Muchos COV están presentes en el medio ambiente de inte- rior a concentraciones que varían entre aproximadamente 2 y 20 mg/m3. En la Figura 44.3 se resume una base de datos de Estados Unidos con 52.000 registros sobre 71 productos químicos en viviendas, edificios públicos y oficinas. En los ambientes en los que el consumo de tabaco es intenso o la ventilación deficiente se generan concentraciones de HTA elevadas, que pueden producir concentraciones de COV de entre 50 hasta 200 mg/m3. Los materiales de construcción contribuyen de forma importante a las concentraciones de contaminantes en el interior, y en las casas nuevas probablemente haya mayor número de compuestos que superen los 100 mg/m3. Las reformas y la pintura contribuyen a la producción de niveles significativamente más altos de COV. Las concentraciones de compuestos, como el acetato etílico, el 1,1,1-tricloroetano y el limoneno, pueden superar los 20 mg/m3 en los períodos en que el edificio está ocupado, mientras que en ausencia de los residentes la concentración de diversos COV puede disminuir en cerca del 50 %. Se han descrito casos específicos de concentraciones elevadas de contaminantes debidas a los materiales y al
mobiliario, a partir de las quejas de los ocupantes del edificio. Entre estos contaminantes se encuentran la trementina mineral resultante de la inyección de hiladas hidrófugas para aislamiento de muros, el naftaleno de productos que contienen alquitrán mineral, el etilhexanol procedente de suelos vinílicos y el formal- dehído liberado en productos a base de madera.
El gran número de COV presentes en los edificios dificulta detallar las concentraciones de algunos compuestos seleccionados. El concepto de COVT se ha utilizado como medida de la mezcla de compuestos presentes. No existe ninguna definición de uso generalizado de los compuestos que representan los COVT, pero algunos investigadores han propuesto que la limitación de las concentraciones por debajo de 300 mg/m3 debería reducir las quejas de los ocupantes con respecto a la calidad del aire interior.
Los plaguicidas utilizados en el interior tienen una volatilidad relativamente baja y sus concentraciones se encuentran en un nivel bajo (microgramos por metro cúbico). Los compuestos volatilizados pueden contaminar el polvo y todas las superficies del interior debido a sus bajas presiones de vapor y a la tendencia a ser adsorbidos por los materiales del interior. Las concentraciones de HPA en el aire también dependen en gran medida de su distribución entre las fases de gas y de aerosol. El consuno de tabaco por los ocupantes puede tener un efecto importante sobre las concentraciones en el aire interior. Las concentraciones de HPA varían normalmente entre 0,1 y 99 ng/m3.
mobiliario, a partir de las quejas de los ocupantes del edificio. Entre estos contaminantes se encuentran la trementina mineral resultante de la inyección de hiladas hidrófugas para aislamiento de muros, el naftaleno de productos que contienen alquitrán mineral, el etilhexanol procedente de suelos vinílicos y el formal- dehído liberado en productos a base de madera.
El gran número de COV presentes en los edificios dificulta detallar las concentraciones de algunos compuestos seleccionados. El concepto de COVT se ha utilizado como medida de la mezcla de compuestos presentes. No existe ninguna definición de uso generalizado de los compuestos que representan los COVT, pero algunos investigadores han propuesto que la limitación de las concentraciones por debajo de 300 mg/m3 debería reducir las quejas de los ocupantes con respecto a la calidad del aire interior.
Los plaguicidas utilizados en el interior tienen una volatilidad relativamente baja y sus concentraciones se encuentran en un nivel bajo (microgramos por metro cúbico). Los compuestos volatilizados pueden contaminar el polvo y todas las superficies del interior debido a sus bajas presiones de vapor y a la tendencia a ser adsorbidos por los materiales del interior. Las concentraciones de HPA en el aire también dependen en gran medida de su distribución entre las fases de gas y de aerosol. El consuno de tabaco por los ocupantes puede tener un efecto importante sobre las concentraciones en el aire interior. Las concentraciones de HPA varían normalmente entre 0,1 y 99 ng/m3.
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