jueves, 9 de agosto de 2007

Catástrofes transnacionales




En la actualidad, las catástrofes de origen humano no respetan necesariamente las fronteras nacionales. Un ejemplo obvio es Chernóbil, cuyos efectos contaminantes se extendieron desde el océano Atlántico hasta la cordillera de los Urales (Agencia de la Energía Nuclear, 1987). Otro ejemplo lo tenemos en Suiza(Fundación Friedrich Naumann 1987; Salzman 1987). El 1 de noviembre de 1986, poco después de medianoche, se incendió un almacén de la multinacional farmacéutica Sandoz en Schweizerhalle, 10 km al sur de Basilea, y aproximadamente 30 toneladas de productos químicos almacenados fueron arrastradas por el agua utilizada para combatir el incendio hasta el cercano río Rin. En una extensión de unos 250 km, el medio ambiente resultó gravemente dañado. Aparte de los síntomas de irritación notificados en las zonas de Basilea alcanzadas por los gases y vapores producidos por el incendio, no se comunicaron casos de enfermedad grave. No obstante, este accidente suscitó una gran preocupación en al menos cuatro países europeos (Suiza, Francia, Alemania y Países Bajos).
La dimensión transnacional no sólo es aplicable a las consecuencias y los daños ocasionados por las catástrofes, sino también a sus causas remotas. El caso de Bhopal puede servir de ejemplo. Al analizar las causas de la catástrofe, algunos investigadores llegaron a la conclusión de que “la catástrofe de Bhopal se produjo como resultado de actos y decisiones concretas tomadas en Danbury, Connecticut u otros lugares, en la superestructura de la empresa, pero no en Bhopal”. (Friedrich Naumann Foundation 1987).

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