En la Figura 39.2 se muestran los países más afectados por catástrofes importantes en 1991. En todos los países del mundo se producen calamidades, pero en los más pobres es más frecuente la pérdida de vidas humanas.
Se han elaborado y revisado muchas definiciones y clasificaciones de las catástrofes (Grisham 1986; Lechat 1990; Logue, Melick y Hansen 1981; Weiss y Clarkson 1986). A título de ejemplo, mencionaremos tres de ellas: los Centros para el Control de Enfermedades [Centers for Disease Control
(CDC 1989)] de Estados Unidos determinaron tres categorías principales de catástrofes: sucesos geológicos, como terremotos y erupciones volcánicas; trastornos climáticos, como huracanes, tornados, olas de calor, gotas frías o inundaciones; y, por último,
problemas de origen humano, como hambrunas, contaminación atmosférica, catástrofes industriales, incendios e incidentes generados por reactores nucleares. Otra clasificación, basada en las causas (Parrish, Falk y Melius 1987), distingue entre catástrofes naturales, como los sucesos climáticos y geológicos, y las catástrofes de origen humano, que se definen como sucesos arti- ficiales, tecnológicos e intencionados, perpetuados por las personas (como el transporte, los conflictos armados, los incendios y explosiones, y los escapes químicos y radiactivos). Una tercera clasificación (Tabla 39.1), elaborada por el Centro para la Investigación de la Epidemiología de Catástrofes de Lovaina, Bélgica, se basa en una estructura de investigación creada por la Oficina de Coordinación de las Naciones Unidas para el Socorro en Catástrofes en 1991 y fue publicada en World Disaster Report 1993 (IFRCRCS 1993).
Se han elaborado y revisado muchas definiciones y clasificaciones de las catástrofes (Grisham 1986; Lechat 1990; Logue, Melick y Hansen 1981; Weiss y Clarkson 1986). A título de ejemplo, mencionaremos tres de ellas: los Centros para el Control de Enfermedades [Centers for Disease Control
(CDC 1989)] de Estados Unidos determinaron tres categorías principales de catástrofes: sucesos geológicos, como terremotos y erupciones volcánicas; trastornos climáticos, como huracanes, tornados, olas de calor, gotas frías o inundaciones; y, por último,
problemas de origen humano, como hambrunas, contaminación atmosférica, catástrofes industriales, incendios e incidentes generados por reactores nucleares. Otra clasificación, basada en las causas (Parrish, Falk y Melius 1987), distingue entre catástrofes naturales, como los sucesos climáticos y geológicos, y las catástrofes de origen humano, que se definen como sucesos arti- ficiales, tecnológicos e intencionados, perpetuados por las personas (como el transporte, los conflictos armados, los incendios y explosiones, y los escapes químicos y radiactivos). Una tercera clasificación (Tabla 39.1), elaborada por el Centro para la Investigación de la Epidemiología de Catástrofes de Lovaina, Bélgica, se basa en una estructura de investigación creada por la Oficina de Coordinación de las Naciones Unidas para el Socorro en Catástrofes en 1991 y fue publicada en World Disaster Report 1993 (IFRCRCS 1993).
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