricos alcanzan con frecuencia concentraciones mayores en espacios cerrados que al aire libre.
Al margen de las consideraciones referentes a emisiones de fuentes estáticas o móviles, el control de la contaminación atmosférica exige también tener en cuenta otros factores (como la topografía y la meteorología, la participación del gobierno y de los municipios, etc.) que deben ser integrados en un programa global. Por ejemplo, las condiciones meteorológicas pueden agravar los efectos de una misma emisión de contami- nantes a nivel del suelo. Por su parte, las fuentes de contamina- ción atmosférica pueden estar diseminadas por toda una región y sus efectos pueden incidir, o su control debe involucrar, a más de una administración. Además, la contaminación atmosférica no respeta fronteras y las emisiones en una región pueden provocar efectos en otra situada a gran distancia.
La gestión de la contaminación atmosférica exige, por tanto, un planteamiento multidisciplinario, así como los esfuerzos conjuntos de diferentes entidades, tanto públicas como privadas.

lunes, 13 de octubre de 2014

Del control a la prevención de la contaminación

El control de las fuentes emisoras conlleva el riesgo de transferir la contaminación de un medio a otro, donde pueden causar problemas ambientales igual de graves, o incluso acabar actuando como fuente indirecta de contaminación para el mismo medio. Aunque menos caro que las acciones correctoras, el control de las fuentes emisoras puede aumentar considerablemente los costes de los procesos de producción sin añadir valor alguno. Asimismo, este tipo de controles conllevan unos costes adicionales derivados del obligado cumplimiento de la normativa vigente.
Aunque el control de la contaminación ha logrado éxitos considerables en la resolución a corto plazo de problemas de contaminación de ámbito local, su eficacia ha sido menor para solucionar los problemas acumulativos que se detectan cada vez más a nivel regional (p. ej., lluvia ácida) o mundial (p. ej., destrucción de la capa de ozono).
El objetivo de un programa de control de la contaminación ambiental orientado a la salud es promover una mejor calidad de vida reduciendo la contaminación al menor nivel posible. Los programas y políticas de control de la contaminación ambiental, cuyas implicaciones y prioridades varían de un país a otro, abarcan todos los aspectos de la contaminación (aire, agua, tierra, etc.) y requieren la coordinación entre distintas áreas, como desarrollo industrial, planificación urbanística, desarrollo de recursos hídricos y políticas de transporte.
Thomas Tseng, Victor Shantora e Ian Smith han estudiado el caso de los Grandes Lagos de Norteamérica, como ejemplo del impacto en distintos medios que puede tener la contaminación en un ecosistema vulnerable sometido a gran estrés. En este estudio se examina en particular la limitada efectividad del modelo de control de la contaminación aplicado para solucionar el problema de las toxinas permanentes que se disipan en el medio ambiente. El análisis de la estrategia utilizada en este país y sus posibles implicaciones a escala internacional permite determinar sus implicaciones en términos de medidas de preven- ción y control.
Al aumentar el grado de sofisticación y el coste de las tecnolo- gías de control de la contaminación ambiental, ha surgido un creciente interés por incorporar la prevención al diseño de los procesos industriales, con el objetivo de eliminar los efectos nocivos ambientales y mejorar la competitividad de las indus- trias. Entre los métodos de prevención de la contaminación más utilizados, destacan las tecnologías limpias y la reducción del uso de sustancias tóxicas para eliminar los riesgos para la salud de los trabajadores.

David Bennett analiza las razones de que la prevención de la contaminación se esté imponiendo como estrategia preferida, así como su relación con otros métodos de control ambiental. Esta estrategia es fundamental para promover el desarrollo sostenido, una necesidad ampliamente reconocida desde la creación de la Comisión de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas en 1987 y respaldada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) en 1992.
La prevención de la contaminación se centra directamente en la utilización de procesos, prácticas, materiales y fuentes de energía que eviten o reduzcan al mínimo la creación de conta- minantes y residuos en la fuente, en lugar de tener que recurrir a otras medidas de control. Aunque el compromiso de las empresas es un factor crítico para prevenir la contaminación
(véase Environmental Policy de Bringer y Zoesel), Bennett llama la atención sobre las ventajas sociales de la reducción de riesgos para el ecosistema y la salud, especialmente la salud de los traba- jadores. Asimismo, identifica los principios que pueden aplicarse con éxito para evaluar la viabilidad de este enfoque.

domingo, 12 de octubre de 2014

Vínculos con el desarrollo sostenible

Hasta ahora, se han destacado en este artículo breve y superficial- mente algunas de las relaciones pasadas y, en su caso, futuras entre el medio ambiente y la salud y seguridad en el trabajo. No obstante, esta perspectiva puede catalogarse como excesivamente limitada en contraste con el enfoque más global e integral repre- sentado por el concepto de desarrollo sostenible. Este es el concepto clave —aunque no una “fórmula mágica”— subyacente en el proceso preparatorio de negociación y adopción de la deno- minada Agenda XXI, el plan de actuación para el siglo XXI apro- bado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo (CNUMAD), celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992 (véase Robinson 1993). El concepto de desarrollo sostenible ha sido y continuará siendo materia de arduos debates y conflictos, que en parte se han centrado en el aspecto semántico. En el presente artículo, el término desarrollo sostenible se entiende, a la vez, como un objetivo y como un proceso. Como objetivo, el desarrollo sostenible es el que satisface las necesidades de las generaciones presentes y futuras. Como proceso, implica la adopción de políticas en las que se tomen en consideración no sólo los factores económicos, sino también los aspectos sociales y ambientales.
Para que este concepto global funcione correctamente, los factores y aspectos citados se deben abordar sobre la base de análisis y respuestas nuevos. Es preciso que las cuestiones de salud y seguridad en el trabajo se conviertan en un elemento fundamental de la evaluación de las futuras decisiones sobre inversión y desarrollo, desde el lugar de trabajo hasta la negocia- ción de los acuerdos internacionales. Lejos de considerarse un simple coste de explotación adicional, la protección de los traba- jadores debe valorarse como un elemento imprescindible para el logro de unos objetivos económicos, sociales y ambientales que se integran en el desarrollo sostenible. Esto implica la necesidad de valorar y estimar la protección del trabajador como una inver- sión con una tasa de rendimiento potencialmente positiva en el marco de unos proyectos orientados a la satisfacción de unos objetivos económicos, sociales y ambientales. Tampoco la protec- ción de los trabajadores se debe limitar a la protección de las personas en el lugar de trabajo, sino extenderse a las relaciones del trabajo con la salud en general, las condiciones de vida (agua, saneamiento, vivienda, etc.), el transporte, la cultura, etcétera. También implica que el esfuerzo por mejorar la salud y seguridad en el trabajo, lejos de ser un lujo reservado a los países ricos, constituye una condición previa del logro de los objetivos básicos de desarrollo económico y social de las naciones en desarrollo. Como manifestó Michel Hansenne, Director General de la OIT, en su memoria para la Conferencia Internacional del Trabajo de 1990:

sábado, 11 de octubre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (XII)

En todo caso, algunas empresas insisten en que el medio ambiente constituye una responsabilidad exclusiva de la direc- ción y se oponen a la creación tanto de comités paritarios de salud, seguridad y medio ambiente, como de unos comités conjuntos para el medio ambiente. Por el contrario, en otras empresas se ha reconocido la importancia práctica que la actua- ción conjunta de empresarios y trabajadores puede tener para la fijación y satisfacción de unos objetivos adecuados de actuación ambiental. Lejos de limitarse a la observancia de los mandatos legales, en estos objetivos se incluye también la actuación volun- taria para satisfacer las necesidades de las comunidades locales, la competitividad mundial, el marketing ecológico, etc. En los programas y planes voluntarios de actuación ambiental, desarro- llados, dentro de cada empresa o a través de asociaciones sectoriales (como el programa de Atención Responsable de las industrias químicas) se suelen integran expresamente los aspectos ambientales con los de salud y seguridad en el trabajo. Análoga- mente, las normas específicasya menudo voluntarias elaboradas por entidades como la Organización Internacional de Normalización (ISO) también han influido cada vez más en la protección del medio ambiente y de la salud y seguridad en el trabajo.
Los resultados positivos de la colaboración entre las organiza- ciones sindicales y empresariales ha inspirado asimismo diversas asociaciones y alianzas que rebasan los límites del lugar de trabajo en el interés de lograr que todos los interesados en la salud y seguridad y en el medio ambiente participen constructi- vamente en el proceso. En la OIT, este nuevo esfuerzo por extender las relaciones de colaboración más allá de los límites del lugar de trabajo, hacia los grupos activos en las comunidades locales, las ONG interesadas en el medio ambiente y otras instituciones dedicadas a trabajar por la mejora del lugar de trabajo, se ha denominado “colaboración plustripartita”.
Se perfilan en el horizonte nuevos problemas que pueden plantear retos y oportunidades específicos para el establecimiento de unos vínculos más efectivos entre la salud y seguridad en el trabajo y el medio ambiente. La pequeña y mediana empresa y el sector urbano informal se han mostrado especial- mente impermeables a las políticas ambientales y de salud y seguridad en el trabajo. Esto reviste especial significación en relación con las extraordinarias implicaciones de uno de los mayores desafíos que el siglo XXI supondrá para el medio ambiente y el desarrollo: la calidad del agua. Ahora bien, será preciso desarrollar planes de actuación conjunta que permitan comunicar de forma más eficaz los graves riesgos que algunas de las actividades actuales entrañan para los trabajadores y el medio ambiente. No obstante, más allá de estos riesgos, se abren nuevas posibilidades de incrementar la productividad y aumentar los ingresos generados por las actividades tradicionales, así como perspectivas de creación de nuevas actividades lucrativas directa- mente asociadas al medio ambiente. Dados los numerosos vínculos, tanto directos como indirectos, existentes entre el sector estructurado y de la pequeña y mediana empresa y el sector urbano no estructurado, será preciso diseñar políticas innova- doras que canalicen el intercambio de experiencia de forma que contribuya a mejorar la política ambiental y de salud y seguridad en el trabajo. Las organizaciones sindicales y empresariales pueden brindar aportaciones prácticas y positivas a este proceso. Otra fuente emergente de complicaciones es la contaminación atmosférica en interiores. En otro tiempo solía considerarse que las grandes plantas industriales constituían el objetivo prioritario del esfuerzo de superación de las condiciones de trabajo insalu- bres. Hoy en día, por el contrario, se observa un reconocimiento creciente de que en muchos locales comerciales y oficinas se pueden suscitar problemas de salud debidos a la contaminación en interiores. Esta contaminación se asocia al uso creciente de equipo electrónico y sustancias químicas, a la entrada del aire ambiental contaminado, al uso de sistemas cerrados de aire acondicionado y de recirculación del aire y, posiblemente, a una mayor conciencia de los trabajadores producida por la evolución de la realidad sanitaria, caracterizada, por ejemplo, por una mayor frecuencia del asma y las alergias. Es previsible que el esfuerzo por resolver los problemas de la contaminación atmos- férica en interiores se base en una mayor integración de los aspectos ambientales y de salud y seguridad en el trabajo que la existente en el pasado.


viernes, 10 de octubre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (XI)

Si se planifica y se ejecuta correctamente, el actual proceso de liberalización y ajustes estructurales, sobre todo en el sector público, puede dar lugar a una gestión más eficaz de los meca- nismos de protección ambiental y de seguridad e higiene en el trabajo. Sin embargo, existen síntomas preocupantes de que el proceso puede también producir un deterioro de los resultados de la política ambiental y de salud y seguridad en el trabajo si gobiernos, empresarios, trabajadores y opinión pública no conceden la prioridad necesaria a estas cuestiones. Con dema- siada frecuencia, la salud y seguridad en el trabajo y el medio ambiente se consideran cuestiones que pueden abordarse “más tarde”, una vez resueltos los problemas económicos más inmediatos. Sin embargo, la experiencia demuestra que los ahorros a corto plazo pueden generar en el futuro costosas actividades de solución de problemas que habrían podido evitarse hoy con un coste menor. Lejos de considerarse gastos improductivos en el “último eslabón de la cadena”, los gastos en salud y seguridad en el trabajo y en medio ambiente se deben enfocar como inversiones esenciales y productivas desde las perspectivas social, ambiental y económica.
La colaboración entre empresarios y trabajadores en la solu- ción de los problemas de salud y seguridad en el lugar de trabajo tiene una larga tradición y ha demostrado sobradamente su valor. Es de destacar que, en un principio, estas cuestiones se conside- raban de la exclusiva competencia de las empresas. Actualmente, en cambio, como resultado de los ingentes esfuerzos de los agentes sociales, los problemas de salud y seguridad en el trabajo se valoran en la mayoría de los países del mundo como objeto de colaboración bipartita o tripartita. Incluso, en muchos casos se han promulgado medidas legislativas en las que se exige la crea- ción de comités paritarios en este ámbito.
También en este campo se ponen de manifiesto procesos de desarrollo similares entre la salud y seguridad en el trabajo y la gestión del medio ambiente. Cuando los trabajadores y sus orga- nizaciones sindicales empezaron a plantear los problemas de salud y seguridad en el trabajo como cuestiones que les afec- taban directamente, solían ser objeto de descalificación por su presunta falta de conocimientos y de formación técnica para comprender y abordar esas cuestiones. Se han necesitado dece- nios de intensos esfuerzos de los trabajadores y sus sindicatos para que se reconozca su contribución fundamental al conoci- miento y la solución efectiva de estos problemas en el ámbito de la empresa. Los trabajadores tuvieron que insistir en que se trataba de su salud y seguridad y en que tenían derecho a parti- cipar en el proceso de toma de decisiones, además de contribuir con una importante aportación. De modo similar, muchas empresas y organizaciones empresariales han terminado por comprender los beneficios que pueden derivarse de esta colabo- ración. En la actualidad, muchos trabajadores y organizaciones sindicales deben hacer frente a descalificaciones similares de parte de empresas que niegan su capacidad para contribuir a la protección del medio ambiente. Con todo, es preciso reconocer que, también en este campo, un grupo de empresas responsables
y previsoras, pertenecientes a un número limitado de sectores de vanguardia, han sido las primeras en reconocer las capacidades, la experiencia y el enfoque pragmático que los trabajadores pueden aportar al esfuerzo por mejorar el medio ambiente, y en tratar de crear una plantilla cualificada, plenamente motivada, bien informada y comprometida.

jueves, 9 de octubre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (X)

No obstante, al margen de las citados factores impulsores, existe una amplio espectro de otros factores que influyen de modo significativo en la relación entre el medio ambiente de trabajo y el general. Está claro que uno de los factores más evidentes es que, a pesar de los muchos problemas y aspectos comunes (como sustancias químicas, salud y accidentes), las cuestiones ambientales y las de salud y seguridad en el trabajo suelen corresponder a la competencia de diferentes ministerios y organismos oficiales, distintas leyes, reglamentos y normas y diferentes órganos de inspección y ejecución. Estas diferencias producen considerable confusión, posiblemente mayores costes ocasionados por la duplicación de funciones y, lo que resulta más desconcertante, la posible existencia de lagunas reguladoras que causan graves omisiones en la protección del público, los traba- jadores y el medio ambiente. Por ejemplo, en un reciente estudio de varios organismos de inspección nacionales se han puesto de manifiesto diversos problemas de duplicación, lagunas e incon- gruencias en las competencias asignadas a los organismos de inspección industrial, laboral y del medio ambiente. En este estudio se han descrito casos de atribución de nuevas competen- cias de inspección ambiental sin la asignación del personal ni de los recursos económicos adecuados, ni una formación especiali- zada. Esto ha inducido al personal antiguo a hacer dejación progresiva de sus obligaciones de inspección de la salud y segu- ridad en el trabajo. Además, en muchos países, estas funciones legislativas y de inspección conservan un ámbito sumamente reducido y no reciben un apoyo político y financiero adecuado. Habrá que insistir en la necesidad del desarrollo de una concep- ción más global de los mecanismos de supervisión, ejecución y solución de disputas que impregne a los reglamentos y normas de salud y la seguridad en el trabajo y gestión del medio ambiente.
Aunque las inspecciones constituyen un elemento esencial de todo sistema de protección del medio ambiente y de la salud y seguridad en el trabajo, por sí sólo nunca son suficientes. La responsabilidad de la salud y seguridad en el lugar de trabajo y de la relación entre el medio ambiente y el mundo del trabajo ha de permanecer en el nivel de la empresa. El mejor modo de conseguir unos resultados óptimos consiste en aumentar la confianza y la colaboración entre la dirección y el personal, apoyada por una formación eficaz de los trabajadores y por unos mecanismos conjuntos eficaces que canalicen esa colabora- ción. Estos esfuerzos conjuntos en el ámbito de la empresa serán más eficaces si se apoyan en unas relaciones fluidas y positivas con una inspección independiente, adecuadamente financiada y bien cualificada.

miércoles, 8 de octubre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (IX)

Otro elemento impulsor de la política ambiental ha sido el número y la trascendencia relativamente importantes de los accidentes de trabajo graves, especialmente desde la tragedia de Bophal, ocurrida en 1984. Bohpal y otros graves siniestros, como el de Chernóbil y el Exxon Valdez, mostraron al mundo —polí- ticos, público, empresas y trabajadores— la falsedad de la idea tradicional de que lo que acontecía dentro de los límites de una planta no afecta al medio exterior, al público en general ni a las condiciones de vida de las comunidades vecinas. Aunque antes se habían producido graves catástrofes, la cobertura mundial que estos siniestros recibió en los medios audiovisuales conmo- cionó a vastos sectores del público, tanto de los países industriali- zados como de las naciones en desarrollo y de las economías en transición, y despertó una nueva conciencia y un sentimiento de apoyo a una política de protección ambiental que, al mismo tiempo, proteja a los trabajadores y al público. Es de destacar en este sentido el paralelismo entre este proceso y la historia de las movilizaciones en favor de la modernización de la legislación protectora de la salud y seguridad en el trabajo, que también estuvieron influidas en gran medida por graves incendios en fábricas y accidentes en la minería.
Uno de los ejemplos más evidentes de la influencia de estos factores ambientales, en especial de la repercusión de las graves catástrofes ambientales ocurridas en épocas recientes, se pueden apreciar en la propia OIT, como se refleja en los acuerdos últi- mamente adoptados por sus organismos tripartitos. Por ejemplo, la OIT ha impulsado recientemente su actividad en el campo del medio ambiente y el mundo del trabajo. Destaca sobre todo la adopción, a partir de 1990, de tres grandes series de conve- nios y recomendaciones de la OIT enfocados en el medio ambiente de trabajo:
• Convenio y Recomendación sobre la seguridad en el uso de sustancias químicas en el trabajo, 1990 (170 y 177)
• Convenio y Recomendación sobre la prevención de graves accidentes de trabajo, 1992 (174 y 181)
• Convenio y Recomendación sobre salud y seguridad en las minas, 1995 (176 y 183).
Estas normas reflejan la tácita expansión del ámbito de los instru- mentos de la OIT desde el tradicional enfoque exclusivo en la protección del trabajador hacia una concepción más global de estas cuestiones, caracterizada por las referencias efectuadas, tanto en los expositivos como en las disposiciones sustantivas, a los aspectos pertinentes de la protección del público y del medio ambiente. En el artículo 3 del Convenio nº 174 se define el “acci- dente mayor” como “todo acontecimiento repentino (...) que exponga a los trabajadores, a la población o al medio ambiente a un peligro grave, inmediato o diferido”; y en el artículo 4 se dispone que “Todo Miembro deberá formular, adoptar y revisar periódicamente (...) una política nacional coherente relativa a la protección de los trabajadores, el público y el medio ambiente, contra el riesgo de accidentes graves”. El amplio espectro de convenios y recomendaciones de la OIT dedicados al medio ambiente de trabajo constituye una valiosa fuente de inspiración para los países que se esfuerzan por mejorar los resultados de su política ambiental y de salud y seguridad en el trabajo. A este respecto, es de destacar que la OIT brinda apoyo y asesora- miento a los tres estamentos que la integran, con objeto de coad- yuvar a la ratificación y aplicación por los mismos de las normas pertinentes de la OIT.

martes, 7 de octubre de 2014

Fuentes artificiales: Lámparas de arco.

Muchos procesos industriales y comerciales, por ejemplo aquellos en que se utilizan lámparas de curado fotoquímico, emiten intensa luz visible de onda corta (azul) así como radiación UV e IR. Aunque la probabilidad de exposición perjudicial es baja debido al apantallado, en algunos casos puede producirse exposición accidental.

lunes, 6 de octubre de 2014

Fuentes artificiales: Industrias del metal y fundiciones

. La fuente más importante de exposición visible e infrarroja son las superficies de metal fundido y de metal caliente en las industrias del acero y el aluminio y en las fundiciones. La exposición de los trabaja- dores varía normalmente entre 0,5 y 1,2 kW/m2.

domingo, 5 de octubre de 2014

Fuentes artificiales: Soldadura y corte

Las principales fuentes artificiales de exposición humana a la radiación óptica son las siguientes:
1. Soldadura y corte. Normalmente los soldadores y sus compañeros están expuestos no solo a una intensa radiación UV, sino también a intensa radiación visible e IR emitida por el arco. En casos aislados estas fuentes han producido lesiones agudas en la retina. En estos entornos es obligatoria la protección ocular.

sábado, 4 de octubre de 2014

Fuentes de radiación óptica Luz solar

La mayor exposición laboral a la radiación óptica se debe a la exposición a los rayos del sol de los trabajadores que realizan su actividad al aire libre. El espectro solar abarca desde la región de corte de la capa de ozono estratosférica, alrededor de los 290-295 nm en la banda del ultravioleta, hasta unos 5.000 (5 m) en la banda del infrarrojo. La radiación solar puede alcanzar un nivel de hasta 1 kW/m2 durante los meses de verano y puede provocar estrés por calor, dependiendo de la temperatura ambiente y de la humedad.

viernes, 3 de octubre de 2014

Importancia de la longitud de onda y del tiempo de exposición

Las lesiones térmicas (1) y (4) anteriores se limitan por lo general a duraciones de exposición muy breves y existen protecciones oculares diseñadas para prevenir estas lesiones agudas. No obstante, pueden producirse lesiones fotoquímicas como las mencionadas anteriormente en el punto (2), con dosis bajas

repartidas a lo largo de la jornada de trabajo. El producto de la tasa de dosis por la duración de la exposición es siempre la dosis (de esta última es de la que depende el grado de riesgo fotoquí- mico). Al igual que con cualquier mecanismo de lesión fotoquí- mico, hay que tener en cuenta el espectro de acción que determina la eficacia relativa de las diferentes longitudes de onda en cuanto a la producción de un efecto fotobiológico. Por ejemplo, el espectro de acción correspondiente a la lesión reti- niana fotoquímica tiene su máximo valor en 440 nm aproxima- damente (Ham 1989). La mayoría de los efectos fotoquímicos se limitan a un intervalo de longitudes de onda muy estrecho, mien- tras que un efecto térmico puede producirse a cualquier longitud de onda del espectro. Por ello, la protección ocular para estos efectos específicos solo necesita bloquear una banda espectral relativamente estrecha para ser eficaz. Normalmente en la protección ocular frente a una fuente de banda ancha es preciso filtrar más de una banda espectral.

jueves, 2 de octubre de 2014

Blindaje de fuentes gamma (I)

La atenuación de la radiación gamma difiere cualitativamente de la de las radiaciones alfa o beta. Estos dos tipos de radiación tienen un alcance definido en la materia y son absorbidos por completo, mientras que es posible reducir la intensidad de la radiación gamma mediante material absorbente cada vez más grueso, pero no puede absorberse por completo. Si la atenuación de los rayos gamma monoenergéticos se mide en condiciones de buena geometría (es decir, si la radiación está bien colimada en un haz estrecho), los datos de la intensidad, cuando se registran en papel semilogarítmico frente al espesor del absorbente, se encontrarán en una recta cuya pendiente será igual al coeficiente de atenuación, .
La intensidad, o tasa de dosis absorbida transmitida a través de un absorbente, puede calcularse del modo siguiente:


donde I(t) es la intensidad de los rayos gamma o la tasa de dosis absorbida transmitida por un absorbente de espesor t.
Las unidades de  y t son recíprocas entre sí. Si el espesor del absorbente t se mide en cm, entonces  es el coeficiente de atenuación lineal y se mide en cm–1. Si t tiene unidades de densidad superficial (g/cm2), entonces  es el coeficiente de atenuación por unidad de masa m y se mide en cm2/g.
Como aproximación de primer orden basada en la densidad superficial, todos los materiales tienen aproximadamente las mismas propiedades de atenuación para fotones con energías entre alrededor de 0,75 y 5,0 MeV (megaelectronvoltios). Dentro de este intervalo de energías, las propiedades del blindaje contra rayos gamma son aproximadamente proporcionales a la densidad del material de blindaje. Si las energías de los fotones son menores o mayores, los materiales absorbentes de número atómico más alto suministran un blindaje más eficaz que los de número atómico más bajo para una densidad superficial dada.
En condiciones de geometría imperfecta (por ejemplo, si el haz es ancho o el blindaje grueso), la ecuación anterior subestimará en grado notable el espesor de blindaje necesario, porque supone que todo fotón que interactúa con el blindaje será eliminado del haz y no será detectado. Un número importante de fotones pueden ser dispersados por el blindaje hacia el detector, o fotones que se hayan dispersado del haz pueden volver dispersados hacia él tras una segunda interacción.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Diseño de blindajes contra la radiación

El blindaje es importante para disminuir la exposición radioló- gica de los trabajadores de la instalación y del público en general. Los requisitos del blindaje dependen de varios factores, incluidos el tiempo que los trabajadores de la instalación radiológica o el público en general están expuestos a las fuentes de radiación y el tipo y la energía de la fuentes de radiación y sus campos radiológicos.
En el diseño de blindajes radiológicos, el material absorbente debe colocarse lo más cerca posible de la fuente de radiación. Para cada tipo de radiación es preciso considerar por separado el blindaje que será necesario aplicar.
El diseño del blindaje puede ser una tarea compleja. Por ejemplo, el empleo de ordenadores para encontrar el modelo de blindaje de aceleradores, reactores y otras fuentes de radiación de alta energía escapa al ámbito de este artículo. En el diseño de blindajes complejos se debe consultar siempre a expertos calificados.

martes, 30 de septiembre de 2014

Fontanería

Los desagües, pilas de lavar y sumideros del suelo deben estar marcados. Las pilas donde puedan lavarse las manos contaminadas deben tener grifos accionados con la rodilla o el pie. Puede ser económico reducir el mantenimiento instalando tuberías que se descontaminen o sustituyan con facilidad si es preciso. En algunos casos es recomendable instalar depósitos subterráneos donde guardar o almacenar materiales radiactivos líquidos para controlar su eliminación posterior.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Acabados superficiales dentro de una zona de trabajo

Todas las superficies rugosas, como las de yeso, hormigón, madera, etc., se deben sellar con un material adecuado. La elec- ción del material debe hacerse teniendo en cuenta las considera- ciones siguientes:
• conseguir una superficie lisa y químicamente inerte;
• las condiciones ambientales de temperatura, humedad y desgaste mecánico a las que pueden estar expuestas las superficies;
• compatibilidad con los campos de radiación a los que se expone la superficie,
• la necesidad de una reparación fácil en caso de deterioro.

No se recomiendan pinturas, barnices y lacas corrientes para recubrir superficies de desgaste. La aplicación de una material de revestimiento que se pueda eliminar con facilidad puede ser de ayuda si se produce contaminación y se precisa descontami- nación. Sin embargo, la eliminación de esos materiales puede ser a veces difícil y engorrosa.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Planificación de instalaciones radiológicas (II)

La colocación de la campana en relación con las corrientes de aire que crucen el laboratorio es importante. En general, una campana debe situarse lejos de los pasos por donde entra el suministro o la renovación del aire. Si se emplean ventiladores de dos velocidades podrán funcionar a velocidad más alta mien- tras la campana se utilice y a menor velocidad cuando esté cerrada.
La finalidad de todo sistema de ventilación debe ser:
• proporcionar condiciones de trabajo confortables;
• proporcionar renovaciones continuas de aire (de tres a cinco renovaciones por hora) para eliminar y diluir los contaminantes indeseables del aire,
• reducir al mínimo la contaminación de otras zonas del edificio
y del entorno.

En el diseño de instalaciones radiológicas, los requisitos de blindaje grueso pueden reducirse al mínimo mediante la adopción de ciertas medidas sencillas. Por ejemplo, en al caso de instalaciones de radioterapia, aceleradores, generadores de neutrones o fuentes de radiación panorámicas, un laberinto puede reducir la necesidad de montar una puerta con capa gruesa de plomo. El adelgazamiento gradual de la barrera protectora primaria en áreas que no se encuentran en el camino del haz útil o el enterramiento total o parcial de la instalación pueden reducir bastante la cantidad de blindaje necesario.
Es preciso conceder la máxima atención a la colocación adecuada de las ventanas de observación, de los cables de los conductos subterráneos y de los deflectores del sistema de venti- lación. La ventana de observación sólo debe interceptar la radia- ción dispersada. Mejor aún es un circuito cerrado de televisión, que además puede mejorar la eficiencia.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Los efectos de los iones en el cuerpo

Los iones negativos pequeños son los que supuestamente tienen el mayor efecto biológico debido a su mayor movilidad. Las altas concentraciones de iones negativos pueden matar o bloquear el crecimiento de microorganismos patógenos, pero no se han descrito efectos perjudiciales para los seres humanos.
Algunos estudios indican que la exposición a altas concentraciones de iones negativos produce en algunas personas cambios bioquímicos y fisiológicos que tienen un efecto relajante, reducen la tensión y los dolores de cabeza, mejoran la atención y reducen el tiempo de reacción. Tales efectos podrían deberse a la supresión de la hormona neuronal serotonina (5-HT) y de la histamina en ambientes cargados con iones negativos; estos factores podrían afectar a un segmento hipersensible de la población. Ahora bien, otros estudios han llegado a conclusiones diferentes sobre los efectos de los iones negativos para el cuerpo. Por consiguiente, sigue abierto el debate en cuanto a los beneficios de la ionización negativa y serán precisas más investigaciones antes de adoptar una posición.

FINAL  

viernes, 26 de septiembre de 2014

Percepción del frío y bienestar térmico

La mayoría de los seres humanos experimentan una sensación de neutralidad térmica a una temperatura operativa de entre 20 y 26 ºC cuando realizan un trabajo muy ligero o sedentario (trabajo de oficina a 70 W/m2 ) con la ropa adecuada (valores de aislamiento entre 0,6 y 1,0 clo). En este estado y en ausencia de desequilibrios térmicos locales, como corrientes de aire, las personas se encuentran en un estado de bienestar térmico. Son condiciones que se describen y especifican con detalle en normas como ISO 7730 (véase el capítulo Control ambiental de interiores en esta Enciclopedia ).

La percepción humana del frío está estrechamente relacionada con el equilibrio térmico de todo el cuerpo, así como con el equilibrio térmico local de los tejidos. La sensación de malestar por frío aparece cuando el equilibrio térmico del organismo no puede mantenerse como consecuencia de una ropa poco adecuada para el nivel de actividad física (producción de calor metabólico). Con temperaturas de entre +10 y +30 ºC, la magnitud del “malestar por frío” en una población puede prede- cirse utilizando la ecuación del bienestar de Fanger descrita en ISO 7730.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Efectos agudos del enfriamiento

El efecto más evidente y directo del estrés por frío es el enfriamiento inmediato de la piel y las vías respiratorias superiores.

La respuesta de los termorreceptores desencadena una secuencia de reacciones termorreguladoras. El tipo y la magnitud de la reacción depende sobre todo del tipo y el grado de enfriamiento. Como ya se ha mencionado, los principales mecanismos de defensa son la vasoconstricción periférica y los escalofríos. Ambos contribuyen a conservar el calor corporal y la temperatura interna del organismo, pero comprometen las funciones cardio- vascular y neuromuscular.
Ahora bien, los efectos fisiológicos de la exposición al frío también modifican las reacciones fisiológicas a través de meca- nismos complejos y en parte desconocidos. Los ambientes fríos causan distracción en el sentido de que se necesita un mayor esfuerzo mental para enfrentarse a los nuevos factores de estrés (evitar el enfriamiento, adoptar medidas de protección, etc.). Por otra parte, el frío causa también un estado de alerta, en el sentido de que aumentan los niveles de actividad nerviosa simpática y, por consiguiente, la preparación para la acción. En condiciones normales, las personas utilizan sólo una pequeña parte de su capacidad, reservando por tanto la mayor parte de la misma para hacer frente a condiciones inesperadas o extremas.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Estrés por frío y trabajo en ambientes fríos (II)

En consecuencia, los efectos del trabajo en ambientes fríos deben dividirse en:
• efectos del enfriamiento corporal,
• efectos de las medidas protectoras (“coste de la protección”).

En ambientes fríos, la adaptación del comportamiento reduce el efecto del frío y, en definitiva, permite mantener el equilibrio térmico normal y la sensación de bienestar. Una adaptación inadecuada provocará reacciones termorreguladoras de compensación fisiológica (vasoconstricción y escalofríos). La acción combinada de la adaptación del comportamiento y fisiológica determina el efecto resultante del estrés por frío.
En las siguientes secciones se describen estos efectos, que pueden dividirse en efectos agudos (los que ocurren en el plazo de minutos u horas), efectos de larga duración (que se prolongan durante días o incluso años) y otros efectos (no directamente rela- cionados con las reacciones al frío per se). En la Tabla 42.13 se ofrecen ejemplos de reacciones según la duración de la exposi- ción al frío. Lógicamente, los tipos de respuestas y su magnitud dependen en gran medida del nivel de estrés. Con todo, las expo- siciones de larga duración (durante días o más tiempo) rara vez alcanzan los mismos niveles que las exposiciones agudas.


martes, 23 de septiembre de 2014

Estrés por frío y trabajo en ambientes fríos (I)

El estrés por frío puede estar presente de muchas formas diferentes, afectando al equilibrio térmico de todo el cuerpo, así como al equilibrio térmico local de las extremidades, la piel y los pulmones. El tipo y la naturaleza del estrés por frío se describen con detalle más adelante. Los mecanismos naturales de respuesta al estrés por frío se basan en la adaptación de comportamiento, en particular, cambio y ajuste de la ropa. Una protección suficiente permite evitar el enfriamiento corporal. Sin embargo, la protección en sí misma puede ocasionar efectos adversos no deseados. El problema se ilustra en la Figura 42.14.
El enfriamiento de todo el cuerpo o de algunas partes del mismo origina molestias, insensibilidad, disfunción neuromuscular y, en última instancia, lesiones por frío. Las molestias causadas por el frío suelen ser un estímulo potente para una adaptación de la conducta que reduzca o limite su efecto. La prevención del enfriamiento mediante el uso de prendas de abrigo, calzado, guantes y gorros o cascos interfiere con la movilidad y la destreza del trabajador. Puede hablarse de un “coste de la protección” en términos de una mayor restricción del movimiento y un mayor agotamiento. La necesidad continua de ajustar los equipos para mantener un alto nivel de protección exige atención y capacidad de juicio y puede comprometer factores como la vigilancia y el tiempo de reacción. Uno de los objetivos principales de la investigación ergonómica es mejorar la funcionalidad de las prendas de vestir manteniendo al mismo tiempo la protección contra el frío.



lunes, 22 de septiembre de 2014

AMBIENTES FRIOS Y TRABAJO • CON FRIO

Un ambiente frío se define por unas condiciones que causan pérdidas de calor corporal mayores de lo normal. En este contexto, “normal” se refiere a lo que una persona experimenta en la vida diaria en condiciones termoneutras, normalmente en interiores, aunque es un concepto que puede variar en función de factores sociales, económicos o climáticos. Para los fines de este artículo, se considerarán fríos los ambientes con una temperatura inferior a 18 o 20 ºC.
El trabajo en ambientes fríos engloba diversas actividades industriales y laborales en diferentes condiciones climáticas (véase la Tabla 42.23). En la mayoría de los países, el sector de la alimentación exige que el trabajo se realice en condiciones frías, normalmente entre 2 y 8 ºC para los alimentos frescos y por debajo de –25 ºC para los alimentos congelados. En unos ambientes fríos artificiales como éstos, las condiciones están rela- tivamente bien definidas y la exposición es más o menos la misma de una día para otro.
En muchos países, los cambios climáticos estacionales implican que el trabajo al aire libre o en interiores sin calefacción tiene que realizarse durante períodos más o menos largos en condiciones de frío. La exposición al frío puede variar considera- blemente en diferentes lugares del planeta y según el tipo de trabajo (véase la Tabla 42.23). El agua fría constituye otro peligro al que se enfrentan las personas que, por ejemplo, trabajan en alta mar. En este artículo se describen las respuestas al estrés por frío y las medidas preventivas. Más adelante en este mismo capí- tulo se describen los métodos para evaluar el estrés por frío y los límites permisibles de temperatura según las normas internacio- nales recientemente adoptadas.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Control integrado de los residuos

Bajo la óptica del control de la contaminación, los residuos se consideran como un subproducto no deseado del proceso de producción que debe controlarse para garantizar que los recursos de tierra, agua y aire no sean contaminados por encima de unos niveles considerados como aceptables. Lucien Maystre estudia los aspectos que deben considerarse en el control de residuos y establece un vínculo teórico con la función cada vez más importante del reciclado y la prevención de la contaminación.
En respuesta a las numerosas evidencias de la grave contaminación producida por el tratamiento descontrolado de los residuos, los gobiernos han adoptado normativas para imponer unas prácticas aceptables de recogida, tratamiento y eliminación de residuos y garantizar la protección del medio ambiente. Se ha dedicado una especial atención a la definición de los criterios de un vertido sin riesgos para el medio ambiente basados en vertederos controlados, incineración y tratamiento de residuos peligrosos.
Para evitar una posible sobrecarga ambiental y los costes asociados a la eliminación de residuos y para promover una gestión más cuidadosa de unos recursos escasos, cada vez se está dedicando mayor atención a la minimización y el reciclado de los residuos. Niels Hahn y Poul Lauridsen resumen los aspectos que deben considerarse cuando se propone el reci- clado como la mejor estrategia para el tratamiento de los residuos, y consideran también los riesgos potenciales para los trabajadores.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Aplicación de las tecnologías de control de la contaminación (II)

Hans-Ulrich Pfeffer y Peter Bruckmann ofrecen una introduc- ción a los equipos y métodos utilizados para supervisar la calidad del aire, valorar los posibles problemas de contamina- ción y evaluar la eficacia de las medidas de control y prevención aplicadas.
John Elias analiza los tipos de control de contaminación atmosférica que existen en la actualidad y los aspectos que deben considerarse para elegir el método de control más adecuado.
El problema del control de la contaminación del agua es analizado por Herbert Preul en un artículo que describe la manera en que las aguas naturales de nuestro planeta pueden ser contaminadas por fuentes localizadas, dispersas y disconti- nuas, los fundamentos del control de la contaminación acuática
y los diferentes criterios que pueden aplicarse para diseñar los programas de control. Preul explica también la forma en que las masas de agua reciben los vertidos y cómo ésta puede analizarse y evaluarse para valorar y controlar los riesgos. Finalmente, se incluye un resumen de las técnicas utilizadas para el tratamiento a gran escala de las aguas residuales y el control de la contami- nación del agua.
El estudio de un caso ofrece un ejemplo claro de cómo pueden reciclarse las aguas residuales, tema de gran importancia en la búsqueda de nuevas formas para hacer un uso eficaz de los recursos ambientales, especialmente en circunstancias de escasez. Alexander Donagi analiza el método utilizado para el tratamiento de las aguas residuales municipales y la renovación de las aguas subterráneas para una población de 1,5 millones de habitantes en Israel.

martes, 16 de septiembre de 2014

Aplicación de las tecnologías de control de la contaminación (I)

Los métodos para controlar la contaminación han demostrado una gran eficacia, especialmente los de ámbito local. Para su aplicación es preciso analizar de forma sistemática la fuente y la naturaleza de la emisión o el vertido en cuestión, su interacción con el ecosistema y el problema de contaminación ambiental que debe solucionarse, para a continuación elegir las tecnologías más adecuadas que permitan reducir y vigilar estos impactos por contaminación.
En su artículo sobre el control de la contaminación atmosfé- rica, Dietrich Schwela y Berenice Goelzer analizan la impor- tancia y las implicaciones de la adopción de un enfoque integrado de la evaluación y el control de las fuentes localizadas
y dispersas de contaminación atmosférica. Estos autores examinan también los retos (y oportunidades) a los que se enfrentan los países que han experimentado una rápida indus- trialización sin aplicar una política firme de control de la conta- minación desde el inicio de su desarrollo industrial.
Marion Wichman-Fiebig analiza los métodos que se utilizan en los modelos de dispersión de los contaminantes atmosféricos para determinar y caracterizar la naturaleza de los problemas de contaminación. Estos modelos son fundamentales para saber qué controles deben adoptarse y evaluar su eficacia. A medida que se han conocido mejor los impactos potenciales, la valora- ción de los efectos ha pasado del ámbito local al regional y después al mundial.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Estrategias para el control de la contaminación

La rápida industrialización ha dado lugar a innumerables accidentes que han contaminado los recursos terrestres, atmosféricos y acuáticos con materiales tóxicos y otros contaminantes, amenazando a las personas y los ecosistemas con graves riesgos para la salud. El uso cada vez más generalizado e intensivo de materiales y energía ha originado una creciente presión en la calidad de los ecosistemas locales, regionales y mundiales.
Antes de que se emprendiera un esfuerzo concertado para reducir el impacto de la contaminación, el control ambiental apenas existía y se orientaba principalmente al tratamiento de residuos para evitar daños locales, aunque siempre con una pers- pectiva a muy corto plazo. Sólo en aquellos casos excepcionales en los que se consideró que el daño era inadmisible se tomaron medidas al respecto. A medida que se intensificó el ritmo de la actividad industrial y se fueron conociendo los efectos acumula- tivos, se impuso el paradigma del control de la contaminación como principal estrategia para proteger al medio ambiente.
Dos conceptos sirvieron de base para este control:

• el concepto de capacidad de asimilación, que reconoce la exis- tencia de un cierto nivel de emisiones al medio ambiente sin efectos apreciables en la salud humana y ambiental,
• el concepto del principio de control, que supone que el daño ambiental puede evitarse controlando la forma, la duración y la velocidad de la emisión de contaminantes al medio ambiente.

Como parte de la estrategia del control de la contaminación, los intentos de proteger el medio ambiente han consistido princi- palmente en aislar los contaminantes del medio ambiente y en utilizar depuradoras y filtros en las fuentes emisoras. Estas solu- ciones, orientadas a objetivos de calidad ambiental o límites de emisión específicos para un medio, se han dirigido especial- mente a eliminar los puntos de vertido de residuos a determi- nado medios (aire, agua, tierra).

domingo, 14 de septiembre de 2014

CONTROL Y PREVENCION DE LA CONTAMINACION AMBIENTAL


Durante el siglo XX, la creciente sensibilización respecto al impacto de las actividades humanas en el medio ambiente y la salud pública (analizado en el capítulo 53: Riesgos ambientales para la salud), ha dado lugar al desarrollo y la utilización de diferentes métodos y tecnologías para reducir los efectos de la contamina- ción. En este sentido, los gobiernos han adoptado medidas de carácter normativo y político (analizadas en el capítulo 54: Política en materia de medio ambiente) para minimizar los efectos negativos y garantizar el cumplimiento de las normas sobre calidad ambiental.
El objetivo del presente capítulo es describir los métodos utili- zados para el control y la prevención de la contaminación ambiental. En primer lugar se presentan los principios básicos aplicados para eliminar los impactos negativos sobre la calidad del agua, la atmósfera y el suelo; a continuación se considera cómo la atención se ha desviado del control a la prevención y por último se analizan las limitaciones de las soluciones propuestas para un medio en particular. Así, por ejemplo, no es suficiente con proteger la atmósfera eliminando los metales traza de un gas de combustión si por otro lado estos contaminantes son transferidos al suelo por unas prácticas inadecuadas de tratamiento de residuos sólidos. Se impone, por lo tanto, la utilización de soluciones integradas para distintos medios.

sábado, 13 de septiembre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (VIII)

Los reglamentos, leyes y políticas de gestión del medio ambiente han evolucionado y, bien coadyuvan al proceso de transición desde los métodos de control hacia las estrategias basadas en la prevención, bien se procura que evolucionen al ritmo de esta transición.
No obstante, tanto los métodos que actúan en el “último eslabón de la cadena” como las tecnologías productivas limpias repercuten directamente en la protección y creación de empleo. Es evidente que, en muchas regiones del mundo, especialmente en los países industrializados y las economías en transición, las operaciones de limpieza y subsanación abren importantes posi- bilidades de creación de puestos de trabajo. Al mismo tiempo, las tecnologías productivas limpias constituyen una nueva y prometedora industria que permitirá la creación de puestos de trabajo y que, por supuesto, precisará recursos adicionales para satisfacer las necesidades de formación y cualificación. Esto se pone especialmente de manifiesto en la urgente necesidad de que los trabajadores activos en la solución de los problemas planteados por la regeneración del medio ambiente reciben una formación efectiva en la salud y seguridad en el trabajo y el medio ambiente. A pesar de la considerable preocupación producida por los posibles efectos negativos sobre el empleo del creciente control y reglamentación en materia ambiental, si los controles y reglamentos se diseñan correctamente pueden contribuir a la creación de puestos de trabajo, mejorar la calidad del medio ambiente y fomentar los resultados de la política de salud y seguridad en el trabajo.
Desde el decenio de 1960 se ha venido produciendo otro cambio sustantivo en la concepción del medio ambiente, consis- tente en la evolución desde un interés exclusivo por los procesos productivos hacia una mayor atención a los efectos ambientales de los propios productos. El ejemplo más descollante de esta evolución es el automóvil, que ha inspirado ingentes esfuerzos por mejorar su “eficiencia” ambiental, aunque sigue abierta la debatida cuestión de si se debe complementar su mayor eficiencia ambiental con un sistema de transporte público igual- mente eficiente. Es evidente, sin embargo, que todos los productos repercuten en el medio ambiente, si no en su produc- ción y utilización, casi seguramente en su eliminación. Este cambio ha inspirado la promulgación de un cuerpo creciente de leyes y reglamentos reguladores del uso y eliminación de los productos y, en algunos casos, se ha llegado a la restricción o prohibición del uso de determinados productos. El proceso ha impulsado asimismo la aparición de nuevas técnicas de análisis,
como la evaluación de impacto ambiental, el análisis de los ciclos vitales, la evaluación de riesgos y la auditoría ambiental
(véanse los artículos dedicados a estas cuestiones más adelante, en este mismo capítulo). Esta nueva y más amplia perspectiva del medio ambiente no deja de tener implicaciones para el mundo del trabajo, en lo que atañe, por ejemplo, a las condi- ciones de trabajo de las personas empleadas en la eliminación de los productos y a las perspectivas de empleo de los trabajadores empleados en la producción, venta y prestación de servicios a los productos de uso prohibido o restringido.

viernes, 12 de septiembre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (VII)

La participación de los trabajadores en la protección de la salud, la seguridad y el medio ambiente en el marco de los procesos tecnológicos limpios vigorizará la moral y el nivel de comprensión y de rendimiento laboral de los trabajadores, cuya importancia para el logro de una producción de calidad es bien conocida.

jueves, 11 de septiembre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (VI)

• Las políticas de implantación de las tecnologías productivas limpias pueden y deben comprender la adopción de medidas diseñadas para mejorar la situación de la salud y seguridad dentro de la empresa.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (V)

• Las tecnologías productivas limpias no sólo suelen redundar en un uso más eficiente de los recursos naturales y la energía (por ejemplo, consumiendo menos recursos naturales para obtener similares volúmenes de producción), sino también en una reducción de las cantidades y la toxicidad de los residuos generados.

martes, 9 de septiembre de 2014

EL MEDIO AMBIENTE Y EL MUNDO • DEL TRABAJO: UN CONCEPTO INTEGRAL DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, EL MEDIO AMBIENTE Y EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (IV)

• A diferencia de las tecnologías que actúan en el “ultimo eslabón de la cadena”, que incrementan los costes de producción sin aportar por regla general incrementos de la productividad ni rendimientos económicos, las tecnologías productivas limpias suelen generar mayor productividad y beneficios actúan sobre “el último eslabón de la cadena” suelen ser bene- ficiosas para el medio ambiente, pero no para la cuenta de resultados. En cambio, las tecnologías productivas “limpias” no sólo previenen la degradación del medio, sino que también generan beneficios económicos efectivos.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Conclusión La violencia es endémica en el lugar de trabajo

La violencia es endémica en el lugar de trabajo. Los homicidios son una de las principales causas de muertes relacionadas con el trabajo, pero su impacto y su coste se ven considerablemente superados por los intentos fallidos, las agresiones físicas no mortales, las amenazas, el acoso, los comportamientos agresivos y las ofensas, de los que, en gran medida, se sigue careciendo de documentación y no se denuncian. Aunque la mayor parte de los homicidios están relacionados con actividades delictivas, la violencia en el lugar de trabajo no es sólo un problema de la justicia penal. Tampoco es sólo un problema de los profesionales en salud mental y los especialistas en adicciones, aunque está relacionado en gran medida con enfermedades mentales, alcoho- lismo y abuso de drogas. Requiere un esfuerzo coordinado de expertos en una gran variedad de disciplinas, encabezados por los profesionales en salud y seguridad en el trabajo, encaminado a desarrollar, validar y aplicar un conjunto de estrategias cohe- rentes en materia de intervención y de prevención, sin olvidar que la diversidad de trabajadores, puestos de trabajo y sectores impone la necesidad de adaptarlas a las peculiaridades de la plan- tilla y la organización concreta que lo adopte.

Final Violencia

domingo, 7 de septiembre de 2014

Investigación

Dada la gravedad y la complejidad del problema y la escasez de información fiable, es preciso realizar más investigaciones epide- miológica, de causalidad, prevención y control de la violencia en la sociedad en general y en el lugar de trabajo. Ello requiere un esfuerzo interdisciplinar por parte (además de expertos en salud y seguridad en el trabajo), de profesionales de salud mental, traba- jadores sociales, arquitectos e ingenieros, expertos en ciencias de la dirección, abogados, jueces y expertos en el sistema penal, autoridades en políticas públicas y otros. Se necesitan con urgencia sistemas de recopilación y análisis de datos mejores y más exhaustivos, y es preciso asimismo llegar a un acuerdo para definir una clasificación de la violencia que facilite la transmisión de informaciones e ideas entre distintas disciplinas.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Tratamiento

A quienes padezcan de mareo crónico con vómitos debe colocár- seles, a ser posible, en una posición en que el estímulo de movi- miento se reduzca al mínimo, y administrárseles un fármaco contra el mareo, preferiblemente prometacina inyectada. En caso de vómitos prolongados y repetidos, puede ser necesaria la repo- sición de líquido y electrolitos por vía intravenosa.

FINAL VIBRACIONES

viernes, 5 de septiembre de 2014

Medidas preventivas

Existen procedimientos que reducen al mínimo el estímulo provocador de mareo o aumentan la tolerancia. Pueden prevenir el mareo en una determinada proporción de la población, pero ninguno, exceptuando la retirada del entorno de movimiento, es eficaz al 100 %. Al diseñar un vehículo, es beneficioso tener en cuenta los factores que elevan la frecuencia y reducen la magnitud de las oscilaciones (véase la Figura 50.6) que experi- mentan los ocupantes durante el funcionamiento normal. La provisión de apoyo para la cabeza y sujeción corporal para mini- mizar los movimientos de cabeza innecesarios es ventajosa, y se ve reforzada si el ocupante puede adoptar una posición reclinada
o de supinación. El mareo es menos intenso si el ocupante puede ver el horizonte; para quienes carecen de una referencia visual externa, cerrar los ojos reduce la discordancia visual/vestibular. También ayuda concentrarse en una tarea, especialmente el control del vehículo. Aunque estas medidas pueden aportar ventajas inmediatas, a la larga lo más beneficioso es desarrollar una adaptación protectora. Se consigue mediante una exposición continuada y repetida al entorno de movimiento, aunque puede facilitarse con ejercicios en tierra, en los que los estímulos provo- cadores de mareo se generan realizando movimientos con la cabeza mientras se gira en una mesa rotativa (tratamiento de desensibilización).
Hay varios fármacos que aumentan la tolerancia, aunque todos tienen efectos secundarios (en particular, sedación), por lo que no deben usarse cuando se ha de controlar un vehículo o es indispensable actuar con un rendimiento óptimo. Para una profilaxis a corto plazo (menos de cuatro horas), se recomienda de 0,3 a 0,6 mg de bromhidrato de hioscina (escopolamina); los antihistamínicos, clorhidrato de prometacina (25 mg), clorhi- drato de meclocina (50 mg), dimenhidrinato (50 mg) y cinaricina (30 mg) tienen una acción más duradera. La combinación de hioscina o prometacina con 25 mg de sulfato de efedrina aumenta el poder profiláctico al tiempo que reduce algo los efectos secundarios. Se puede conseguir un efecto profiláctico de hasta 48 horas utilizando un parche de escopolamina, que permite absorber lentamente el fármaco a través de la piel a una velocidad controlada. No se consiguen concentraciones efectivas del fármaco en el organismo hasta después de seis a ocho horas de la aplicación del parche, por lo que es preciso prever por anti- cipado la necesidad de este tipo de tratamiento.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Incidencia (IV)

La considerable variabilidad entre individuos en cuanto a su respuesta al movimiento provocador, es una característica importante del mareo. Las diferencias de susceptibilidad pueden estar relacionadas, en parte, con factores constitucionales. Los niños de edad muy inferior a unos dos años rara vez resultan afectados, pero con el crecimiento, la susceptibilidad aumenta rápidamente hasta alcanzar un valor máximo entre los cuatro y los diez años. A partir de entonces la susceptibilidad disminuye progresivamente, por lo que los mayores son menos propensos a verse afectados, aunque no son inmunes. Cualquiera que sea el grupo de edad, las mujeres son más sensibles que los hombres; los datos de incidencia sugieren una relación aproximada de 1,7:1. Se ha demostrado también que ciertas dimensiones de la personalidad, tales como la neurosis, la introversión y el estilo perceptual están correlacionadas, aunque débilmente, con la susceptibilidad. El mareo puede ser también una respuesta condicionada y una manifestación de ansiedad fóbica.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Efectos biológicos (VI)

Lesión térmica de la piel. Aunque rara vez se debe a fuentes convencionales, puede producirse en todo el espectro óptico

martes, 2 de septiembre de 2014

Efectos biológicos (V)

Lesión térmica de la córnea y la conjuntiva (a longitudes de onda de 1.400 nm a 1 mm aproximadamente). Este tipo de lesión se limita casi exclusivamente a la exposición a radiación láser.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Efectos biológicos (IV)

Riesgos térmicos para el cristalino en la región del infrarrojo próximo (asociados con longitudes de onda de 800 nm a
3.000 nm aproximadamente) con potencial formación de catarata por calor industrial. La exposición media de la córnea a la radiación infrarroja de la luz solar es del orden de
10 W/m2. En comparación con esto se ha notificado que trabajadores del vidrio y el acero expuestos a irradiancias infrarrojas del orden de 0,8 a 4 kW/m2 diariamente durante
10 a 15 años han desarrollado opacidades lenticulares (Sliney
y Wolbarsht 1980). Estas bandas espectrales contienen IRA e IRB (véase la Figura 49.1). La guía de la Conferencia Ameri- cana de Higienistas Industriales del Gobierno (ACGIH) sobre exposición a la IRA de la parte anterior del ojo es una irra- diancia total ponderada en función del tiempo de 100 W/m2 para duraciones de exposición superiores a 1.000 s (16,7 min)
(ACGIH 1992 y 1995).

domingo, 31 de agosto de 2014

Efectos biológicos (III)

Lesión fotoquímica de la retina por luz azul (riesgo asociado principalmente con la luz azul de 400 nm a 550 nm de longitud de onda) (Ham 1989). Esta lesión se denomina comúnmente fotorretinitis por “luz azul” y una forma espe- cial de ella recibe el nombre de retinitis solar debido a la fuente que la produce. La retinitis solar recibió en tiempos la deno- minación de “ceguera de los eclipses” con la correspondiente
“quemadura retiniana”. Sólo en los últimos años se ha descu- bierto que la fotorretinitis obedece a un mecanismo de lesión fotoquímico consecutivo a la exposición de la retina a longi- tudes de onda cortas del espectro visible, concretamente la luz violeta y azul. Hasta el decenio de 1970 se creía que obedecía a un mecanismo de lesión térmico. En contraste con la luz azul, la radiación IRA es muy poco eficaz como productora de lesiones retinianas (Ham 1989; Sliney y Wolbarsht 1980).

sábado, 30 de agosto de 2014

Efectos biológicos (II)

Lesión térmica de la retina, que puede producirse a longi- tudes de onda de 400 nm a 1400 nm. Normalmente el peligro de este tipo de lesión solo lo plantean los láseres, una fuente de arco de xenón muy intensa o un hongo nuclear. La quemadura local de la retina produce un punto ciego (esco- toma).

viernes, 29 de agosto de 2014

Planificación de instalaciones radiológicas (I)

Cuando se prevea una gradación de niveles de actividad, el labo- ratorio deberá estar situado de manera que el acceso a las zonas donde existan niveles elevados de radiación o de contaminación radiactiva tenga que ser gradual; es decir, que se entre primero a una zona sin radiación, después a otra de baja actividad, a conti- nuación a otra de actividad media, etc.
Puede evitarse la necesidad de controles de ventilación complejos en laboratorios pequeños si se utilizan campanas o cajas con guantes para manipular fuentes no selladas de material radiactivo. Pero el sistema de ventilación debe diseñarse de manera que facilite la circulación del aire en una dirección, de forma que el material radiactivo que pueda quedar suspendido en el aire se aleje del trabajador expuesto. La circulación del airedebe ser siempre desde una zona no contaminada hacia otra contaminada o que pueda estarlo.
Para la manipulación de fuentes no selladas de radiactividad baja o media, la velocidad media del aire por la abertura de la campana deberá ser de unos 0,5 ms–1. Si la radiotoxicidad es elevada o el nivel de radiactividad alto, la velocidad del aire por la abertura deberá aumentarse hasta una media de 0,6 a
1,0 ms–1. Ahora bien, se tendrá en cuenta que una velocidad excesiva del aire puede extraer materiales radiactivos de conte- nedores abiertos y contaminar toda la zona de la campana.



jueves, 28 de agosto de 2014

Emplazamiento de una instalación radiológica en un edificio

Cuando una instalación radiológica forma parte de un edificio grande, se deben aplicar los criterios siguientes en el momento de decidir su emplazamiento:

• La instalación radiológica debe situarse en una parte poco frecuentada del edificio, de manera que el acceso a la zona pueda controlarse con facilidad.
• El riesgo de incendio debe ser mínimo en la zona elegida.
• El emplazamiento de la instalación radiológica y de la calefac- ción y ventilación deben ser tales que sean mínimas las posibili- dades de difusión superficial y aérea de la contaminación radiactiva.
• El emplazamiento de la instalación radiológica debe elegirse con buen juicio, de manera que con un gasto mínimo en blin- daje, los niveles de radiación puedan mantenerse dentro de los límites establecidos en la proximidad inmediata.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Clasificación de las zonas de trabajo y los tipos de laboratorio (III)

La Tabla 48.12 describe los laboratorios por su tipo y pone ejemplos de cada uno de ellos. En la Tabla 48.13 se muestran los tipos de laboratorios junto con la clasificación de las zonas de trabajo y del control del acceso (OIEA 1973).
Los peligros que se derivan del trabajo con material radiactivo no sólo dependen del nivel de radiotoxicidad o de toxicidad química y de la actividad de los radionucleidos, sino también de la forma física y química del material radiactivo y de la natura- leza y complejidad de la operación o de los procedimientos que se realizan.

martes, 26 de agosto de 2014

Clasificación de las zonas de trabajo y los tipos de laboratorio (II)

Los laboratorios pueden dividirse en tres tipos amplios basán- dose en consideraciones relativas a la radiotoxicidad, en las cantidades de materiales radiactivos que se manipularán en la zona de trabajo y en el tipo de operaciones que se realizan.

lunes, 25 de agosto de 2014

Clasificación de las zonas de trabajo y los tipos de laboratorio (I)

La base de la clasificación de la zona de trabajo es la agrupación de los radionucleidos según sus radiotoxicidades relativas por unidad de actividad. En el grupo I deben entrar los radionu- cleidos de toxicidad muy alta, en el grupo II los de toxicidad moderada a alta, en el grupo III los radionucleidos de toxicidad moderada y en el grupo IV los de toxicidad baja. La Tabla 48.11 muestra la clasificación de numerosos radionucleidos por grupos de toxicidad.

domingo, 24 de agosto de 2014

Medición de iones

Los dispositivos medidores de iones se fabrican colocando dos placas conductivas con una separación entre ellas de 0,75 cm y aplicando una tensión variable. Los iones recogidos se miden con un picoamperímetro y se registra la intensidad de la corriente. Las tensiones variables permiten la medición de concentraciones de iones de diferente movilidad. La concentración de iones (N) se calcula a partir de la intensidad de la corriente eléctrica generada utilizando la fórmula siguiente:

N = I/(VqA)

donde I es la corriente en amperios, V es la velocidad del aire, q es la carga de un ion univalente (1,6  10–19) en culombios A es el área efectiva de las placas colectoras. Se presupone que todos los iones tienen una carga simple y que todos ellos quedan retenidos en el colector. Hay que tener en cuenta que este método tiene sus limitaciones debido a la corriente de fondo y a la influencia de otros factores, como la humedad y los campos de electricidad estática.

sábado, 23 de agosto de 2014

Generadores de iones

Los generadores ionizan el aire, con lo que suministran una gran cantidad de energía que puede proceder de una fuente de radia- ción alfa (como el tritio) o de una fuente de electricidad por apli- cación de una alta tensión a un electrodo de punta afilada. Las fuentes radiactivas están prohibidas en la mayoría de los países debido a sus problemas secundarios de radiactividad.
Los generadores eléctricos consisten en un electrodo aguzado rodeado por una corona; el electrodo recibe una tensión nega- tiva de miles de voltios y la corona se pone a masa. Los iones negativos son expulsados mientras que los positivos son atraídos hacia el generador. La cantidad de iones negativos generados aumenta en proporción a la tensión aplicada y al número de electrodos que contiene. Los generadores con mayor número de electrodos y que utilizan una tensión más baja son más seguros, porque cuando la tensión excede de 8.000 a 10.000 voltios, el generador no sólo produce iones, sino también ozono y algunos óxidos nitrosos. La diseminación de iones se consigue por repul- sión electrostática.
La migración de iones dependerá de la alineación del campo magnético generado entre el punto de emisión y los objetos que lo rodean. La concentración de los iones que rodean a los gene- radores no es homogénea y disminuye significativamente cuanto más lejos están de ellos. La instalación de ventiladores en estos equipos aumentará la zona de dispersión iónica. Conviene recordar que es preciso limpiar periódicamente los elementos activos de los generadores para asegurar su correcto funcionamiento.
Los generadores también pueden funcionar por atomización de agua, efectos termoeléctricos o rayos ultravioleta. Existen generadores de muchos tipos y tamaños. Pueden instalarse en techos y paredes o colocarse en cualquier sitio si son pequeños y portátiles.

viernes, 22 de agosto de 2014

Concentraciones de iones en el ambiente

Las concentraciones de iones varían según las condiciones ambientales y meteorológicas. En zonas con poca contaminación, como bosques y montañas, o en lugares situados a gran altitud, aumenta la concentración de iones pequeños; en zonas próximas
a fuentes radiactivas, saltos de agua o rápidos fluviales, las concentraciones pueden alcanzar miles de iones pequeños por centímetro cúbico. Por otra parte, en las proximidades del mar y cuando los niveles de humedad son altos, existe un exceso de iones grandes. En general, la concentración media de iones nega- tivos y positivos en aire limpio es de 500 y 600 iones por centí- metro cúbico respectivamente.
Algunos vientos pueden transportar grandes concentraciones de iones positivos: el föehn en Suiza, el Santa Ana en Estados Unidos, el siroco en Africa del Norte, el chinook en las Montañas Rocosas y el sharav en Oriente Medio.
En lugares de trabajo donde no hay factores de ionización significativos suele haber una acumulación de iones grandes. En especial, por ejemplo, en lugares herméticamente cerrados y en minas. La concentración de iones negativos disminuye bastante en espacios cerrados y en áreas contaminadas o polvorientas. Existen muchas razones por las que también se reduce la concentración de iones negativos en espacios interiores con sistemas de aire acondicionado. Una de ellas es que los iones negativos permanecen atrapados en conducciones y filtros de aire o son atraídos a superficies con carga positiva. Así, las pantallas de rayos catódicos y los monitores de ordenador tienen una carga positiva que crea en sus proximidades un microclima deficiente en iones negativos. Los sistemas de filtración de aire diseñados para “salas blancas”, que requieren que los niveles de contaminación con partículas se mantengan al mínimo, también parecen eliminar los iones negativos.
Por otra parte, un exceso de humedad condensa los iones, mientras que una falta de ella crea ambientes secos con grandes cargas electrostáticas. Tales cargas se acumulan en plásticos y fibras sintéticas, tanto en la habitación como en las personas.

jueves, 21 de agosto de 2014

Ionización artificial

La actividad humana modifica la ionización natural del aire. Los procesos industriales y nucleares y los incendios pueden provocar ionización artificial. Las partículas suspendidas en el aire favo- recen la formación de iones de Langevin (iones agregados en partículas). Los radiadores eléctricos aumentan considerable- mente la concentración de iones positivos. Los aparatos de aire acondicionado también aumentan la carga espacial del aire interior.
Los lugares de trabajo tienen maquinaria que produce iones positivos y negativos al mismo tiempo, como en el caso de las máquinas que son importantes fuentes locales de energía mecá- nica (prensas, máquinas hiladoras y tejedoras), energía eléctrica (motores, impresoras electrónicas, fotocopiadoras, instalaciones
y líneas de alta tensión), energía electromagnética (pantallas de rayos catódicos, televisores, monitores de ordenador) o energía radiactiva (terapia con cobalto-42). Son equipos que crean ambientes con mayores concentraciones de iones positivos debido a la mayor vida media de estos últimos en compara- ción con los iones negativos.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Ionización natural

Las moléculas individuales de gas en la atmósfera pueden ioni- zarse negativa o positivamente ganando o perdiendo respectiva- mente un electrón. Para que esto ocurra, primero es necesario que una molécula determinada adquiera energía suficiente —que habitualmente recibe el nombre de energía de ionización de esa molécula en particular—. En la naturaleza existen muchas fuentes de energía, de origen tanto cósmico como terrestre, capaces de producir este fenómeno: la radiación de fondo en la atmósfera; las ondas solares electromagnéticas (especialmente las ultravioletas), los rayos cósmicos, la atomización de líquidos —como la producida por los saltos de agua—, el movimiento de grandes masas de aire sobre la superficie de la tierra, fenómenos eléctricos como los rayos y las tormentas, el proceso de combus- tión y las sustancias radiactivas.
Las configuraciones eléctricas de los iones así formados, aunque todavía no se conocen por completo, parecen incluir los iones de la carbonatación y H+, H3O+, O+, N+, OH–, H2O– y O–2. Tales moléculas ionizadas pueden agregarse por adsorción a partículas suspendidas (niebla, sílice y otros contaminantes). Los iones se clasifican por su tamaño y movilidad. Esta última se define como la velocidad en un campo eléctrico y se expresa en centímetros por segundo por tensión por centímetro
(cm/s/V/cm), también expresado:

cm²/Vs

Los iones atmosféricos tienden a desaparecer por recombinación. Su vida media depende de su tamaño y es inversamente propor- cional a su movilidad. Los iones negativos son estadísticamente más pequeños y su vida media es de varios minutos, mientras que los iones positivos son más grandes y su vida media es de aproxi- madamente media hora. La carga espacial es el cociente de la concentración de iones positivos y de la concentración de iones negativos. El valor de esta relación es mayor que uno y depende de factores como el clima, la ubicación y la estación del año. En los espacios donde vive el ser humano, este coeficiente puede tener valores menores que uno. En la Tabla 45.14 se muestran las características.

martes, 19 de agosto de 2014

Simulación dinámica

Desde principios de siglo se han desarrollado numerosas normas e índices para clasificar las prendas de vestir y los climas. Casi todos ellos se referían a estados estables, condiciones en las que el clima y el trabajo se mantienen el tiempo suficiente como para que la persona conserve una temperatura corporal constante.

Hoy en día es raro que se produzca, como consecuencia de la mejora de las condiciones de trabajo y la medicina del trabajo. La atención se centra ahora en las exposiciones cortas a circunstan- cias extremas, casi siempre como consecuencia de una política calamitosa en materia de prendas protectoras.
Por ello son necesarias las simulaciones dinámicas de la trans- ferencia de calor a través de la ropa y el estrés térmico del portador (Gagge, Fobelets y Berglund 1986). Pueden realizarse con modelos informáticos dinámicos en un escenario concreto. Entre los modelos más sofisticados que existen en la actualidad destaca el THDYN (Lotens 1993), que permite una gran diver- sidad de especificaciones de prendas de vestir y que ha sido actualizado para considerar las características individuales de la persona simulada (Figura 42.13). En el futuro tendrán que proponerse nuevos modelos, pero lo que realmente se necesita es una evaluación experimental más amplia y la aplicación de esos modelos por parte de los expertos. Los modelos dinámicos basados en la termofísica y la transferencia de masas incorporan todos los mecanismos de transferencia de calor y sus interac- ciones (absorción de vapor, calor de fuentes radiantes, condensa- ción, ventilación, acumulación de humedad, etc.) para una gran variedad de prendas de vestir, incluidas las de diario, de trabajo
o protectoras.

lunes, 18 de agosto de 2014

Condensación

La ropa puede humedecerse por condensación del sudor evaporado en una determinada capa. La condensación se produce cuando la humedad es mayor de lo que permite la temperatura local. En climas calurosos, esto ocurre general- mente en el interior del tejido exterior, mientras que en climas de frío extremo ocurre incluso en las capas más profundas. La condensación hace que se acumule humedad, pero también aumenta la temperatura, como ocurre con la absorción. No obstante, la diferencia entre condensación y absorción es que ésta es un proceso que dura poco, mientras que la condensación puede prolongarse mucho más tiempo. La transferencia de calor latente durante la condensación puede realizar una importante contribución a la termolisis, un efecto no siempre deseable. La acumulación de humedad es en la mayoría de los casos una desventaja, debido a las molestias que produce y al riesgo de un enfriamiento tardío. En caso de intensa condensación, el líquido puede alcanzar de nuevo la piel y evaporarse otra vez. Es un ciclo que funciona como un tubo isotérmico y puede reducir considerablemente el aislamiento proporcionado por la ropa interior.

domingo, 17 de agosto de 2014

Absorción de agua

La retención de agua en los tejidos, muchas veces confundida con la absorción de vapor, obedece a reglas diferentes. El agua libre se une débilmente a los tejidos y se difunde en todas las direcciones
a través de capilares. Es un proceso conocido como “mecha”. La transferencia de líquido de una capa a otra tiene lugar sólo en tejidos húmedos y bajo presión. La ropa puede humedecerse por el sudor no evaporado (superfluo) que se absorbe de la piel. El contenido de líquido de un tejido puede ser elevado y su evaporación posterior pone en peligro el equilibrio térmico. Suele ocurrir durante los períodos de descanso después de un trabajo intenso y se conoce como enfriamiento tardío. La capacidad de retención de líquido de los tejidos depende más de la construc- ción del tejido que de la capacidad de absorción de la fibra, y en la práctica es normalmente suficiente con que absorba el sudor superfluo.

sábado, 16 de agosto de 2014

Capacidad de absorción de vapor

La capacidad de absorción de un tejido depende del tipo de fibra
y de la masa de tejido. La masa absorbida es aproximadamente proporcional a la humedad relativa, aunque mayor por encima del 90 %. La capacidad de absorción (llamada recuperación ) se expresa como la cantidad de vapor de agua que absorben 100 g de fibra seca con una humedad relativa del 65 %. Los tejidos
pueden clasificarse de la siguiente manera:
• absorción pequeña: tejidos acrílicos, poliéster (entre 1 y 2 g por
100 g)
• absorción intermedia: nylon, algodón, acetato (entre 6 y 9 g por
100 g)
• absorción grande: seda, lino, cáñamo, rayón, yute, lana (entre 11 y
15 g por 100 g).