sábado, 6 de febrero de 2010

Reposición oral de agua y electrolitos: Hidratación.

La evaporación del sudor es la principal vía de disipación del calor corporal y se convierte en el único mecanismo posible de enfriamiento cuando la temperatura ambiente es mayor que la corporal. Los requisitos de agua no pueden redu- cirse con el entrenamiento físico, sino tan sólo reduciendo la exposición al calor del trabajador. La pérdida hídrica y la rehidratación en el ser humano han sido objeto de numerosos estudios en los últimos años y ahora se dispone de un mayor volumen de información.
Una persona de 70 kg puede tener una tasa de sudoración de entre 1,5 y 2,0 l/h indefinidamente, y un trabajador puede perder varios litros o hasta el 10 % de su peso corporal a lo largo de una jornada de trabajo en un ambiente extremadamente caluroso. La pérdida será incapacitante a no ser que al menos parte del agua se reponga durante el turno de trabajo. Con todo, puesto que la absorción de agua en el intestino tiene un tope de unos 1,5 l/h durante el trabajo, unas tasas superiores de sudora- ción producirán una deshidratación progresiva a lo largo del día. La ingestión de líquidos para saciar la sed no es suficiente para mantener a una persona bien hidratada. La mayoría de las personas no sienten la necesidad de beber hasta que han perdido entre 1 y 2 l de agua corporal, y si están muy motivadas para realizar un trabajo pesado, pueden sufrir pérdidas de hasta3y4l antes de que una sed imperiosa les obligue a parar y beber. Para- dójicamente, la deshidratación reduce la capacidad de absorción de agua en el intestino. Por consiguiente, los trabajadores expuestos al calor deben ser educados sobre la importancia de beber agua suficiente durante el trabajo y proseguir una rehidra- tación generosa al término de la jornada. Deben conocer también la importancia de la “prehidratación” (consumo de una gran cantidad de agua inmediatamente antes de la exposición a un gran estrés por calor) ya que el calor y el esfuerzo impiden que el organismo elimine el exceso de agua por la orina.
Las empresas deben facilitar el acceso a agua u otras bebidas adecuadas para fomentar la rehidratación. Cualquier obstáculo físico o práctico a la bebida fomentará una deshidratación “voluntaria” y aumentará el riesgo de sufrir un trastorno por calor. Las siguientes recomendaciones deben ser un componente esencial de cualquier programa para el mantenimiento de la hidratación:

• Todos los trabajadores deben tener libre acceso a agua potable fresca o recibir agua una vez cada hora, o con más frecuencia
si las condiciones imponen un estrés mayor.
• Se proporcionará a los trabajadores vasos limpios, ya que es casi imposible que una persona se rehidrate bebiendo directamente de un grifo de agua.
• Los recipientes de agua deben mantenerse a la sombra o en un lugar fresco a 15 o 20 ºC (no se recomiendan las bebidas muy frías ya que tienden a inhibir la ingesta).


El agua puede mezclarse con aromatizantes para mejorar su aceptación. Ahora bien, no se recomiendan las bebidas con fama de “calmar” la sed, porque inhiben la ingesta antes de que se produzca una rehidratación completa. Por este motivo, es mejor ofrecer agua o bebidas aromatizadas diluidas y evitar las bebidas carbónicas, con cafeína o con altas concentraciones de azúcar
o sal.

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